Este fin de semana, Querétaro se convirtió en el epicentro de un encuentro editorial internacional que reunió al público con los pensadores más brillantes de la época moderna, y las editoriales locales quisieron aprovechar este furor por la literatura al sumarse con su propio evento independiente.
“Desde que se hace este festival que trae a autores extranjeros y plumas consagradas a la ciudad, [las editoriales locales] hemos levantado la voz… o levantado la mano. No es el primer evento que se hace en contrapropuesta o en paralelo con lo que pasa en la ciudad. Y más que ser un movimiento reaccionario, yo diría que lo que buscamos es aprovechar este momento de turismo literario –si pudiéramos llamarlo de alguna forma–, para presentarles lo que se está generando en nuestro estado y que empata con lo que vienen a consumir de estos escritores de renombre”, expresó Oliver Herring, editor y coorganizador de No Hay, No Hay Festivalito Editorial.
El nombre de la iniciativa retoma, con tintes irónicos, la forma en que se hace gestión cultural desde el Estado y se distribuyen los recursos públicos; sin embargo, cabe señalar que este proyecto surgió desde las entrañas del pabellón de editoriales queretanas que tuvo la Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales de Querétaro (FILMAQ). “Ese evento detonó que Luis Osorno, del Taller de las Flores Raras, los de la editorial Hacia la Salud como Flujo, y yo, nos pusiéramos a platicar y surgiera la idea de esta jornada (...) Debo decir que hay una red de amistad y compañerismo entre las editoriales locales, por lo que siempre procuramos invitarnos a formar parte de este tipo de eventos”, añadió Herring en entrevista.
Las propuestas locales que se sumaron a esta primera edición fueron: Red de Apoyo Anónima de Stickers, Milpa Constelación, Pinos Alados, Caracol Aullador, Estesicoro, Hacia la Salud como Flujo, Flores Raras, Sindicato Sentimental, Mitote Literario, Vairocana Diy, Antifutura, Ediciones Monita, Herring Publishers, Revarena, Gato Sabio y Cafetería vegana Mapache Radical. Los organizadores esperan que este proyecto se pueda replicar en los próximos años y que cada vez se vayan sumando más y más propuestas independientes.
Los interesados pueden conocer próximos eventos de esta naturaleza a través del Instagram: @lasensacional.qro.
Crean su propia plataforma
Durante la jornada se llevó a cabo la venta de libros y fanzines, presentaciones editoriales, conversatorios que giraban en torno al impulso de proyectos autogestivos, lecturas dramatizadas, open mics, talleres y presentaciones artísticas.
Aunque no hay un número estimado de asistentes, se cree que en las primeras tres horas del evento ya se habían acercado al menos 70 personas.
Acercar a las audiencias a las voces de autores emergentes puede ser uno de los factores que hacen de este proyecto un atractivo para los lectores, y ese fue el caso de Gaby Gutiérrez y Robi Garrido, quienes se denominan lectores voraces y cazadores de las actividades independientes. “A mí me encanta leer y a veces este pasatiempo puede resultar ser algo caro, así que siempre estoy buscando proyectos más accesibles que me puedan acercar a la literatura de calidad”, comentó Gaby.
“Creo que la literatura no es solo para entretenernos, sino que también es gestora de movimientos que buscan sacudir la estructura social capital, así que me parece interesante ver este tipo de contrarrespuestas a proyectos elitistas que dejan fuera a muchos artistas y a las audiencias”, señaló Robi.
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“Yo siento que soy muy nuevo en este mundo, desconocía que existía un movimiento literario independiente en mi ciudad, pero por las amistades que uno hace, te vas enterando de estos proyectos. Creo que lo más interesante ha sido leer a mis propios amigos, porque ellos han publicado de forma independiente, así que descubrir el talento de mis pares, lo que pasa por su cabeza y su voz, ha sido enriquecedor e inspirador”, compartió Josué Isaac, otro de los lectores asistentes.
Andrés Paniagua viajó desde la Ciudad de México a nuestra capital para conocer este festivalito editorial. “Creo que lo esencial es entender que la idea de propiciar no solo la creación editorial, sino también la reacción artística desde lo colectivo es importante. Es una iniciativa interesante que genera alternativas para los creadores autónomos y nos demuestra que aunque las instituciones nos cierren las puertas, nosotros mismos podemos generar nuestros propios proyectos. No es lo ideal, pero al final ¿cómo podemos conseguir visibilidad si nosotros mismos no alzamos la voz?”, puntualizó.