Cuando la escritora queretana Lola Ancira publicó la primera edición de “El vals de los monstruos”, recuerda que los lectores lo catalogaron en seguida dentro del género de terror, y a ella eso le pareció muy extraño, pues las historias que componen a este libro fueron inspiradas en la realidad misma, e incluso, en su propia historia.
Y es que para la joven autora, los monstruos están en todas partes y pueden habitar a cualquiera. Se trata de esperpentos que son tales, no por poseer una deformidad física sino mental, razón por la que es difícil distinguirlos.
Los once cuentos que integran esta obra, se despliegan frente a los ojos de las y los lectores como en un vals donde el dramatismo va de menor a mayor, a través de historias sobre niños, adultos y ancianos que con sus acciones dejan entrever la maldad que los habita.
“Lo que me interesaba era explorar la psicología humana en torno a las sombras, lo oscuro que hay en nosotros y toda la maldad inherente al ser humano y que algunos dejamos salir más que otros. Se trata de un libro de terror psicológico enfocado en varios personajes, que van desde los fetos hasta personas ya en la etapa de la vejez; hay niños, adolescentes y adultos, y todos tienen dentro cierto grado de maldad que permiten, o no, salir mediante ciertos actos o sucesos”, explicó en la reciente presentación de la segunda edición de su libro, publicado por Fondo Blanco Editorial.
Para construir las narraciones, la escritora compartió que retomó aspectos de diferentes noticias y experiencias, buscando recrear los escenarios que las cifras sobre la violencia en el país y en el mundo, no muestran. Otro de los aspectos que distingue a este proyecto, es que las historias podrían haber ocurrido en cualquier lugar y momento, posibilitando que la o el lector participe en este ejercicio literario.
“Me concentré en buscar experiencias traumatizantes y en transformarlas en ficción de alguna u otra forma, cambiando los nombres de las personas involucradas, los sitios… tomando el núcleo de esas experiencias trágicas o terroríficas y creando ficción en torno a todo eso”, agregó.
Al igual que ella, Ancira afirmó que muchas otras mujeres en México y Sudamérica se encuentran escribiendo desde el género de terror y abriéndose paso en la literatura, retomando en sus historia el contexto social que las rodea y los altos índices de violencia.
“Es un nuevo boom latinoamericano”, dijo, mencionando a escritoras como Mariana Enríquez (Argentina), María Fernanda Ampuero (Ecuador) y Liliana Colanzi (Bolivia), así como las mexicanas Laura Baeza, Iliana Vargas y Fernanda Melchor.
“Venimos de una tradición muy amplia de mujeres que han sido invisibilizadas. Pero ahora tenemos un camino que podemos recorrer gracias a todas nuestras antecesoras (…)Hay más puertas abiertas y muchos caminos que ya están pavimentados, para que la nueva generación podamos escribir sobre lo que nos dé la gana, y yo creo que generalmente (las escritoras) nos enfocamos en aspectos negativos o terroríficos, porque básicamente es lo que te brinda más libertad para escribir; te da un espacio más amplio para investigar o para tratar de analizar experiencias propias, reflejando (en la literatura) el contexto social en el que escribimos”.
Aunque en este libro ya puede verse el interés de Ancira sobre estos temas, la autora aseveró que a partir del 2019 comenzó una búsqueda mucho más enfocada en el feminismo y en el cuento negro, cuyo resultado presentará en 2021 con el apoyo de la Fundación para las Letras Mexicanas.
Consistirá en 12 cuentos nuevos, escritos desde la ficción histórica, sobre personas que estuvieron presas en Lecumberri y confinadas en La Castañeda.
Quienes deseen consultar el libro “El vals de los monstruos”, actualmente se encuentra disponible en la sala “Edgar Allan Poe”; un espacio de lectura dedicado a la difusión de la poesía, el terror y la ciencia ficción, impulsado en Zeppelin Music Factory, a través del programa Apoyarte 2.
