“Bajo la luna de abril, bajo el manto del sereno, he caminado hasta aquí para interrumpir tu sueño”, canta a capella José Luis Aguilar, cuando se le pregunta por el encuentro musical más romántico de la ciudad, que adopta el nombre de la canción citada: “Mi voz y un bolero”.
La segunda edición de este festival internacional se realizará el próximo 9 de mayo, en el Teatro de la Ciudad, “como preámbulo al Día de las Madres”, agrega el cantautor veracruzano, quien a lado de Trío los Dandy´s, Manuel Ascanio, Son Compay y María Palmar, deleitará al público a través de canciones como “Quizás, quizás, quizás” de Osvaldo Farrés, “Los dos” popularizada por Los Panchos, y “Por lo que queda”, de su autoría.
De acuerdo con el también llamado “Pintor musical de Querétaro—por sus más de 30 canciones inspiradas en la historia y cultura de la entidad--, el evento no solo pretende enaltecer al bolero como poesía musicalizada, también busca con su difusión, que sea reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
“No hay que olvidar que el bolero es algo que identifica a América Latina con el resto del mundo. Aunque los historiadores todavía no se ponen de acuerdo, se dice que este género nace entre 1883 y 1886, y que en 1884 es cuando se escribe la primera canción Tristezas, del cantautor cubano José Pepe Sánchez. Más tarde el bolero entra al país por la Península de Yucatán, y en 1918 se escribe en México la primera canción de este género titulada Madrigal y posteriormente, en 1921 se populariza a nivel nacional Morenita mía”, relata Aguilar.
La inauguración será presidida por el grupo infantil que integra a Ecos Ludarte, una asociación civil fundada en 2015 por José Luis, con el objetivo de fomentar la música representativa de América Latina, y apoyar a niñas y niños queretanos de escasos recursos, para el desarrollo de sus habilidades artísticas.
“En el Centro Cultural La Casa del Faldón, impartimos dos talleres: uno el de guitarra, conformado por 15 niños, quienes no solo estudian la técnica, también aprenden de solfeo para que más adelante puedan tocar otros instrumentos, y si lo desean, optar por una carrera artística. Por otro lado, formamos a niñas dentro de la danza regional y danza contemporánea, y estamos a punto de abrir un grupo de percusión menor, para que los interesados aprendan a tocar los bongos y el cajón peruano”, detalla el cantautor, y afirma que aunque con este evento no lograrán recaudar los suficientes fondos para consolidar sus proyectos, a lo largo del año organizarán otras actividades que les permitan becar a más niñas, niños y jóvenes de entre 6 y 14 años.