En la elevada zona edificada de Milenio, la movilidad se presenta como un desafío constante. A pesar de albergar una diversidad de establecimientos desde pequeños negocios hasta grandes cadenas de autoservicio, la ausencia de una ruta de transporte público operada por la AMEQ ha llevado a un grupo de taxistas a tomar la iniciativa desde hace más de dos décadas.
Once taxistas reunidos en un colectivo, se han organizado para ofrecer un servicio de transporte vital para quienes trabajan y residen en Milenio. Por una tarifa fija de 13 pesos, una cifra que han mantenido durante los últimos siete años, estos conductores se encargan de subir y bajar a los usuarios en diversos puntos estratégicos de la zona.
Martha Pérez, usuaria leal del servicio desde hace diez años, elogia la cortesía y amabilidad de los taxistas, destaca su disposición a esperar a los usuarios incluso cuando corren para abordar. "Estamos aquí para servir a la comunidad, no para servirnos a nosotros mismos", afirma Oscar Soto, conductor que forma parte del colectivo, subrayando la importancia de un servicio confiable en una zona que depende en gran medida del transporte privado.
Martín Rangel, Óscar Soto, Arturo y la familia de "Los Hugos" son parte de esta comunidad de taxistas con más de dos décadas de experiencia en el servicio público. Su enfoque en el bien comunitario se ha centrado en la zona de Hércules, brindando un servicio que comienza en el kilómetro 0 de la carretera 200 llegando hasta el Fresko.
La iniciativa surge ante la falta de opciones de transporte público en esta área. Inicialmente, las tarifas oscilaban entre 2.50 y 5.00 pesos, pero actualmente la tarifa se ha estabilizado en 13 pesos por persona, con la posibilidad de un cargo adicional de hasta 50 pesos por viajes individuales a destinos específicos en Milenio III.
La mayoría de los usuarios provienen de localidades de El Marqués como Alfajayucan, La Griega, Atongo, Amazcala, y otras colonias de la ciudad de Querétaro. A lo largo de los años, esta comunidad de taxistas ha demostrado su compromiso con las necesidades de la gente, proporcionando un servicio seguro, confiable y leal.
El inicio de esta empresa comunitaria se remonta unos 22 años, cuando Milenio apenas comenzaba a tomar forma en lo alto del cerro. En sus primeros días, los taxis se organizaban de manera informal, esperando a los pasajeros que llegaban en camiones que venían de las comunidades. Con el tiempo, superaron las disputas iniciales y establecieron un sistema organizado.
La ruta se inicia en el Oxxo y recorre la zona comercial, permitiendo a los pasajeros descender en cualquier punto de su preferencia durante el trayecto. La organización del colectivo incluye un checador que mantiene el orden, y los usuarios abordan las unidades según su llegada.
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Los conductores, identificados por una estampa y número de unidad, operan a una velocidad adecuada, garantizando la seguridad y comodidad de los pasajeros. Si un usuario olvida algo en el vehículo, los choferes no dudan en regresar para devolverlo. Además, mantienen sus vehículos en óptimas condiciones.
