¿Será necesario reconocer la importancia del jazz?, quizás sí, porque para muchos es una música inexistente, para otros algo inaccesible y para muchos más, es algo que no tiene valor. Sin embargo se debe enfatizar su identidad única en el mundo que nos ha tocado vivir, cuando menos de las dos siguientes maneras, por un lado es la aparición del artículo Towards a Music Algebra: Fundamental Harmonic Substitutions in Jazz, escrito por Carmine Cataldo quien es Investigador Independiente, Doctor en Ingeniería Mecánica, Pianista de Jazz y Compositor en Italia, de quien comparte el Coraje Creativo el Abstract del mencionado documento:
“En este papel trata de las sustituciones armónicas más comunes, al menos en lo que se refiere a la música de jazz, son dirigida de manera no convencional. La novedad consiste en introducir un nuevo método finalizado para definir formalmente y aplicando lógicamente todas las sustituciones armónicas fundamentales, explotando una notación inusualmente rigurosa. Después de definir las sustituciones y discutir su aplicabilidad, recurrimos a ellos para modificar algunas progresiones armónicas simples sustancialmente basadas en cambio simple e importante. Según lo explícitamente sugerido por el título, las modificaciones se llevan a cabo siguiendo una línea de razonamiento extremadamente formal: todos los pasajes lógicos se describen con precisión recurriendo a una notación por lo similar al comúnmente utilizado en matemáticas y física, por lo que el análisis armónico de una canción resulta ser de facto comparable a la demostración de un teorema.”
Este documento publicado en el “International Journal of Advanced Engineering Research and Science (IJAERS) el 1º. de enero del año en curso. Sin embargo este es el principio sobre el uso de las matemáticas en el arte, especialmente en el jazz, ya se ha mencionado en otras entregas, por ejemplo el trabajo del saxofonista Steve Lehman con las armonías fractales y Sam Pluta con sus estudios en dos universidades dedicadas a la ciencia, para que pueda desarrollar e improvisar en tiempo real en el Peter Evans Quintet a través de su ordenador.
En segundo lugar es el concepto de la interculturalidad, el hecho de poderse tocar y compartir entre seres humanos de diferentes latitudes, de países tan diversos y disímbolos, el único-maravilloso propósito y acto de la creación musical, donde no existen fronteras, con el común denominador de la posibilidad de ofrecer lo más profundo del ser, que permita acceder a caminos nuevos, que no se quiebre, que no se quiebra, porque el jazz avanza, siempre lo ha hecho.
En el último contexto y a punto de cumplir 7 años el “Día Mundial del Jazz” establecido por la agencia de ONU para la Educación y la Cultura (Unesco), recordando además las palabras en el acto inaugural de su representante Irina Bokova, cobra vital importancia el reconocimiento a la música que nos ocupa y sus creadores en su largo andar, en su gran pequeña historia:
“El Día Internacional del Jazz busca destacar el diálogo intercultural
y el entendimiento de los pueblos a través de ese género musical,
una de las más importantes contribuciones de Estados Unidos
a la música mundial.”
Se cierra esta entrega con varias propuestas en el mundo de la interculturalidad a escuchar:
Coung Vu - Bound (Omnitone, 2000).El trompetista vietnamita quien perteneció a las filas de Pat Metheny Group, realiza en ese año una entrega sorprendentemente enérgica y radical, en el campo de la vanguardia, el batería Jim Black como siempre, impecable.
Satoko Fujii, Mark Dresser, Jim Black - Toward, To West (2000). La pianista japonesa en total sintonía con la radicalidad, nuevamente Black hace de las suyas.
Roots Magic - Last Kind Words (2017). La siempre maravillosa marca portuguesa clean feed, muestra los caminos del jazz europeo, en este caso le toca a Roots Magic, agrupación proveniente de Italia.
La historia continuará…
