En el techo del salón, justo a la mitad, se desprenden diversas hileras de banderines de papel picado con la leyenda “Pueblo y Fiesta”. Sus llamativos colores los hacen irresistibles a la vista y decoran el ambiente con una sensación muy “a la mexicana”.
En cada uno de los extremos del espacio, se encuentran integrantes de todas las edades pertenecientes a este grupo de danza popular mexicana originaria, quienes esperan la indicación del director artístico Fernando de Jesús López, para empezar. Las mujeres portan su falda de ensayo y algunas cargan unos arcos llenos de flores, característicos del cuadro que diseñaron para representar al estado de Nayarit; mientras que los hombres portan pañoletas y las distinguidas botas de baile.
Al momento que su maestro da la instrucción, cada bailarín, como si se tratara de un soldado, abandona su individualidad para convertirse en el espejo de sus mismos compañeros. La sincronía se ve en cada zapateo, faldeo y vuelta, los cuatro minutos del cuadro se transforman en segundos al quedar uno hipnotizado por cada suceso que transcurre en la pieza. “Es la representación de una boda”, nos comenta Laura Arreola Olvera, secretaria de la mesa directiva de Pueblo y Fiesta.
La pieza que ensayaron ese viernes es solo una de las tantas que integran la programación de su gala de aniversario que presentarán este 30 de noviembre en el Teatro de la Ciudad. ¿El motivo? La celebración de los 55 años de la fundación de Pueblo y Fiesta, en el barrio de Hércules.
Pueblo y Fiesta, más que un grupo de danza
En 1969, Pueblo y Fiesta se originó como una iniciativa del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Querétaro, señaló Martín Moya, cofundador del grupo, en entrevista con Barroco.
“A Pueblo y Fiesta le tomó unos 10 años poder constituirse formalmente con el nombre que le conocemos, pero desde el comienzo siempre nos ha definido el lema de rescatar, conservar y difundir la danza popular mexicana de la forma más auténtica posible. Y para que nosotros pudiéramos seguir esa misión, fue que decidimos independizarnos de la institución de salud en 1975”, relató Moya.
Este particular proyecto nació por el interés de un grupo de trabajadores y estudiantes queretanos radicados en Hércules, se estableció como un proyecto autogestivo y autodidacta. “Nuestro primer maestro fue Huemantzin Castillo López, un docente de primer nivel de la Escuela Nacional de Danza que con el tiempo se fue a Europa a continuar su formación, luego invitamos a la maestra Frida Martínez Solís, también proveniente de la misma institución. Así que por nuestra agrupación pasaron personalidades muy importantes en el mundo de la danza a nivel nacional, y con el tiempo estos maestros de la Ciudad de México comenzaron a formar a jóvenes del grupo para que ocuparan su lugar con el paso del tiempo”, agregó el también bailarín.
De acuerdo con el cofundador, Pueblo y Fiesta es de las agrupaciones independientes más longevas que han operado ininterrumpidamente en Querétaro; inclusive cuando fue la pandemia de Covid-19, el proyecto artístico se mantuvo activo por iniciativa de sus miembros, con todos los protocolos.
“Actualmente en Querétaro existen diversos grupos de danza folclórica que ya tienen sus años, pero muchas de esas agrupaciones nacen de personas que se formaron acá o por inspiración de nuestro proyecto. Cada una tiene sus méritos, pero lo que sí tiene Pueblo y Fiesta es que ha sido de los primeros grupos representativos de danza folclórica en Querétaro”, puntualizó.
Escuela en las tablas
Fernando de Jesús López, actual director artístico, y Laura Arreola Olvera, secretaria del grupo, llevan más de dos décadas en la agrupación, 44 años en el caso de Fernando y 27 años en el caso de Laura. Ambos iniciaron su formación artística en Pueblo y Fiesta y con el tiempo sus mismos docentes los fueron impulsando para convertirse en sus sucesores.
“Algo vieron en mí los maestros, porque me empezaron a jalar y jalar para que asistiera a los congresos de danza y que adoptara las técnicas que eran, me sentí muy honrado cuando me di cuenta que me estaban preparando para ocupar su lugar dentro de la Asociación Nacional de Maestros de Danza Popular Mexicana”, expresó Fernando durante la entrevista.
“Yo cuando entré era una persona muy introvertida, pero poco a poco me fui soltando y agarrando mucha más confianza sobre el escenario. Y a medida que fui creciendo, me fueron dando mayor responsabilidades, hubo un momento en el que me pusieron a cargo del grupo infantil y juvenil de Pueblo y Fiesta, y realmente asumí el papel con la seriedad que merecía. Después de eso, yo me acerqué con el maestro Chuy [Fernando de Jesús López], porque él ya formaba parte de la asociación y le dije que yo también quería formar parte, y pues nunca me soltó y comencé a asistir a estos congresos para irme preparando. Luego tuve que hacer una pausa cuando tuve a mi hija, pero mi corazón siempre latía por Pueblo y Fiesta. Así que cuando regresé, yo volví a ser muy, muy feliz”, compartió Laura.
Desde su creación, integrantes de Pueblo y Fiesta han asistido a los congresos nacionales de danza convocados por la Asociación Maestros de Danza Popular Mexicana, organización sin fines de lucro que agrupa a maestros de danza folclórica mexicana, coreógrafos, investigadores, músicos y directores de grupos de danza. En estas capacitaciones, los representantes queretanos han compartido sobre las técnicas de zapateo que han desarrollado con el paso del tiempo.
