A través de “Gimoteo”, Hache” y “El Chamarilero”, Lourdes Gutiérrez cuenta historias en las que aborda el uso de aquellas letras que suelen ser complicadas para los pequeños lectores en su proceso de aprendizaje. El proyecto se titula “Letras difíciles” y consiste en una trilogía de cuentos que busca facilitar la aventura por un mar de palabras extrañas, pero ricas en significado.
Con ilustraciones de Ricardo Ramírez Hintze –hechas en blanco y negro a tinta china y con destacados elementos en colores verde, turquesa y rojo–, Lourdes presenta esta primera colección, como una fórmula pedagógica para facilitar el conocimiento de letras como la C y su relación con la H;de la G y sus usos en gi, gui o güi.
Cada historia se desarrolla en torno a la letra principal a trabajar y abunda en mundo de vocabulario relacionado con ella. Además, como auxiliar pedagógico, cada libro contiene un glosario de palabras para su consulta.
“Gimoteo es un gato que rasga su guitarra con una garra. Se ve tan galán con sus gafas y sus guantes guindas que parece de otra galaxia. Viste muy distinguido, siempre anda cuellierguido. Gracias a sus guiños gatunos y guitarrescos tiene seguidoras hasta el chongo. Se la pasa a la güirigüiri con la gente le gusta jugar al garabato”, se lee en el cuento “Gimoteo”, dedicado a la letra G y sus posibles usos.
El libro fue publicado por Nostra Ediciones en coedición con la Secretaria de Cultura del Estado de Querétaro, y se suma a los títulos apoyados por el Fondo Editorial de Querétaro que, hasta 2018, comenzó de manera continua a promover cada año publicaciones de libros infantiles como requisito institucional.
El lanzamiento oficial de “Letras difíciles” se realizó en el la sala de lectura del Centro de Arte Emergente, en el marco del 7° Encuentro de Lectores y Feria del Libro Infantil y Juvenil de Querétaro.
“Niñóloga” y cuentacuentos
Además de ser maestra de profesión, la escrtiora se considera “niñóloga” de corazón y ha desarrollado como cuentista una amplia noción de los alcances y posibilidades que esta categoría narrativa ofrece en los procesos formativos.
“Entre más elementos culturales demos a los niños, podrán desarrollar una sensibilización hacia el arte y hacia el mundo (…) Los adultos tenemos una responsabilidad con los niños de facilitar la lectura, de crear experiencias con los libros que signifiquen para ellos y que vean un libro como algo a través del cual pueden explorar y aprender y no como un adorno en la sala”, asevera.
Por más de 15 años, Lourdes ha trabajado como promotora de lectura y ha abrazado el oficio de cuenta cuentos como arte, convencida de que el mundo de la literatura es un vehículo trascendental para provocar en las y los lectores enciernes mucho entusiasmo por conocer, descubrir y aprender más del mundo que les rodea.
“Cuando les leo a los niños surgen muchas cosas que en otros momentos no se dan. Los niños se abren, hacen preguntas de temas emocionales o filosóficos y aunque ellos no lo sepan, están haciendo un ejercicio trascendental para su desarrollo (…) creo que uno de los mejores hábitos que podemos darle a nuestros niños y jóvenes es justo el de la lectura”, afirma.