¿Qué haces cuando eres demasiado grande en un mundo en el cual el tamaño grande se proyecta como no sólo objetable desde lo estético sino también como un fracaso moral?
Les voy a contar que estaba renuente a contratar HBO Max, pero cuando me enteré de que esta serie estaba en su catálogo terminé sucumbiendo, y es que tenía muchas ganas de verla porque cuestiona las formas en las que hemos interiorizado la gordofobia, un tema que me atraviesa y en el que, últimamente, he estado muy clavada.
La serie en cuestión se llama Shrill y está basada en el best seller autobiográfico de Lindy West, una columnista de GQ y The Guardian que se especializa en temas que abordan la imagen del cuerpo y la cultura popular. Lindy es considerada una escritora de la talla de Rebecca Solnit, por lo tanto, se sabe que, con esas referencias, ya estamos hablando en serio.
Este es mi cuerpo. Es MÍO. No me avergüenzo de ello de ninguna manera. De hecho, amo todo al respecto. No tengo que justificar su genialidad / atractivo / sanidad / utilidad a nadie porque es MÍO. No es tuyo.
La serie, que por cierto es cómica, la protagoniza y produce Aidy Bryant, quien es una de las figuras de Saturday Night Live, y a lo largo de tres temporadas, nos cuenta la historia de Annie, una mujer gorda que quiere cambiar el rumbo de su vida sin tener que modificar su cuerpo, a pesar de que se rodea de una sociedad que no se cansa de juzgarlo.
Mientras Annie nos muestra sus relaciones tóxicas, a sus papás enfermos y como lidia con un trabajo demandante, paralelamente también vemos temas referentes a la comunidad LGBTQ+, el feminismo hueco, el racismo, la cultura de la cancelación y como dije antes, la gordofobia. A lo largo de los capítulos, podemos ver como Annie sufre agresiones debido a su peso, por un lado, tenemos a una madre constantemente “preocupada” por su “salud” y por el otro a un novio que le avergüenza decirles a sus amigos que sale con “la gorda” y la obliga a salir de su casa por la barda trasera.
Por favor no se olviden: soy mi cuerpo. Cuando mi cuerpo se achica, sigo siendo yo. Cuando mi cuerpo se agranda, sigo siendo yo. No hay una mujer delgada dentro de mí, que espera se excavada. Soy una sola pieza.
Aún con todo esto, la protagonista no queda exenta de expresar su gordofobia interiorizada y se niega a salir con un hombre solo por ser gordo como ella; Shrill es la historia de una chica que busca su lugar en un mundo donde las mujeres deben ser pequeñas, especialmente en lo físico, para gustarle a los hombres, y donde todos pueden opinar de tu peso sin que se los pidas, donde los doctores todo lo quieren arreglar con by pass gástrico sin explicarte las consecuencias porque la delgadez es sinónimo de triunfo aunque vivas con un transtorno de la conducta alimentaria u obligada a tomar vitaminas de por vida.
Les recomiendo mucho que busquen Shrill, en cualquiera de sus versiones, libro o serie, porque con un sentido del humor destacable nos da un acercamiento a las violencias y discriminación que enfrentan las personas gordas y cuestiona las formas en las que hemos interiorizado la gordofobia.
Y existe la suposición de que, si eres gorda, te has dado por vencida. Yo hago ejercicio todo el tiempo. No como donas en el desayuno, el almuerzo y la cena.
Recuerden que ser gordo, es solo eso, ser gordo, así como sé es alto, bajo, delgado, etc …ser gordo no es sinónimo de enfermedad ni de holgazanería, tenemos que empezar a estudiar un poco más y desmitificar estos conceptos, y Shrill nos da una buena dosis de esto y además uno ríe mucho.
A Lyndy West la encuentran en IG como @thelindywest y a Aidy Bryant como @aidybryant y nosotros nos vemos/leemos pronto en la próxima #recomendaciónperra.
Nota al pie: si ya no nos vemos este año, agradezco sus lecturas y deseo comiencen un 2022 con mucha felicidad y con muchas ganas de seguir descubriendo nuevos contenidos que nos despierten la conciencia y transformen nuestro pensamiento ¡Besos!