Ludwig Esteban Carrasco Curíntzita encontró el piano a los cinco años, o mejor dicho “la música me encontró a mí”, como le gusta referir; más tarde, a los 7, las cuerdas lo atraparon en forma de violín y desde entonces, estos instrumentos lo han acompañado toda su vida.
“Estudié además un poco de clarinete, pero ese no me atrevo a tocarlo en público, pero sobre todo (lo practico) para conocer más, para, como director, puedas pedir o tener una conversación con los profesionales de ese instrumento”, detalla en entrevista con BARROCO, Ludwig Carrasco, actual director artístico de la Orquesta Filarmónica de Querétaro (OFEQ).
El músico nació en Morelia, Michoacán, es el menor de los tres hijos surgidos del matrimonio conformado por chek, médico y chek, pintora y escultora, “de ahí viene un poco la vena artística”, destaca el entrevistado, pero además, asegura que el gusto por la música proviene de la afición que su padre tenía por escucharla en el género clásico.
Seguramente de esta simpatía llegó la inspiración para su nombre, como también debe haber influido para que sus hermanas se dedicaran a la música, una es chelista y la otra pianista y organista, comparte el director.
De niño, Ludwig tenía como pasatiempo el ajedrez, actividad de la que le “quedó el gusanillo” tras incluso participar en campeonatos.
No fue muy aficionado a los deportes. A pesar de que las analogías futboleras salieron a relucir durante la entrevista, el violinista asegura que el mayor interés por este deporte surgió durante su estadía en España, específicamente mientras vivió en Barcelona, “y lo veía por Rafa Márquez, fue que me llamó la atención el deporte y por suerte me tocó en los años en que jugaban bien y era muy atractivo verlos”, sostuvo.
De ahí en más, su interés y energías se concentran en la música, la cual lo ha llevado a diversas partes de México y el mundo.
Ludwig Carrasco realizó sus estudios musicales en México, Estados Unidos y Europa, recibiendo su Licenciatura y Maestría en Música en las especialidades de Violín y Dirección de Orquesta.
El michoacano ha sido parte de grupos como la Jeunesses Musicales World Orchestra, de Bélgica; la Academia Bandart, de España, y las orquestas de Cámara de la Universidad Michoacana, de Cámara de la Universidad Benito Juárez, Juvenil “Esperanza Azteca Oaxaca” , y de Cámara de Chihuahua.
En otras ocasiones he comparado a las orquestas con equipos de futbol, si de repente no hay un entrenador, los jugadores intentan sacar el partido con lo que saben y a veces irán bien y a veces irán mal, pero no hay una visión colectiva, una perspectiva más amplia de cómo se debe hacer la estrategia, para llevar a buen puerto el partido.
Ludwig Carrasco / Director de la OFEQ
En Estados Unidos, su trayectoria lo ha llevado a participar con diversas agrupaciones, tales como la UNT Chamber Orchestra, Nova New Music Ensemble, Denton Theater Orchestra, Jolivet Percussion Ensemble, Composer’s Readings Orchestra, UNT Symphony Orchestra, Spectrum Ensemble, Ensemble Kaleidoscope, North Texas Concert Orchestra.
En Europa fue parte de la Orquesta de Cámara PRESJOVEM (España) JOVE Música Nueva (España), Ensemble Laboratorium (Suiza), Divertimento Ensemble (Italia), y Orchestra del Palazzo Ricci (Italia), por citar algunas.
Cuenta además con una extensa carrera como violinista, con el que ha presentado conciertos en Alemania, Austria, Canadá, Chile, China, Chipre, España, Estados Unidos, Estonia, Holanda, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Jordania, Líbano, Liechtenstein, México, Palestina, Polonia, Portugal, República Checa, Suiza, Turquía y Venezuela.
OFEQ
El michoacano fue presentado en el cargo en febrero de este año; sin embargo, su labor en este grupo musical comenzó semanas antes.
Antes de trabajar de manera directa con la orquesta, lo cual hizo el año pasado como director invitado y este 2018 ya constituido formalmente como director artístico, el músico había tenido la oportunidad de ver en vivo a la OFEQ solo en una ocasión previa.
