La pandemia de Covid-19 ha dejado al descubierto la precariedad en la que vive el gremio cultural en el país y la situación de vulnerabilidad de quienes se desenvuelven económicamente en este sector.
Ante este panorama, el gremio ha hecho hincapié en varios temas pendientes relacionados con la falta de políticas culturales que refuercen su labor, así como la garantía efectiva de sus derechos, haciendo especial énfasis en la seguridad social.
“Queremos blindar a todo nuestro equipo de teatro y colaboradores con seguridad social, un seguro de gastos médicos, ya que lamentablemente ninguna compañía teatral en Querétaro cuenta con ello. Hoy hemos tomado la decisión de lograr la meta, para poder brindarles a nuestros empleados una salud digna y un futuro libre de preocupaciones, al cual también los artistas tenemos derecho, porque también somos profesionales y estamos expuestos a alguna enfermedad, una lesión y el inevitable paso del tiempo”, manifestó El Forito $3 Pesos al lanzar una campaña de recaudación de fondos, para evitar el cierre definitivo de su espacio tras el embate económico de la pandemia.
Esta misma preocupación motivó, el año pasado, al Consejo Consultivo de Teatro en Querétaro, a generar una propuesta que hiciera efectivo el derecho a la salud de toda la comunidad artística.
Se trató de “Médicos a Escena”, una iniciativa encaminada a la generación de un sistema de salud comunitaria, en el que a través de la sinergia creada entre el gremio cultural y el médico, los miembros pudieran pagar solo $300 pesos en ciertas consultas médicas con especialistas, mediante una credencial de descuento.
“El terreno de la seguridad social es escabroso para los creadores escénicos independientes, quienes están constantemente expuestos a lesiones que pueden poner en riesgo su trabajo. Al no contar con ninguna clase de seguro sanitario y topar con serias dificultades para acceder al sistema público de salud, los artistas (cuyos ingresos están muy por debajo de las tarifas de los médicos especialistas) se ven impedidos en muchas ocasiones a atenderse en consultorios privados (…) [Por esta razón] el proyecto "Médicos a Escena" nació ante la necesidad de buscar alternativas que amortigüen el impacto monetario que una urgencia médica puede causar en los bolsillos de los artistas independientes. Si eres médico y te apasionan las artes escénicas, puedes sumarte a esta causa e inscribirte en la lista de profesionales de la salud que brindarán su invaluable apoyo”, dio a conocer la dramaturga y directora de Sabandijas de Palacio, Mariana Hartasánchez a través de su página de Facebook.
Sin embargo, tras la salida del Consejo en turno, el proyecto quedó suspendido, aún cuando médicos y miembros de la comunidad teatral ya habían sostenido varias reuniones y generado diferentes acuerdos sobre el intercambio, bajo el aval institucional de la Secretaría de Cultura de Querétaro.
“En 2019 propusimos la Alianza de Médicos y Artistas (Alma), una iniciativa de Mariana Hartasánchez, que fuimos puliendo y trabajando. Era un paliativo, pero una opción muy buena, porque se trataba de acceder con un recurso mínimo a un sistema de salud que iba a estar a disposición de los artistas en colaboración con lo médicos, a través de una especie de trueque: nosotros daríamos nuestro trabajo y ellos nos harían un descuento (…) Hicimos el proyecto. Se reunieron los artistas, la Secretaría de Cultura y los médicos. Pero hubo cambio de Consejo Consultivo y el actual no movió la propuesta para nada, así que ahí quedó”, lamentó la actriz y directora de Atabal Creación Artística, Ana Bertha Cruces.
Estrategias reales y no paliativos
Campañas de crowdfunding, puestas en escena a beneficio, subastas y venta de obra son algunas de las estrategias que la comunidad artística ha implementado para sufragar gastos médicos, sobre todo los más apremiantes.
