Poco más de cuatro años pasaron para que Ludwig Carrasco se reencontrara con la que fue su primera orquesta como director titular, y lo hizo de nuevo a la batuta, con el Teatro de la República como telón de fondo.

La noticia de este gran concierto fue tan bien recibida por los músicos de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), como por el público queretano, que no dudó en agotar las localidades.

Así que con un teatro lleno, el ahora director de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) se reencontró con los instrumentistas en la música de Schubert, Prokofiev y Beethoven; el momento parecía un viaje al pasado, como quien contempla una vieja fotografía.

Al término del concierto BARROCO buscó al director, esquivando en el camino los abrazos y palabras de cariño de sus colegas que se abrían paso como una suerte de muralla impenetrable. En camerinos, por fin pudimos hablar con él y preguntarle su opinión sobre lo que ha sucedido con la OFEQ desde su partida, de su reciente encuentro con la Escuela de Laudería, y de su labor al frente de la OSN que pronto cumplirá su primer centenario.

• ¿Cómo fue su reencuentro con la OFEQ?

El primer amor nunca se olvida, y la Filarmónica para mí es una orquesta muy especial. Los músicos son seres humanos realmente especiales y muy dedicados a su trabajo, por lo cual es un placer venir ahora después de cuatro años, pero espero que no pasen otros tres o cuatro años más para volver a hacer música juntos.

• ¿Cómo percibes a la orquesta ahora?

El reencuentro fue un descubrimiento porque obviamente ya yo no soy el mismo que hace cuatro años y ellos tampoco. Hemos cambiado, hemos madurado; somos más sabios y un poco más experimentados y creo que se notan cuando estamos trabajando.

• La OFEQ ha pasado por una serie de circunstancias difíciles que en su momento contribuyeron a que tomaras decisiones como director, ¿cómo observas a la agrupación a distancia?

Era más fácil cuando yo estaba aquí porque podía conocer realmente todo lo que pasa detrás, ciertamente toda historia tiene una, dos, tres, o cuatro versiones y es mejor conocerlas para poder hablar. Lo que sí puedo decir en este momento, es que la orquesta se encuentra muy saludable, los músicos están muy animados. Obviamente todos en todo el país quisiéramos que la cultura siempre tuviese un mejor presupuesto y nunca va a ser suficiente porque siempre va a haber nuevos proyectos y nuevos públicos a los que llegar, nuevos entornos a los que ir para crear música. Pero sí, espero que tanto el público que en esta ocasión nos acompañó y fue muy emotivo, siga apoyando a la orquesta, que las autoridades apoyen lo más que puedan. No son tiempos fáciles ni aquí en México ni en Europa ni en Estados Unidos.

• ¿Hay algunas estrategias que se pudieran aplicar en el contexto queretano para mejorar la situación de la orquesta?

En Querétaro el contexto socioeconómico [de la cultura] no es tan distinto que en el resto del país. Y es que mientras en Estados Unidos hay una iniciativa privada que apoya enormemente y el gobierno casi nunca lo hace, aquí resulta al revés: el gobierno es el que siempre apoya y la iniciativa privada no tanto, entonces sería ideal atraer a todas esas empresas. Querétaro es un centro de negocios muy importante a nivel país y a nivel Latinoamérica, y creo que bajo ese enfoque se podría trabajar con la Filarmónica y la cultura en general.

Ojalá que las personas de la iniciativa privada se sumen, porque una orquesta no es tan cara como otras empresas deportivas o empresas económicas; cualquier apoyo siempre es bienvenido y estoy seguro que beneficiará mucho a los músicos y a la institución.

• Pasando a otro tema, sabemos que en esta visita también te reuniste con la Escuela de Laudería.

Ambas instituciones somos parte del INBAL, por lo que siempre queremos vincularnos más y también queremos que la OSN recupere ese apellido de nacional y no solo esté dando conciertos en la Ciudad de México en el Palacio Bellas Artes; queremos que se integre más al tejido cultural del país. La Escuela de Laudería es la referencia en México para la construcción de instrumentos con lo cual queremos ver qué proyectos podemos hacer juntos en el futuro, hay algunas ideas muy emocionantes que esperemos que podamos concretar en los siguientes meses para que se escuchen sus instrumentos de la mano de la Sinfónica Nacional, aquí en Querétaro, y tal vez en la Ciudad de México.

• ¿Se elaborarían nuevos instrumentos?

No, de hecho la Escuela de Laudería ya tiene un acervo de instrumentos que los alumnos han tenido que ir haciendo por parte de su plan de estudios de titulaciones, tienen alrededor de 50 instrumentos en bodega y lo que queremos es que vuelvan a la vida y que no estén únicamente almacenados, sino que se escuchen. Al final, eso también tiene que ver con los sonidos mexicanos porque se han hecho con manos mexicanas y instituciones mexicanas y serán tocados por músicos mexicanos. Así que, sin querer caer en nacionalismos tontos o radicales, es importante que la gente entienda nuestra cultura y lo que hemos producido porque tenemos que estar muy orgullosos de ello y a veces se nos olvida y valoramos más lo que viene de fuera.

La idea es que los músicos puedan probar estos instrumentos porque luego también ellos están buscando a quién comprarles. Entonces necesitamos que esos estudiantes que ya egresaron se conecten con el medio musical y pueden tener también comisiones para nuevos instrumentos, que la gente los compre… en fin, dar un poco de más movimiento a este mercado de la laudería, que es muy amplio y hay muchísimos talentos aquí en México.

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• Por otro lado, sabemos que ya se vienen los cien años de la Orquesta Sinfónica Nacional y que están trabajando en un proyecto de documentación.

Acabamos de pasar los 95 años, así que todavía estamos festejándolos. Lo que viene más inmediato son los 90 años del Palacio Bellas Artes que tenemos ahí también una participación especial en el día exacto del aniversario, que es el 29 de noviembre.

Pero sí estamos viendo a largo plazo qué es lo que le hace falta a la orquesta, encontramos que si hace falta un poco una memoria de lo que ha hecho en todos estos años.

La rutina del día del día a veces borra esa idea de lo que hemos hecho: 100, 200, 300 estrenos mundiales que no se dice fácil, además se han tenido grandes figuras al frente como directores y solistas, entonces queremos que el público conozca todo eso.