“Había escuchado a la orquesta casi que cuando se fundó. Me acuerdo muy poco, creo que fue en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez y lo único que me acuerdo es que era enorme el auditorio y la orquesta se veía muy pequeña. Pero ya desde entonces era una orquesta con muy buena reputación, que tiene un estatus muy bueno en el mundo musical nacional, sé que eso es, en gran medida, al trabajo, por supuesto, de los músicos, pero también de los directores que ha tenido a la fecha. Eso no se puede olvidar”, remarcó.
Con cierto orgullo indica que la elección para que sea él quien dirija a la OFEQ fue de los propios instrumentistas a quienes les reconoce su profesionalismo y capacidad de adaptación.
“Cuando llegué encontré a un grupo humano muy rico; la verdad ya había trabajado con la orquesta el año pasado, una semana, pero ya pude constatar que son grandes músicos, que tienen una gran capacidad de adaptación al director que esté en turno y que también tienen un gran deseo de seguir creciendo”, señaló.
Y es que tan solo en la segunda temporada 2018, que concluyó el pasado 19 de julio, fueron nueve los directores invitados que trabajaron con los 71 músicos que conforman a la orquesta queretana.
Para respaldar su dicho sobre la calidad de los músicos, resalta el hecho que mucho jóvenes se forman con los instrumentistas de la OFEQ, “porque son muy reconocidos como profesionales, eso es algo que hay que destacar y valorar”.
En contraparte, Carrasco admite que derivado de la “orfandad” en la que estuvo la orquesta por mucho tiempo, hay huecos y deficiencias que tienen que enfrentar.
“En el lado negativo que me encontré es que después de un año que no había un director titular, pues sí había cosas artísticas que ya no estaban funcionando tan aceitadamente”.
Una de esas cuestiones fue la dinámica que en un principio se advirtió con el presidente de la OFEQ AC, Rolando García Ortiz, con quien, puntualiza Carrasco, no hubo diferencias, pero sí tuvieron que establecer limites para delimitar el trabajo de cada uno.
“Tanto el doctor estaba muy reciente de llegada, como yo, al estar fuera del país, se hacia un poco menos fluida la comunicación por la distancia y eran cuestiones de únicamente sentarnos a hablar y ver de hacia dónde queríamos llevar a la orquesta, pero nada del otro mundo”.
- Pero se habló incluso que él pretendió tomar decisiones artísticas que no le competían ¿Es cierto?
“Creo que es un poco normal, al llegar él como cabeza de la orquesta llegó cuando no había una figura artística, un responsable artístico a él le tocó decidir por algunos conciertos. Al llegar yo se superpusieron algunas tareas, pero fue únicamente de sentarnos y decir: tú haces esto y nosotros esto, pero la verdad que tiene un gran conocimiento del medio social aquí en Querétaro y es realmente una de las grandes fortalezas que tenemos con él. Su nombre abre puertas para hablar con empresarios, políticos, instituciones… A mí me toca más la parte de tallar la madera, tallar el sonido de la orquesta y darle una forma y estamos compaginando las funciones”.
En este sentido, el músico asegura que no busca imponer su propio punto de vista, pues aunque tiene muy definido el rumbo que quiere tomar con la agrupación, asegura estar abierto a escuchar opiniones y hacer equipo con los músicos.
“En otras ocasiones he comparado a las orquestas con equipos de futbol, si de repente no hay un entrenador, los jugadores intentan sacar el partido con lo que saben y a veces irán bien y a veces irán mal, pero no hay una visión colectiva, una perspectiva mas amplia de como se debe hacer la estrategia para llevar a buen puerto el partido.
“Desde luego los músicos, como son buenos, mostraron su liderazgo, y había muchas opiniones, muy buenas, pero ahora lo que me toca es recabar esas opiniones y recabarlas y darles una estructura de una visión, una forma de darles dirección”.
