“¿Una fotógrafa invidente? Nunca había escuchado eso”, dice un hombre a la artista venezolana Sonia Soberats, quien mientras sonríe, contesta: “Seguro que nunca habías escuchado eso, ¡Lo sé, lo sé!... Todo es posible en esta vida”.
Esta conversación se incluye en “El Laberinto de lo posible” (2013), un documental que retrata la vida y el trabajo fotográfico de la autora, quien tras perder la vista aprendió la técnica de light painting –también conocida como pintura de luz–, y ahora se dedica a enseñarla y promoverla en Estados Unidos, donde actualmente radica.
Por segunda ocasión, la fotógrafa formará parte del Festival Internacional de Arte y Cultura desde la (dis) capacidad Oximorón, y vendrá para mostrar tanto a personas ciegas como videntes, la manera en qué funciona esta antigua técnica fotográfica.
Soberats perdió la vista hace 27 años tras luchar contra el glaucoma. En otras entrevistas, la hoy octagenaria afirma que la fotografía le ha permitido manterner viva su memoria visual, y demostrar al mundo que al perder la vista se puede obtener una nueva mirada.
“Antes de hacer una foto, recuerdo todas las vivencias que yo había tenido cuando era una persona con visión, porque llevo 27 años siendo ciega y tengo 84 años; aunque viví mucho tiempo viendo al mundo, me he dado cuenta de que uno ve pero no asimila lo que ve”, dice la fotógrafa tras la línea telefónica.
Utilizada por artistas como Evgen Bavcar (Eslovenia) y Pete Eckert (Estados Unidos), el light painting, cuya historia se remonta a 1889, consiste en el registro prolongado de la trayectoria de una fuente luminosa en movimiento, en un espacio con poca luz.
Sonia explica que ella revela la fotografía primero en su mente, luego la escenifica y finalmente la retrata. En ese orden el proceso lo realiza en un cuarto totalmente a oscuras, donde dispone y organiza los elementos que componen la escena que ha imaginado.
Luego de dirigir a los modelos, con la asistencia de un ayudante vidente reencuadra la imagen: “`necesito este espacio aquí, quiero que se vea la mesa acá, y que salga el sofá completo´, yo le doy indicaciones a la persona que me ayuda sobre lo quiero”… y ¡click! Abre el obturador y queda expuesta la placa. Ahí comienza la magia: con una lámpara de mano, Soberats baña de luz todos los objetos, rostros y cuerpos que componen la escena, haciendo énfasis en lo que quiere resaltar.
“Hay que tener en tu mente el recuerdo de la fotográfia que se está haciendo, por eso mientras se realiza es preferible no hablar porque se tienen que recordar todos los puntos a los que debe de llegar la luz (…) Una vez que se ha terminado de alumbrar toda la foto, se apaga la linterna, se cierra el obturador y esperas a que se reproduzca en la cámara”.
“¿Cómo evaluas que la fotografía ya está lista?”, pregunta su interlocutora. Detalla que espera la reacción de su ayudante, a quien le pide que se la describa, y si es como la imaginó, quiere decir que se logró el objetivo.
Aunque la práctica del light painting se ha popularizado entre esta población en diferentes países, Sonia lamenta que todavía exista gente que se resiste a aceptar que alguien que ha perdido la vista, pueda comunicarse a través de la fotografía.
“Muchas personas no creen que nosotros hacemos las fotos, hay quienes incluso creen que hay alguien que le dice a uno qué es lo que debe hacer… nosotros todo lo hacemos a nuestra manera”.
La artista comenzó a realizar fotografías tras perder la visión, y a través del colectivo neoyorkino “Seeing with photography” (Viendo con la fotografía) –una agrupación conformada tanto por fotógrafos con (dis) capacidad visual como videntes, que busca compartir y generar espacios de reflexión sobre la pérdida de la visión y la creación de imágenes–, ha buscado acercar la técnica a otras personas con la misma condición, “para que sepan que pueden realizar cualquier cosa que se propongan, no sólo fotografía, también pueden aprender a coser, diseñar ropa, cocina, porque la mente, esa gran computadora que tenemos, está prepara para adaptarse a cualquier circunstancia”, asegura.
En la sexta edición del Festival Oximorón, Soberats impartirá el taller de light painting “Iluminar el mundo de distintas maneras”. Será dirigido a fotógrafos con o sin (dis) capacidad visual, y se llevará a cabo del 18 al 22 de noviembre, de 15:30 a 20:00 horas, en la Escuela Activa de Fotografía, plantel Querétaro.
Asímismo promoverá “Luces pequeñas que iluminan Querétaro”, un taller de creación fotográfica desde la ceguera para niñas y niños, que se desarrollará del 19 al 21 de noviembre, de 10:00 a 12:00 horas en la comunidad de La Solana, Santa Rosa Jáuregui.
En cuanto a la reflexión sobre su labor, encabezará una mesa de diálogo junto con los fotógrafos queretanos Miguel Ángel León Alvarado y Guadalupe Campos Cabrera, que girará en torno a la fotografía y la ceguera. La cita es el 22 de noviembre a las 19:00 horas, en la Escuela Activa de Fotografía.
Además exhibirá varias de sus piezas en la exposición colectiva internacional “Nodo Ciego Extra muros”, que será inaugurada el 23 de noviembre a las 12:30 horas, en la Galería Perimetral de Alameda Hidalgo. En ella participarán también artistas con (dis) capacidad visual de Colombia, Venezuela y México (Chihuahua, CDMX, Hidalgo, Zacatecas y Querétaro).