Por lo menos cuatro generaciones de queretanos tienen un recuerdo en el Teatro de la Ciudad… o en el Teatro Cine Alameda, como se llamaba cuando abrió sus puertas en 1946 y su marquesina anunciaba películas de aquella época.
No hay que hacer un ejercicio de imaginación demasiado riguroso para saber cómo lucía antes este recinto, pues aún quedan huellas de lo que fue, empezando por la gran escalera de azulejos que conduce a los visitantes hasta su vestíbulo y pasillos con hornacinas.
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A casi 80 años de su apertura, el periodista e historiador David Estrada presenta un libro que no solo reúne la historia de este antiguo teatro, también habla del cine y de los espectáculos en Querétaro como correlatos de su existencia.
La obra fue publicada este año por la editorial municipal Letra Capital, y fue presentada en el escenario del mismo Teatro de la Ciudad frente aun público heterogéneo que no dudó en compartir sus propios recuerdos con el autor.
David ha dedicado gran parte de su vida a investigar al Querétaro del siglo XX, una época que considera poco explorada por otros historiadores; por lo que ha creado un archivo especializado con todo tipo de documentos de ese período; desde periódicos, libros y fotografías, hasta videos, afiches, boletos y toda clase de objetos que le sirven como piezas de rompecabezas.
Así que el libro es apenas una muestra de esta ardua labor que ha realizado el investigador desde hace tiempo, y que ha sintetizado en diferentes capítulos que integran distintos momentos de la historia del Teatro de la Ciudad: El cine en Querétaro; Luis R. Montes y su circuito de cines en el país; la inauguración del Teatro Cine Alameda y su época dorada; los minicines Alameda 2 y 3; la huelga, el cierre y su abandono; su recuperación y reapertura como Teatro de la Ciudad; la creación de la cineteca Rosalío Solano y de la galería de arte, y su rehabilitación reciente.
La obra pertenece a la colección Acueductos de Letra Capital, y se pueden conseguir ejemplares gratuitos tanto en las presentaciones de libro que organiza la editorial como en las oficinas de la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro.
- Aquí les compartimos algunos extractos pertenecientes al capítulo dedicado al nacimiento del Teatro Alameda: Una joya para Querétaro, a fin de que se animen a hojearlo pronto.
El empresario jalisciense Luis R. Montes inició la construcción del Teatro Cine Alameda y el Hotel Colonial el 24 de julio de 1944, "en pleno corazón de Querétaro, a un lado del bello y romántico Jardín Guerrero”.
El edificio, realizado en un periodo de 27 meses y amparado por los beneficios de construcción contenidos en la Ley No. 33 de Protección a la Industria y Nuevos Edificios, promulgada el 9 de junio de 1944, fue declarado "de conveniencia y utilidad pública" el 28 de agosto de ese mismo año, una vez que fue presentado el dictamen.
Para inicios del mes de octubre de 1946, el semanario El Día reseñaba: "Para el día 11 se anuncia la inauguración del Teatro Cine Alameda, levantado frente al Jardín Guerrero y las calles de Allende. Abre sus puertas al público, de pronto, cuando menos se esperaba, ya que muchos creían olvidada la obra, al ver que no había señales exteriores de trabajo, pero una laboriosidad incesante se realizaba en el interior, donde ingenieros, artistas y especialistas diversos se dedicaban a decorar y acomodar todas las instalaciones precisas para ofrecer al público una sala de espectáculos tan buena o mejor que las mejores de los demás teatros del centro de la república.
La noticia es altamente grata para Querétaro. En primer lugar, porque es la primera edificación en toda esta serie de progreso iniciado en la ciudad que se concluye y se inaugura. Y en segunda parte, porque viene a cumplir una necesidad apremiante, ya que Querétaro no contaba con un coliseo de primera clase que respondiera a la afición y honesto esparcimiento a que nuestro público es tan asiduo. Ahora ya tenemos un Teatro Cine digno de estos buenos tiempos de nuestra ciudad. Será para el público una verdadera sorpresa. El dinámico hombre de empresa, D. Luis R. Montes, es digno de las mejores felicitaciones que indudablemente habrán de prodigarse en estos próximos días".
Para una ciudad como Querétaro, considerada hasta mediados de la década de los cuarenta como "triste y silenciosa", la inauguración del gran Teatro Cine Alameda (digno escenario para la presentación de las mejores producciones nacionales y extranjeras, así como los más vistosos espectáculos de variedad y teatro"), constituyó todo un acontecimiento social y cultural.
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"Un suceso histórico", definió los días previos la prensa local. Las más de 2,000 invitaciones para "la grandiosa inauguración del insuperable Teatro Cine Alameda", enviadas a lo más selecto de la sociedad queretana y del Bajío, tenían el siguiente texto:
"LUIS R. MONTES participa a usted que a las 21 horas del día 11 del presente, se hará la inauguración del Teatro Alameda, del más puro estilo colonial, equipado con todos los adelantos de la técnica moderna, teatral y cinematográfica, digno de esta ciudad de Querétaro, relicario de historia y arte, y que ofrece como cooperación en el esfuerzo creador en el actual progreso de la misma, que auspicia su gobernante, el Sr. Lic. Agapito Pozo. Querétaro, Qro., octubre de 1946".
