Chichimequillas es una comunidad más bien conocida por sus conflictos sociales; no obstante las familias siguen arraigadas a sus tradiciones populares, pero sobre todo a su profunda fe.
Es así como, en las diferentes calles, se pueden encontrar capillas que son habilitadas dentro de las viviendas para rendir culto a diferentes santos y patronos, en algunos de ellos se habla incluso de milagros que vivieron las familias por lo que, al cumplir la manda, establecen estos centros de oración que están abiertos las 24 horas del día.
Las familias no escatiman en recursos para levantar estos pequeños templos, que en la mayoría de los casos, ya tienen devotos que asisten de forma recurrente a hacer oración y dar la limosna que es utilizada para el mantenimiento de las capillas, como es el caso de la familia Bonilla Suárez, que año con año celebran a su imagen el 11 de diciembre.
Quienes viven en Chichimequillas tienen fe en que, a través de la religión, se puede entrelazar nuevamente el tejido social que permitirá a las nuevas generaciones vivir en una sociedad en paz y con tranquilidad.