Gabriel Sierra Fincke apuesta por una enseñanza incluyente

El método de enseñanza impulsado por el maestro de piano busca invitar a los educadores a romper con las formas tradicionales de enseñanza y a pensar “afuera de la caja”

Andrea Elizondo / Diario de Querétaro

  · sábado 23 de marzo de 2024

El libro fusiona la literatura y la enseñanza musical a través de un lenguaje juguetón. Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro


Gatito Pelón es un pequeño gatito con una enorme curiosidad y un amor por la música que lo desbordan. A través de sus aventuras con sus amigos y su familia, guía a niños, adolescentes y adultos de todas las habilidades y capacidades a adentrarse dentro de la educación musical, específicamente en el piano.

Este adorable personaje fue creado por Gabriel Sierra Fincke –director y fundador de la Academia Amadeus Arte Divertido, escuela de enseñanza musical– y es el protagonista del libro Piano juguetón de Gatito Pelón, un método incluyente de enseñanza básica del piano para niños y personas con discapacidad.

Fotos: Cortesía /@bandrockdi y @auaq | Miguel Cruz / Diario de Querétaro

El libro fusiona la literatura y la enseñanza musical a través de un lenguaje juguetón y una guía para el docente que funciona como una herramienta para darle un giro de tuerca a los métodos pedagógicos tradicionales. Como tal, este proyecto tiene desde el 2012 circulando; no obstante, para el maestro Sierra Fincke, el concepto de Gatito Pelón nació hace mucho tiempo atrás.

“Todo esto nace justamente de haber comenzado a dar clases de piano a niños muy chiquitos, a partir de los 2 años y medio. A los niños de esa edad no se les puede llegar y enseñarles las escalas como van, el `do, re, mi, fa, sol, la…´, no. Se necesita jugar para atrapar su atención, así que comencé a usar nombres que les llamaran la atención y en una de esas clases, surgió la canción Gatito Pelón come chicharrón para enseñar las escalas musicales, y desde entonces es que nace Gatito Pelón”, explicó Gabriel Sierra Fincke para DIARIO DE QUERÉTARO.

De acuerdo a lo que compartió el docente, se le ocurrió que el Pelón se convirtiera en el apellido de Gatito, en vez de ser un apodo o adjetivo para poder hacer al personaje cercano a los alumnos. “Las teclas negras del piano tienen una secuencia de dos teclas, un espacio y luego tres teclas, si nosotros les decimos a los niños, las primeras dos son mamá y papá, las otras tres son el alumno, su hermanito o hermanita y la mascota, así se apropian no solo de la historia, sino también del instrumento. Ya no es solo un piano, es su historia en la música”, agregó.

El texto posee elementos autobiográficos, compartió el maestro de piano: “A Gatito le gustan los fideos porque a mí me encantaban los fideos; su frase emblemática cuando pide más chicharrón es porque él `sigue teniendo la misma hambre´, y eso era algo que yo le decía a mi mamá también, así que hay mucho de mí en el libro, pero a la vez quiero que haya mucho de los niños en él”, indicó.

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Para Sierra Fincke resulta primordial que los métodos de enseñanza se redirijan a “enseñar a través del apapacho” o “del piojito”. “Mi propuesta es que llegarás a los alumnos a través del juego, en las primeras etapas no tienen porqué saber el nombre de las notas, las aprenderán eventualmente, pero de momento que las llamen como ellos quieran; por otra parte, invito a los docentes a capacitarse y a atreverse a romper las barreras que se nos han impuesto desde la pedagogía y a pensar ‘afuera de la caja’, a atrevernos a enseñar de una forma innovadora y a reeducarnos en temas de inclusión, porque a nadie se nos prepara para darle frente. Por la Agenda 2023 todos estamos obligados a atender la inclusión; pero no se nos da ninguna herramienta pedagógica para poder hacer nuestros materiales mucho más inclusivos; por ello insisto en que desde la parte lúdica podemos atender todo ese tipo de situaciones y necesidades”, puntualizó.

Para adquirir un ejemplar del libro se puede acudir directamente con el dicente a través de su página de Facebook, Amadeus Arte Divertido, o en las Librerías Educal. Su precio ronda entre los 400 y 600 pesos.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro