El escultor Luis Torreblanca Rivera urge a seguir invadiendo de arte las calles. En su opinión, las expresiones artísticas deben estar al alcance de todos, para que haya una apropiación de estas manifestaciones.
“Soy enemigo de encerrar el arte, el pueblo debe ver las cosas. No concibo encerrar un cuadro en una casa, eso es un egoísmo terrible. (Santiago) Carbonell, a quien conozco bien, hizo un mural en una iglesia, eso lo ven todos y esta bien hecho, eso es lo que yo quiero, que la gente participe, vea que en los lugares públicos hay esculturas, que se abran lugares”, sostuvo.
El artista originario de la Ciudad de México, quien el pasado 2 septiembre cumplió 80 años de edad, se encuentra ahora en Querétaro para reponerse de un padecimiento de salud.
Aprovecha esa estancia para seguir soñando con nuevas creaciones y sobre todo para hacer una especie de corte de caja para reflexionar sobre el legado que ha dejado en diferentes partes del país.
Ensenada, Tijuana, Oaxaca, Ciudad de México y por supuesto Querétaro, han sido escenario o sede de algunas de sus piezas.
“Su experiencia en el centro del país compartiendo en la década de los sesenta sala con Raúl Anguiano, José Luis Cuevas o David Alfara Siqueiros” – recuerda el crítico de arte, Rael Salvador -, “le han hecho acreedor del Mérito escultórico otorgado por el Club de Periodistas de México (…) Por su trabajo en materia de difusión cultural, (Luis Torreblanca) recibió reconocimiento emérito por la Universidad Nacional Autónoma de México”, apunta.
“Lo mío es hacer esculturas de gran formato. Desde niño, desde la escuela, yo hacía figuras en plastilina. Es así que yo siento que los artistas hacen y algunos nacen, como yo, y todos tenemos ya adentro algo de artistas”, sostiene el escultor en entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO.
Torreblanca Rivera es maestro en metales por la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), son esos materiales en los que encuentra eco para la elaboración de sus creaciones.
A partir de objetos en desuso o desechados, el escultor crea piezas que espera den identidad a regiones, ciudades, o comunidades.
“Hago bocetos y reciclo mucho, aprovecho mucho las cosas de reciclado, he hecho cosas muy importantes para México. (…) Estoy acostumbrado a hacer iconos, pero con estructuras modernas. Antes hacían esculturas muy pesadas, ahora se usa estilizar”, agrega.
Una de las piezas que presume es un águila ubicada en el puerto de Ensenada. Le llevó alrededor de un año concretarla, comparte.
Enemigo del arte que se denomina conceptual, que termina por no decir nada, Torreblanca Rivera apuesta por la propuesta nacida desde las vísceras y la observación del entorno, sin pretensiones discursivas e incluso estéticas.
“Nunca dejará el arte de expresar las formas, no digamos clásicas, sino las formas agradables. Hay muchos artistas, y de eso soy enemigo, del arte conceptual, que ponen una pieza acá y ya, se olvidan de que hay un entorno con el que deben armonizar”.
Inquieto como es, Luis Torreblanca comparte que ya trabaja en una nueva pieza, la cual se develará en Baja California y que rendirá memoria a los estudiantes masacrados el 2 de octubre de 1968.