“Las leyes no son inamovibles”: Vicente Alonso

En La sangre desconocida el autor aborda múltiples movimientos civiles en México y Estados Unidos, y su impacto en el concepto de la legalidad

Alma Gómez | Diario de Querétaro

  · jueves 10 de noviembre de 2022

Foto: Cortesía | Penguin Random House

En La sangre desconocida, la novela más reciente de Vicente Alfonso que ya se encuentra disponible en todas las librerías bajo el sello de Alfaguara, se cuenta la historia de tres personajes principales: un maestro de derecho quien se relaciona con una alumna que a su vez tiene un pasado tormentoso; un escritor frustrado que ronda los 40 años, y un una joven heredera de múltiples empresas tabacaleras que es secuestrada.

Historias que se relacionan fuertemente con movimientos civiles realizados en la década de los 70 tanto en México como en Estados Unidos, como lo fue la Liga Comunista 23 de Septiembre.

La sangre desconocida recopila múltiples testimonios de guerrilleros que participaron en movimientos de lucha y protesta en nuestro país, aunque eso sí, cubiertos con una capa de ficción que convierte a la novela en un thriller policiaco.

En entrevista, Vicente Alfonso señala que uno de sus intereses principales al momento de escribir dicha novela, es invitar a los lectores a cuestionarse ¿Qué es la legalidad? ¿Quién decide qué es legal y que no? ¿Qué tanto han cambiado las luchas civiles en nuestro país?

Además de las luchas civiles contra gobiernos corruptos ¿Qué otros temas abordas en el libro?

La sangre desconocida sí tiene como temática central algunas luchas civiles ocurridas en los años 70 ocurridas tanto en estados unidos como en México, pero hay muchos otros temas que creo yo que son centrales (...) otra reflexión es la manera de ver el fenómeno de la legalidad, creemos que lo legal es algo que está en piedra y que no puede ser cambiado, pero yo recuerdo que cuando era niño era ilegal tener un chocolate o unos tenis que no fueran hechos en México y ahora cualquier producto hecho en otra aparte del mundo puede pasar fronteras, lo que no pueden pasar frontera son nuestros connacionales, si no tienen visa, esos son fenómenos que debemos cuestionar y es otro de los temas en el libro.

¿De dónde viene el nombre del libro? ¿Es por todas estas situaciones en las que la sangre nos acompaña?

Así es, uno de los personajes dice que asistimos a una especie de civilización que tiene mucho de vampírica, en tanto que no hay día en que no leamos o escuchemos la palabra sangre y es verdad (...) la sangre tiene un papel central en nuestra vida, con connotaciones a veces muy positivas y a veces muy negativas, cuando decimos que algo nos viene de nacimiento decimos “lo traes en la sangre”, y cuando queremos amenazar a alguien décimo “aquí va a correr sangre”, el título tiene varias acepciones, La sangre desconocida apela a estos personajes con los que podemos o no estar de acuerdo con sus luchas, pero siempre es reconocible que alguien se involucre en esas luchas al grado de dar la vida. Muchas jóvenes por ejemplo en los años 70 se involucraron en las células por ejemplo de la Liga Comunista 23 de Septiembre y no se les volvió a ver, La sangre desconocida por un lado también es esa sangre que corrió en la oscuridad y que ha sido silenciada.

En el libro abordas particularmente el tema de la Liga Comunista 23 de Septiembre, un movimiento que consideras que es una historia silenciada ¿Por qué decidiste abordar el tema?

La historia llegó a mí de diferentes maneras, en diferentes puntos del país hay memoria viva de gente que se involucró en esos movimientos, yo recuerdo haber estado en contacto con personas que participaron en estos movimientos pero no me llamaba tanto la atención sino hasta después, cuando empecé a cuestionarme (...) Una de las maneras de sofocar estas voces disidentes era declararlas ilegales, esa es también una operación de guerra a otros niveles, pienso por ejemplo en las comunidades que buscan cierta autonomía como las policías comunitarias o las autodefensas, es muy fácil decir “son delincuentes, les encanta andar armados”, no, muchas veces es gente que ya intentó por las vías legales y no ha sido escuchada, está desesperada.

Entonces aunque la historia de este libro habla de movimientos en la década de los 70, son situaciones que siguen presentes

Por supuesto, nunca es absolutamente estable el equilibrio de fuerzas, siempre hay intereses en conflicto y no podemos evitarlo. Me interesa mucho destacar que las leyes no son inamovibles sino que son fruto de las discusiones colectivas que tenemos, lo que ayer era ilegal hoy puede ser legal, y al revés, lo que ayer era legal hoy puede considerarse ilegal, más nos vale pensar en eso.

Has mencionado que varios de los personajes de esta historia están basados en casos reales, cercanos a ti ¿Cómo conociste estas historias?

Soy hijo de abogados y mis padres hacían mucha labor social en favor de campesinos, personas marginadas, no era raro que fuéramos a hablar con un grupo de campesinos o colonos, en ese sentido en al novela hay un homenaje a mis padres que hicieron mucha labor social y que en ese momento yo no me daba cuenta de que estaba creciendo en ese doble ambiente, por un lado de los expedientes y los juicios y por otro lado del trabajo comunitario. En estas luchas radicales lo que hice fue que en algún momento coincidí con un ex guerrillero, ya falleció, pero él me ayudó mucho con la investigación de la novela y me mandó con excompañeros suyos, muy recelosos, al principio no querían hablar (...) pero a veces la novela ofrece un espacio para la gente que aún tiene miedo de contar sus historias, siempre tenemos ese haz bajo la manga que es contarlo en clave de ficción aunque mucho de lo que se cuenta sí le ocurrió a las personas.

En 2021 fuiste ganador del Premio Nacional de Novela Negra “Una vuelta de tuerca” ¿Qué opinión tienes sobre este premio que nace en Querétaro?

En el muy difícil entorno en que vivimos a nivel internacional, la novela representa un ejercicio para ver de manera crítica la realidad, la novela negra es una máquina de dudar y siempre necesitamos ciudadanos críticos, es muy celebrable que Querétaro sea la casa de un premio tan importante como es “Una vuelta de tuerca”. Se ha cultivado muchísimo la imagen del escritor como este tipo que está en una chimenea en pantuflas con una pipa y un perro ahí echado, inventando cosas que no tiene que ver con la realidad, pero creo más en la tarea del escritor como alguien que está atento a lo que está ocurriendo a su alrededor.