Como su nombre lo dice, la agrupación “Los llévame” evoca el amor por las tradiciones mexicanas, tal como el culto a la muerte que es uno de los estandartes que distinguen a México en el mundo. “Es como un reto a la huesuda diciéndole ‘llévame’ y remite precisamente a reírnos de la muerte”, detalla Fa, la tecladista.
Asimismo el baile de los viejitos y los concheros, además de la danza de los macheteros son algunas de las tradiciones que reflejan en sus temas. “Nuestra canción ‘2 de noviembre’ habla precisamente del Día de muertos y al final puede escucharse el sonido de las castañas que suelen ser portadas por los danzantes”, agrega Gerson Cornish, el guitarrista.
Con respecto al sonido se definen a sí mismos como “desgenerados” porque no se identifican con un género específico, aunque confiesan que la base es rock mezclado con instrumentos de la tradición popular mexicana como la jarana huasteca, que se fusiona caprichosamente con sintetizadores y guitarra electroacústica para lograr el “sonido característico del folclor mexicano”.
“Retomamos el huapango, el canto cardenche, el son jarocho y también mezclamos ritmos de cumbia y salsa que no son propiamente mexicanos, pero que han sido adoptado por los músicos nacionales”, detalla Cornish.
A diferencia de la tendencia de imitar a bandas extranjeras, el guitarrista asegura que Los llévame buscan reproducir las canciones con las que crecieron y que escuchaban sus padres, para así rescatar las tradiciones populares mexicanas.
En abril lanzarán el EP “Desgeneración”, del que se desprende su primer sencillo “Mesoamérica” en el que hacen una crítica a la gente que piensa que en México sólo hay narcotraficantes, ignorando la cultura que existe en el país. Anteriormente lanzaron su EP “Pank” cuyo título es una burla al auge del punk y está compuesto por tres temas.
Álter ego
Uno de las características de la banda es que ocultan sus rostros detrás de máscaras, además de portar quexquémitls de diferentes colores, que aunque son prendas características de las mujeres indígenas, ellos las emplean para también demostrar equidad.
“Empezamos a usarlos porque a mí me gustaban mucho; mi mamá me los traía de Colón y a todos le encantaron, entonces decidimos llevarlas todos”, explica Fa.
Como artistas natos, ellos mismos son los creadores de sus máscaras que al convertirse en sus álter egos, han llegado a tener nombres propios como Josefina y hasta personalidad extrovertida para ayudarlos a vencer la timidez sobre el escenario.
“Un significado icónico de las máscaras es que no sólo la agrupación puede ser Los llévame, sino también el público se convierte en parte de este movimiento; en los conciertos hemos repartido máscaras de papel y eso les gusta mucho porque los vuelves parte de”, agrega Fa.
Otro de sus toques son los visuales que son proyectados en el show y que también son creados por ellos. “Nos gusta mucho el cine mexicano, entonces también incluimos algunas imágenes de éste. La última entrada que hicimos fue de un diálogo de la película Los Caifanes (1967); retomamos un poema que le recitan a la muerte cuando están en unas criptas”, detalla Cornish.
Su historia
Kinxoc y Cornish se conocieron en el Plantel Sur de la UAQ cuando cursaban la preparatoria, ambos coincidieron por su gusto hacia el arte, que los llevó a crear la banda a modo de hobbie para poder asistir a fiestas.
El proyecto creció cuando se encontraron con Aldo, quien también es egresado de la Facultad de Bellas Artes, al poco tiempo llegó Fa, quien estudió música y tocaba en otra agrupación; pronto juntos emprendieron el camino hacia la profesionalización.