Entre los muchos ejemplos se encuentra la campaña “Un riñón por el arte”, lanzada en 2017 para financiar el trasplante de riñón del artista plástico Gerardo Esquivel. En 2019, el Museo de Arte de Querétaro enmarcó la venta de obra fotográfica de Mauricio de la Vega para su tratamiento contra el cáncer, y más recientemente, la familia del primer actor y cofundador de La Gaviota Teatro, Guillermo Smythe lanzó en septiembre una campaña en www.gofundme.com para sufragar los gastos médicos del artista.
“Quiero agradecerles a todos desde el fondo de mi corazón por todas las contribuciones, apoyo y amor que nos dieron. Desafortunadamente el resultado no fue lo que queríamos, mi papá se fue de su cuerpo y se fue muy en paz. El hospital está trabajando con nosotros ahora mismo. Solo necesitamos $32,000 pesos para pagar el saldo adeudado. Tienen el título de la casa de mi madre como seguro”, dio a conocer Kenya Smythe, hija del actor, a través de esta plataforma, donde aún permanece abierta la recaudación: “Help my dad Guillermo”.
Al respecto, y retomando las condiciones actuales por la pandemia, la directora de Atabal señaló que es importante que la comunidad artística se una ahora, más que nunca, no solo para hacer frente a circunstancias que demandan la solidaridad y sinergia de todos para resolver casos urgentes como los ya mencionados, sino principalmente para prevenirlos y dar soporte a las familias.
“Nos hace falta dialogar más en la comunidad sobre esta necesidad y dimensionarla porque no lo hacemos hasta que pasa algo en el gremio como lo que acaba de suceder con el maestro (Guillermo Smythe), que no es el primero que tiene una necesidad tan grande y no encuentra respaldo”, apuntó.
Y es que de acuerdo con la directora, muchas de las lesiones o afectaciones son causadas dentro de la misma labor de los artistas, que a la postre provocan su inactividad y falta de ingresos para subsistir.
“Tú ves a bailarines que se lesionan, que no tienen para curarse, que no tienen para las terapias… yo misma he pasado por todo eso. Tan solo el año antepasado me lesioné la rodilla derecha y a mí me pareció que era imposible de operar: pues, ¿cómo iba a hacerlo? ¡Ni endeudándome toda la vida! Pero los artistas tenemos una familia y nunca nos dejan solos. Esa es una realidad. Mi familia me dijo: ‘a ver cómo le hacemos, vente para acá’, y me fui a la casa de mi mamá. Me atendieron 15 días en lo que me operaban, me ayudaron con el pago de la operación y salí adelante. Pero y ¿las terapias? Tres veces a la semana, $300 pesos diarios ¡$900 pesos de terapia a la semana nada más! Y no puedes trabajar porque estás incapacitado. Por ello un seguro médico para los artistas es indispensable”, compartió Cruces.
Cooperativa de salud
Sobre este tema, la directora refirió que en el ámbito teatral local se han propuesto ya diferentes estrategias, como el establecimiento de una mutual o cooperativa de salud a través del Consejo Consultivo de Teatro.
“En la mutual de salud nosotros pagaríamos nuestro seguro. Sería una comunidad donde juntaríamos esfuerzos, daríamos nuestras cuotas (…) Por eso se añadió la mesa de seguridad social (en el Consejo Consultivo de Teatro). Y lo que esperamos es que esa mesa se reactive de nuevo. Eso es lo que buscamos ahora con este nuevo Consejo: reactivarlo, porque se durmió un año”, aseguró.
De acuerdo con Cruces, el próximo 19 de octubre se dará lugar a las elecciones para el nuevo Consejo, en el que buscarán establecer una reglamentación y protocolos operativos claros, con miras a convertirse en una asociación.
“Estamos proponiendo que se haga una asociación o una figura legal; una sociedad de gente de teatro organizada y constituida. Eso es lo que queremos lograr desde la mesa de reglamentos y protocolos. Y sí lo vamos a hacer porque yo no creo que la gente permanezca tan al margen después de todo lo que hemos vivido”, refirió.