Kenzaburō Oe (31 de enero de 1935-Tokio, 3 de marzo de 2023) fue un escritor japonés y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1994. Su obra literaria está marcada por una estética que se enfoca en la exploración de temas universales, como la identidad, la memoria, la familia y la historia, a través de un estilo narrativo complejo y experimental.
Una de las características más distintivas de la estética literaria de Oe es su enfoque en la escritura autobiográfica, en la que el autor explora su propia vida y sus experiencias personales para crear una obra que hilvana motivos personales y universales con sus propios rasgos particulares. Ecléctico, Oe también utiliza técnicas literarias como la introspección, la reflexión y el simbolismo para crear una narrativa compleja que se adentra en las profundidades de la psique humana.
Una característica importante que vale la pena destacar de la estética literaria de Oe es su uso del lenguaje. El autor utiliza una escritura poética, enigmática, por momentos críptica, que se caracteriza por la repetición de palabras, la creación de juegos de palabras y la exploración de significados múltiples. Este uso del lenguaje permite a Oe crear una narrativa que es a la vez hermosa y desconcertante, y que invita al lector a reflexionar sobre los temas universales que explora.
A propósito de la reciente muerte del autor, recordamos La presa de Kenzaburō Oe; una novela que se destaca por su complejidad estética y narrativa. En términos de estética, la novela se caracteriza por una escritura poética y enigmática que utiliza técnicas como la repetición de palabras y la exploración de significados múltiples. El autor también utiliza el simbolismo para crear una narrativa que se adentra en las profundidades de la psique humana.
Novela breve publicada en 1957, la historia sigue a un grupo de personajes predominantemente infantiles que se ven afectados por la presencia de un aviador negro que se estrella cerca de la aldea. La presencia del negro causa miedo y confusión en los habitantes, especialmente en el protagonista, un niño que se convierte en una especie de líder religioso para los niños de la aldea:
Bajé unos cuantos peldaños apretando la cesta contra mi pecho. A la débil claridad que proporcionaba una bombilla desnuda, vi a la `presa´ acurrucada en el suelo. Por un momento quedé fascinado contemplando la gruesa cadena de trampa para jabalíes que ataba su negro pie a una pilastra. La `presa´ que se rodeaba las rodillas con los brazos y tenía el mentón hundido entre sus largas piernas, alzó hacia mí unos ojos inyectados de sangre, unos ojos aceitosos cuya viscosidad parecía atraparte. Toda la sangre se me agolpó de repente en las orejas, y me puse colorado como la cresta de un gallo.
En cuanto a la estética, la novela presenta una prosa lírica y descriptiva que crea una atmósfera intensa y emotiva. Oe utiliza técnicas como la repetición y la exploración de significados múltiples para crear una narrativa simbólica y enigmática que invita al lector a reflexionar sobre los temas universales que se exploran en la historia.
En cuanto a la narrativa, La presa es una historia profundamente autobiográfica que explora temas como la identidad, la memoria y la historia. A través de los personajes, la novela muestra cómo el pasado y las experiencias pasadas influyen en la forma en que los personajes ven el mundo y se relacionan entre sí; de hecho, el pueblo donde ocurre la narración remite al lugar de nacimiento de Oe. También hay un fuerte enfoque en la naturaleza y en cómo los personajes se conectan con ella.
El prisionero acabó por convertirse en algo que llenaba por completo la vida cotidiana de los niños de la aldea, en la única y exclusiva preocupación de los chiquillos que ocupaba cada minuto, cada segundo, de nuestra existencia. Era comouna enfermedad contagiosa que nos contaminó sucesivamente a todos.
➡️ Si quieres recibir las noticias en tu Whatsapp, envía la palabra ALTA
En términos de su vinculación con la literatura latinoamericana, La presa tiene similitudes con el realismo mágico que se encuentra en autores como Gabriel García Márquez y Juan Rulfo, a quienes Oe sostuvo vínculos de amistad, incluyendo a Octavio Paz y a Mario Vargas Llosa. La novela de Oe utiliza la imaginación y la fantasía para explorar temas universales, y utiliza la literatura como un medio para cuestionar las verdades establecidas y explorar la complejidad de la vida humana desde un guiño autobiográfico. Como señala Justo Navarro en la introducción: “Porque la literatura no nombra lo sagrado, sino la ausencia irreparable de los sagrado, herida incurable, vacío que no se puede llenar”.