A pocos días de cerrar el año, hicimos un recuento de los mejores eventos culturales que destacaron tanto por sus protagonistas, como por la calidad en su producción y su poder de convocatoria
Mundo fantástico
Este año, Querétaro fue sede de la CONQUE y del Hay Festival, dos macro eventos culturales que reunieron a grandes personalidades de la literatura, la música y los espectáculos.
En su tercera edición, la CONQUE –uno de los eventos de entretenimiento y cómics más relevantes en México–, tuvo como protagonista a los actores Elijah Wood, Tom Holland y Jake Gyllenhaall, además de 77 autores nacionales e internacionales.
Además de conocer la Peña de Bernal, en su visita Wood habló acerca de sus inicios en el medio; sobre su trabajo como actor y productor cinematográfico, además de su experiencia en la saga “El Señor de los Anillos”.
En tanto, los protagonistas de la cinta “Spider-Man: lejos de Casa”: Tom Holland y Jake Gyllengall, fueron invitados a la edición a dos meses del estreno de este filme.
¡Dos grandes!
A cuatro años de su primera edición, el Hay Festival tuvo como estelares a Lol Tolhurst, baterista de The Cure, y al actor y director mexicano Diego Luna, quien participó en el programa con la presentación de “El día después”; una iniciativa que nació tras advertir la polarización y violencia acaecida en los pasados comicios, y cuyo objetivo es promover la ciudadanía y la participación social en el país.
El icónico miembro fundador de la banda británica de rock alternativo, dio a conocer su libro autobiográfico “Cured, The tale of two imaginary boys”, y deleitó a sus seguidores con una charla musical, en la que interpretó temas de su tercer álbum “Faith”.
Arte a la calle
Entre las visitas internacionales, también destacó la presencia de Martha Cooper, la llamada “Abuela del grafiti”, quien en la galería perimetral de la Alameda Hidalgo inauguró una exposición cronológica de su trabajo fotográfico titulado “Evolución de una revolución”.
Además de incluir sus icónicas fotografías en Harlem y el Sur del Bronx, la documentalista presentó las últimas imágenes que ha hecho en diferentes lugares del mundo como Querétaro; donde documentó las faenas de 33 artistas en el proyecto “Agua es una”, realizado en el Centro Educativo y Cultural “Manuel Gómez Morín”.
Cine a la antigua
Teniendo como escenario el Teatro Metropolitano, la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ) y los compositores de Interciclos, hicieron el estreno mundial de una sinfonía de horror basada en la cinta de terror de 1992, “Nosferatu”.
La película fue proyectada y musicalizada en vivo por los instrumentistas, quienes a lo largo de 90 minutos interpretaron las seis piezas creadas por el colectivo.
Para este proyecto, la OFEQ consiguió la cinta completa a través de la Fundación Marnau, e Interciclos trabajó durante cinco meses en la traducción musical de las imágenes, logrando sumergir al público en un ambiente sonoro parecido al de las salas de antes, cuando los músicos eran quienes se encargaban de sonorizar en vivo las escenas de las películas mudas.
Con el exdirector Ludwig Carrasco a la batuta, la agrupación logró realizar este año diez estrenos mundiales; entre estos “Tierra de fuego” de Lilia Vázquez; “...para atrapar un son” de Mauricio Beltrán; “El barco” de Claudia Herrerías” y “Obertura de Fausto” de Emilie Mayer.
Cantautores a la orden
Por sexta ocasión, Querétaro fue sede del Trovafest; un festival cuyo programa fue coronado con la música de los cubanos Pablo Milanés y Carlos Varela, así como del colombiano, Andrés Cepeda; el mexicano Fernando Delgadillo y el peruano, Gian Marco.
Poco tiempo después de este macro evento, Sabina y Serrat concluyeron con su gira por México “No Hay Dos Sin Tres” en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
Con un sold out y al ritmo de “19 días y 500 noches”, “Y sin embargo”, “Hoy puede ser un gran día”, "Y nos dieron las diez", “ Tu nombre me sabe a hierba” y “ Caminante no hay camino”, entre otros temas, los heraldos de la trova se despidieron de sus fans en una velada llena de nostalgia.
Más de medio siglo haciendo teatro
A 60 años de su creación, la compañía Cómicos de la Legua fue reconocida por el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Cultura, como Patrimonio Cultural Inmaterial de Querétaro.
La declaratoria se realizó luego de que la agrupación diera lugar a su tradicional función de aniversario en el atrio del templo de Santa Rosa de Viterbo; mismo sitio donde el 5 de septiembre de 1959, sus fundadores Hugo Gutiérrez Vega, Juan Servín, Paco Rabell, Roberto Servín, Raquel Gutiérrez, Sergio Padilla, María Elena Cisneros, Zeroina Contreras, entre otros actores, presentaron su primera función.
Querétaro creativo
Querétaro fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como “Ciudad Creativa del Diseño”.
Tras este nombramiento, el municipio se integra a una red conformada hasta el momento por 246 ciudades de todo el mundo, y asume nueva tareas y proyectos enfocados a consolidar la creatividad como factor estratégico del desarrollo social.
¡Más museos!
Con el objetivo de rescatar y resguardar esculturas, pinturas, documentos, vestimentas, entre algunos otros objetos históricos del siglo XVIII; el 27 de febrero se abrieron las puertas del Museo de Sitio de Santa Rosa de Viterbo.
La colección elegida para la inauguración fue “El regreso de las Madres Rosas”; un conjunto de piezas pertenecientes a las beatas que habitaron esta edificación del siglo XVIII, hasta su exclaustración por las Leyes de Reforma.
En el acto, el gobernador del Estado, Francisco Domínguez Servién, informó que el proyecto fue integrado a una red de 47 museos en Querétaro, de los cuales nueve han sido creados en su administración, así como seis museos comunitarios.
Para reírse de la realidad
El caricaturista y escultor queretano, Rubén González, inauguró en el municipio de Corregidora, el primer museo dedicado al arte humorístico en la entidad.
En este espacio, que lleva por nombre el del autor, se exhibe una muestra de sus más de 600 esculturas y cartones –tanto políticos y alegóricos como costumbristas–, que él mismo ha catalogado como “cariesculturas”.