El sombrero ha sido un accesorio que ha acompañado al hombre desde hace cientos de años, y con el paso del tiempo se ha modificado y ajustado a las necesidades de las sociedades contemporáneas.
Ha sido tan elemental para las familias que trabajan en el campo, como para las que viven en la ciudad, pues ha sido utilizado como un elemento de elegancia en importantes reuniones; en nuestros días se utiliza con frecuencia en viajes o salidas casuales, convirtiéndose en “una moda de Instagram” como algunos suelen llamarlo ahora.
Sea como sea, el sombrero tiene una historia tan larga y está tan presente en cada familia, que incluso cuenta con su propio Día del Sombrero, que se celebra cada 15 de enero. Algunos atribuyen esta fecha a una celebración exclusiva de Estados Unidos, pero la verdad es que este particular accesorio está presente alrededor de todo el mundo, por lo que vale la pena echar un vistazo a la cultura del uso del sombrero en nuestra propia ciudad.
La sombrerería La Popular es tal vez uno de los negocios más antiguos de Querétaro, este 2023 cumple 116 años abierta al público. Ubicada en la calle Independencia #98, Colonia Centro Histórico, actualmente es atendida y administrada por José Sosa Delgado, pero antes de él su padre José Sosa Padilla, su abuelo José María Sosa García y su bisabuelo José María Sosa Contreras, se encargaron de la tienda y la venta de sombreros en la ciudad.
Inicialmente este negocio familiar era una sucursal de la tienda de sombreros Tardan que tenía su matriz en la Ciudad de México, pero con el tiempo la familia compró la tienda y se convirtieron en los dueños.
“En ese momento tener una tienda Tardan aquí en Querétaro era algo muy novedoso, porque era una tienda que venía de México, fue en 1924 cuando mi bisabuelo ganó un dinero al ganar la lotería y con eso compró la tienda y se hizo distribuidor”, señala José Sosa.
Ni siquiera la familia Sosa conoce el origen del nombre de la tienda, pero sospechan que se llama La Popular pues la tienda era un punto de reunión entre los caballeros que acudían al negocio para comprar un sombrero y al mismo tiempo saludaban a amigos, cerraban tratos y demás acciones cotidianas de la época.
Desde entonces, cuatro generaciones han pasado y la familia Sosa ha visto un cambio drástico en los usos del sombrero, pero la tienda mantiene un estilo vintage que no ha cambiado con los años, y que de hecho ya es parte del concepto de La Popular, donde antiguos cuadros y fotografías cuelgan de las paredes, mientras varios objetos antiguos como teléfonos, máquinas de escribir y máquinas registradoras también adornan las vitrinas del lugar.
José Delgado señala que en la tienda se cuenta con diversos tipos de sombreros, como pueden ser de tipo Texana, Indiana, Panamá, Cordobés, entre otros; modelos que anteriormente eran exclusivamente para hombres, pero que ahora José más bien describe como tipo unisex.
“Hay gente que llega a la tienda y me dice ‘nunca he comprado un sombrero, échame la mano’ entonces con mucho gusto le damos asesoría, les preguntamos para qué ocasión lo necesitan, les explicamos de qué materiales son, etc. El más barato que tengo ahorita es de 300 pesos y el más caro es de 7 mil 500, depende de la calidad del sombrero”.
Los sombreros de La Popular son todos de marcas mexicanas, los costos pueden variar desde los 300 hasta los 7 mil pesos, dependiendo la calidad y los materiales de cada accesorio, algo que ha caracterizado a la tienda con el paso de los años.
“La verdad nosotros no vendemos sombreros chinos, todo lo que tenemos es mexicano a excepción de los tipo Panamá porque sí tienen que ser ecuatorianos, pero en general apoyamos mucho el comercio local”.
De hecho, una de las partes más atractivas de la tienda es la enorme vitrina en la que se exhiben sombreros antiguos, extraños y fascinantes, por ejemplo un Kufi musulmán de oración, sombreros de cazador, de marinero, el sombrero tradicional para el Camino de Santiago, sombreros de cola de mapache, sombrero de torero, sombreros rarámuris, el tradicional sombrero vueltiao de Colombia, entre muchos otros.
Sosa Delgado detalla que el tipo de clientes de La Popular son aquellos que buscan buena calidad en los sombreros y que muchos de ellos, tienen una arraigada costumbre de usar este prenda.
“Hay de todo, muchos de nuestros clientes son gente mayor que aquí compraba desde hace muchos años, tienen esa tradición de venir aquí, hay gente que compra diferentes tipos de cachuchas, renuevan los colores, etc, otro de nuestros nichos son las personas que buscan sombreros porque les gusta montar o les gustan los toros, gente que sabe distinguir un sombrero fino de uno económico. Y tengo ahora una nueva generación de clientes que buscan sombreros por las series o películas de moda, de todas las edades, también tenemos muchos clientes músicos, que buscan sombreros más llamativos”.
Enfrentan nuevos retos
A más de un centenar de años desde que La Popular abrió sus puertas en Querétaro, el negocio actualmente se enfrenta a varios obstáculos que hasta ahora ha logrado sortear. El primero de ellos, señala José Sosa Delgado, la venta de sombreros sumamente económicos, y el uso que actualmente se le da al sombrero al considerarlo algo pasajero o de moda, por lo que no se considera un artículo en el que se le deba invertir una buena cantidad de dinero.
“Hoy el principal reto es la competencia, ahorita en todos lados venden sombreros, hasta en el súper, ¡en qué momento! Vas a una plaza comercial y en todas las tiendas tienen sombreros, a lo mejor les cuesta 200 pesos, la competencia creció hace unos 4 años, desde entonces fue el boom de sombreros muy baratos. Ahorita está llegando mucho sombrero chino y con esos precios no podemos competir”.
“Actualmente se ve al sombrero como un accesorio de moda, como para ir al viñedo, al pueblo mágico, para la foto, para el Instagram y decir que vibramos alto (ríe), entonces se lo compran, lo usan para la foto y luego lo botan, y claro que ese sombrero les costó tal vez 100 pesos, 150 pesos porque solo lo quieren para eso, se ha perdido esa costumbre de que el sombrero sea algo que se usa con frecuencia. Antes los sombreros pertenecían al abuelo y pasaban al siguiente, eran sombreros que duraban para siempre porque estaban bien hechos, hechos con pelo de castor, pelo de conejo, muy finos, la cultura era muy distinta, no había tanto consumismo. Ahora los sombreros son casi desechables los compras en cualquier lugar, de mala calidad”.
José Delgado invita a las personas a perderle el miedo a este accesorio que ahora tiene una gran variedad de estilos y funcionalidades, y hace un llamado a considerar que el sombrero no es una prenda ‘para unos cuantos’ sino que más bien es un accesorio que puede ser utilizado por todos.
“Que no les dé miedo usar sombreros, a veces creemos que el sombrero no es para todos, algunos sienten que cuando usan un sombrero es algo pretencioso, pero en realidad no, es una prenda muy elegante que con la correcta asesoría, que además nosotros podemos darles, pueden verse bien y sentirse cómodos usando un sombrero”, refiere José.