Hacia el futuro
Carrasco Curíntzita ha dado a conocer un proyecto artístico en el que delimita los ejes con los que busca “transformar a la Filarmónica de Querétaro en una institución acorde a las necesidades culturales del siglo XXI y consolidarla como un referente indispensable dentro el entramado cultural y social a nivel local, regional y nacional, propiciando a su vez una clara y decidida proyección en esferas y escenarios internacionales”.
La propuesta de trabajo que desarrolló el músico, documento del que BARROCO tiene copia, contempla cuatro rubros que se desarrollarán en el corto y mediano plazo.
“Se llevarán a cabo una serie de actividades y acciones enfocadas al desarrollo y fortalecimiento artístico de la orquesta, siempre con estándares de excelencia, las cuales pueden ser agrupadas en cuatro rubros principales: Identidad Musical, Educación, Difusión y Financiación”.
En entrevista, el violinista asegura que una vez que ha convivido con los músicos y ahora que conoce por dentro la infraestructura de la orquesta, ve factible el llevar a cabo el proyecto, aunque sabe que hay retos para concretarlo.
“Es viable hasta cierto punto. Somos una orquesta que depende de recursos de distintas fuentes, ese va a ser nuestro primer limitante, pero intentamos sacarle la vuelta, utilizar nuestro ingenio para a lo mejor cubrir ciertas instancias que el dinero no nos alcanza y buscar una manera de aún así seguir con nuestra idea”, sostuvo.
Para dar identidad a la orquesta, detalla, se buscará ampliar y renovar el repertorio de la orquesta y “crear una programación innovadora, abarcando y dando cabida a géneros que no suelen presentarse usualmente dentro de las temporadas orquestales”. Entre ellos se encuentran la música incidental y escénica, ballet, ópera, ópera de cámara, oratorio y electrónica.
En la parte de Educación, el documento enumera tres rubros: los miembros de la OFEQ, estudiantes de música y sociedad en general.
Para los primeros, entre otros puntos, se establecen líneas de acción para su “crecimiento artístico” con oportunidades de actualización y la inclusión de “directores, intérpretes y académicos de reconocido nivel y trayectoria” para enriquecer a los músicos.
Para los estudiantes de música se ofrecen oportunidades, a través de concursos, para detectar talentos sobresalientes, a quienes se les proporcionará el “apoyo, entrenamiento y marco apropiado para que puedan presentarse como solistas”.
De hecho, actualmente hay un concurso en proceso, el Primer Concurso Nacional de Solistas de Repertorio Mexicano, del que ya hay 13 seleccionados, que participarán en la final del 8 de septiembre.
Otros lineamientos que aparecen en el proyecto de Ludwig para los estudiantes hace referencia a talleres e incluso a la “creación de un Laboratorio o Academia Orquestal (…) Como guías y mentores de los jóvenes estudiantes se tendrán a miembros de la OFEQ y al Director Titular de la misma”, reza la propuesta.
En cuando a la sociedad en general, se propone, además de mantener programas como “La Filarmónica en tu escuela”, establecer una “programación y presentación de conciertos didácticos especialmente diseñados para la creación de nuevos públicos”, pues el objetivo es “construir una audiencia que le permita justificar y garantizar su subsistencia en el presente y en el futuro”.
La Difusión enumera una serie de estrategias para dar a conocer el trabajo de la OFEQ a través de las nuevas plataformas digitales, con el fin de llegar a un mayor número de audiencias, principalmente las más jóvenes. De igual forma, se propone la grabación de material discográfico.
Finalmente, en el rubro de Financiación , el proyecto del violinista destaca el acercamiento con asociaciones e instituciones nacionales se internacionales, que apoyan proyectos artísticos y culturales “… (con instituciones como la ONU, la Unión Europea, e incluso con Embajadas, Institutos Culturales, festivales y concursos de diversos países) a los cuales es posible adherirse institucionalmente como “Colaborador”; ello da la posibilidad de que estos programas paguen casi íntegramente los costos relacionados con la visita de artistas extranjeros para actuar con la OFEQ, quitando ese peso económico a la institución y proporcionando un importante empuje al nivel artístico de la programación”, detalla el documento.
“La idea primordial es que la orquesta y la música es de todos y para todos”, remata Ludwig Carrasco.
