La primera vez que Jorge Carrión tuvo contacto con la Inteligencia Artificial (IA) fue cuando entró en la mente de una para escribir su novela de antropología big-data y distópica, Membrana, en 2019. Tiempo después, la misma pandemia lo orilló a reflexionar sobre los avances tecnológicos y el papel que estos deben tomar dentro del ámbito creativo.
“Yo lo que hago en las masterclass que imparto en diversas casas literarias es comunicar la idea de que [los escritores] tienen que informarse y saber qué herramientas hay a su disposición actualmente. Todos atravesamos lagunas o zonas en las que somos más débiles, y es parte del trabajo de los escritores identificar estas áreas de oportunidad y en esos casos la Inteligencia Artificial puede ser aprovechada”, expresa el también crítico literario y académico en entrevista con Diario de Querétaro.
Tras la conclusión de Membrana, la intriga del autor con respecto a la funcionalidad de las IA solo fue en aumento. Así fue que llegó con el Taller Estampa en Barcelona, donde lo invitaron a realizar diversos ejercicios literarios utilizando el Chat GPT, un chatbot o asistente virtual que es alimentado con técnicas de aprendizaje para mejorar su modelo de lenguaje.
“Cuando yo comencé a trabajar con el Chat GPT 2, en su momento la empresa permitía descargar el software a la computadora y así entrenar a la IA a la propia conveniencia; no se corría el riesgo de que la información compartida se quedara en su base de datos general, como puede ocurrir hoy en día. Este riesgo es gracias a que la empresa vio que se podía generar un negocio. En teoría puedes pagar y evitar que se almacene la información, pero sabemos que no siempre eso es garantía, así que ese puede ser uno de los riesgos, por eso siempre hay que ser precavidos y no mandar todo un documento a revisión del algoritmo”, comenta.
Desde la opinión de Carrión, los artistas tienen que aceptar la emergencia de nuevas tecnologías y buscar la manera de aprovecharlas, esto para combatir la sensación de que la “máquina los va a rebasar”.
“Creo que es importante que uno se documente, se informe adecuadamente y después busque situarse frente a esta tecnología, como cómplice o enemiga. Yo imagino que mucha literatura y arte que se realizará en nuestra época será creada en oposición a lo que puedan crear las máquinas, pero considero que antes de tomar una postura, la comunidad artística tiene que informarse adecuadamente sobre este nuevo ecosistema”, enfatizó.
Durante su ejercicio con las IAs, el escritor se propuso crear a Jorge Carrión Espejo; es decir, entrenó a una Inteligencia Artificial para poder replicar su trabajo y para que tuviera la capacidad de redactar como si fuera él, lo describe como dejar una parte de él dentro de la red.
“Siento que me volví más análogo después de este ejercicio”, afirma durante la entrevista, “y creo que algo interesante que descubrí de este ejercicio fue que sí, la escritura es el resultado de una base matemática que consiste en determinadas combinaciones; sin embargo, el pensamiento humano es un factor excepcional, que difícilmente puede ser replicado por una máquina”.
Sin querer “predecir el futuro” –porque eso siempre resulta apocalíptico, expresa–, el autor señala que todo parece indicar que el mundo digital está tomando terreno y no hay de otra más que sumarse a esta dinámica. “Siento que llegará un punto que el uso de la Inteligencia Artificial sea vista tan natural que ya no se hará distinciones o señalamientos por su presencia. Podría decir que pudiera pasar a ser un buscador como Google, o que sucederá como en la fotografía que cuando se empezó a usar el Photoshop los fotógrafos indicaban qué filtro utilizaban, cuando ahora ya no es una práctica que se hace, se utilizan, pero ya no se hacen distinciones. Siento que para allá vamos y no significa que reemplazará nuestra forma de crear, sino que la potencializará”, finalizó.
En sus más recientes trabajos, el autor publicó el libro llamado Los campos electromagnéticos, donde acredita como coautor al Chat GPT. En dicho texto retoma la corriente del surrealismo al intercalar propuestas literarias de su autoría y de los jóvenes del Taller Estampa, al igual que algunos versos de los algoritmos. El libro incorpora ejercicios de escritura especulativa y prácticas de escritura artificial, lo que hace de la propuesta única en su naturaleza.
Cabe mencionar que recientemente el autor visitó la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para dialogar sobre el papel del storytelling en tiempos de la Inteligencia Artificial. También impartió el curso Narrativas con Chat GPT.
➡️ Únete al canal de Diario de Querétaro en WhatsApp para no perderte la información más importante
Más sobre el escritor
Jorge Carrión nació en Tarragona, España en 1976 pero ha pasado la mayor parte de su vida en Mataró y Barcelona. Es doctor en humanidades por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y codirector del Máster en Creación Literaria de la UPF-BSM (junto con José María Micó). Ha vivido en Buenos Aires, Rosario y Chicago. Publica regularmente en diversos medios, entre ellos La Vanguardia e Infobae. Durante siete años fue el crítico cultural de las ediciones en español del New York Times (cinco años) y el Washington Post (dos). Es autor de las novelas Los muertos, Los huérfanos, Los turistas, Los difuntos, Membrana, Todos los museos son novelas de ciencia ficción; y de varios libros de no ficción, entre los que destacan Australia. Un viaje, Teleshakespeare, Librerías, Barcelona. Libro de los pasajes, Contra Amazon y Lo viral. Fue comisario de las exposiciones Las variaciones Sebald del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y Todas las bibliotecas del mañana del centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián. Con Sagar ha publicado dos libros de cómic: Barcelona. Los vagabundos de la chatarra y Gótico; y con Javier Olivares, Shakespeare & Cervantes y Warburg & Beach. Es el autor y el narrador del podcast Solaris, ensayos sonoros, y Ecos. Ha sido traducido a quince idiomas.
.jpg "go_CENTRO QUERETANO DE LA IMAGEN_HA_9 (1).jpg")
