La mañana del 22 de enero de 1946, Gloria Felipe llevaba un vestido azul celeste, un sombrero azul marino, un bolso blanco en una mano y en la otra llevaba a su hija más chica que todavía no iba al colegio, Gloria Miranda Felipe. Esa misma mañana, tras 16 minutos de haber dejado a su hija en el patio, la mujer llamaría a las oficinas del Servicio Secreto para reportar a la niña de dos años como desaparecida.
Así comienza el tormento para los personajes de la novela Soñar como sueñan los árboles, de autoría de Brenda Lozano, narradora, ensayista y editora mexicana. La escritora presenta al público una historia de misterio y suspenso que se ambienta en el México de hace 84 años y que busca retratar una mirada crítica de los mandatos de la maternidad, el sistema judicial y la violencia de género.
Con el objetivo de dar a conocer su nuevo libro, Brenda Lozano conversó con DIARIO DE QUERÉTARO sobre la inspiración detrás de la historia, el por qué decidió ambientarla en 1940 y los diálogos que le gustaría que emergieran tras la publicación de la historia.
- ¿Por qué decidiste nombrar el libro Soñar como sueñan los árboles?
El título es un verso de una poeta danesa que se llama Inger Christensen y el verso completo dice: “soñar como sueñan los árboles, con frutas finalmente”, yo hice la analogía de ver a los hijos como las frutas, como este sueño que tienen los árboles en su máximo esplendor. Si bien, la frase nunca aparece textualmente en la historia, me parecía que era el espíritu de la trama, de esta problemática que gira en torno al secuestro de una niña de dos años y el cómo su familia hace de todo por rescatarla. Mientras, paralelamente se convierte en un caso muy mediático y eso termina afectando a las demás familias de la época.
- ¿Por qué situarlo en el México de 1940 cuando es una historia que bien pudiera acontecer en el presente?
En primer lugar, la decisión se tomó desde un lugar muy emocional, porque esa Ciudad de México fue la ciudad que le tocó vivir a mis abuelos, y me interesaba, por cuestiones personales, el explorar un poco cómo fue este contexto que les tocó vivir.
También tomé la decisión de ambientar la historia entre los años 40 y 50 en la Ciudad de México porque fue una época en la que se forja el término “roba chicos”. Fue un ambiente muy vulnerable para los niños y las niñas, y me interesaba retratar cómo un caso mediático puede generar una infinidad de situaciones de tensión.
Hay un montón de cosas que podemos reflexionar en torno esos años, para finales de los cuarenta, el sufragio femenino ya era un deseo que no se concedió hasta los cincuenta. El racismo se gestó de forma importante durante esos años, o sea, estamos hablando de una época que fue de suma importancia para el ámbito cultural, pero socialmente arrastramos muchísimos aspectos negativos. En la historia intervienen temas de racismo, clasismo, las maternidades y paternidades, violencia obstétrica, injusticia, entre otros temas.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
- ¿Qué diálogos son los que te gustarían que surgieran en torno a la temática que aborda tu libro?
Siento que es una publicación que puede desembocar en diferentes conversaciones, todo dependiendo de la lectura que se le dé. En lo personal, me interesa mucho pensar en el México de nuestros abuelos, de las cosas que arrastramos del pasado y que a la fecha siguen influyendo en la sociedad mexicana. Hay situaciones que son muy vigentes, como el tema de las violencias, no sólo la obstétrica, sino también los maltratos, la presión que la sociedad ejerce sobre las maternidades, a lo que se empuja a las mujeres solo para que sean “buenas madres”. Hay mucho que pudiéramos explorar sobre esas temáticas y creo que es importante que hagamos espacios para discutirlos.
Soñar como sueñan los árboles se encuentra a la venta a través del grupo editorial, Penguin Random House. El libro tiene un costo de 249 pesos, sin incluir envío. También se encuentra disponible en otros sitios como Amazon y El Péndulo.