Estas intervenciones se han documentado en un libro que el grupo queretano preparó para el aniversario 50 de Pueblo y Fiesta, comentó José Elías Sánchez Sánchez, diseñador gráfico de profesión e integrante perteneciente a la comisión de Escenografía del grupo. Este proyecto editorial todavía se encuentra en revisión; sin embargo, integra diversos aspectos históricos que plasman el legado de Pueblo y Fiesta dentro del mundo de la danza. Con motivo del 55 aniversario, se espera que esta publicación vea la luz próximamente.
El papel de los accesorios dentro de la danza
Pueblo y Fiesta se define por ser una cooperativa; es decir, sus integrantes, que usualmente rondan en poco más de 40 miembros activos, aportan de su propio bolsillo para el financiamiento de presentaciones, vestuarios, viajes y otras necesidades del grupo.
Semana tras semana, sus integrantes aportan con 20 pesos para la caja de ahorro de la agrupación, monto con el cual les sirve para iniciar con preparativos para sus eventos de aniversario o giras que hacen por la república y el mundo.
Pero el ámbito económico no es la única forma en que los integrantes y sus familias, generan un aporte en Pueblo y Fiesta; sino que todos, sin excepción, forman parte de una comisión en la que se dividen áreas de trabajo y fomentan el trabajo en equipo. Particularmente, desde la comisión de accesorios que preside Rocío Sánchez Sánchez, también llamada Chío, se trabaja un poco más de forma individual. “Cuando yo entré a la comisión se estaba hablando del aniversario número 20, y ahora ya vamos en el 55, así que llevo un buen de tiempo encargándome de todo lo relacionado con los ‘extras’ de los vestuarios. Por lo regular, soy yo quien se dedica a realizarlos o buscarlos, siento que es más porque se me dan las manualidades, y tengo paciencia, pero también influye el hecho que yo vivo acá en Hércules y otras compañeras suelen vivir un poco más retirado, así que no siempre es tan sencillo poder ir a la casa de alguna para realizar, por ejemplo, las trenzas”, explicó.
Al llevar más de 30 años dentro de la comisión, Rocío ha desarrollado su propio sistema de organización para asegurarse que no hagan falta los accesorios para futuras presentaciones. “Yo siempre me aseguro de entregar una bolsa con todos los objetos y les pido firmar en una lista de recibido, misma que deberán firmar nuevamente una vez entregadas todas las piezas que se enlistan. Es muy latoso, pero son de las estrategias más eficaces para tener todo en orden”, agregó. Y es que, de acuerdo con Rocío, hay accesorios muy específicos, como lo son los abanicos o los mandiles de Veracruz que llevan bordados muy detallados y que de preferencia tienen que ser comprados en conjunto para que todos los vestuarios se vean igual, de lo contrario el detalle podría verse diferente. “Hay artículos que sí o sí los tengo que mandar pedir de los estados de donde es la danza, porque simplemente no los puedo encontrar aquí o en la Ciudad de México. Hay cosas muy sencillas como lo son las trenzas o los aretes, que hasta yo misma los puedo hacer de forma manual, pero ya cuando hablamos de bordados o abanicos de mimbre, esos sí los tengo que pedir con tiempo y procurar pedir en la cantidad que vamos a utilizar para que no exista una diferencia”, agregó.
Los mismos accesorios aportan un toque narrativo a las danzas, señala Rocío. En el caso de las mujeres, a veces importa en el lado donde lleven su tocado, porque eso puede marcar la diferencia entre las casadas y las solteras, o aportan un guiño histórico al representar el oro que fue descubierto en México durante la conquista.
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Don Lupe, el conductor de Pueblo y Fiesta
José Guadalupe Olvera Mata fue el conductor de Pueblo y Fiesta por más de 25 años. Su primer servicio fue en enero de 1997 y los transportó al estado de Guerrero con motivo de su participación en la Feria de Iguala.
“Yo era conocido de Ponchin [Alfonso Campos Moreno, director general de Pueblo y Fiesta que falleció en el 2021], pero ni yo sabía que él pertenecía a un grupo, ni él que yo era conductor de un autobús, hasta que simplemente en una plática salió el tema y me pidió apoyo para ese viaje a Guerrero. Y bueno, fuimos con los chicos. En el camino se nos ponchó una llanta, luego se nos ocurrió llevar a los chicos a la playa antes de su presentación en Iguala, cosa que Ponchin jamás volvió a hacer porque los chicos terminaron todos quemados, ni hablar, fue toda una aventura”, comentó José Guadalupe, conocido cariñosamente como Don Lupe.
El conductor señaló que fue la familiaridad y trato ameno lo que lo motivó a querer seguir colaborando con Pueblo y Fiesta: “nos convertimos en una familia”, expresó, “siento que son cosas que se dan, porque no era lo mismo para mí el llevar a Pueblo y Fiesta a una de sus giras, que llevar a otra agrupación. Había una linda convivencia entre los maestros, los bailarines y yo, que era el conductor. De hecho el camión sigue hasta la fecha rotulado como Pueblo y Fiesta aunque ya no soy yo quien los transporta”.
Don Lupe posee numerosas historias sobre las giras que ha realizado Pueblo y Fiesta, comentó que en alguna ocasión recuerda haber paseado a los jóvenes por una de las ciudades que visitaron para anunciar una presentación improvisada y gratuita que organizaron en un espacio público; también, la ocasión en que se pusieron de acuerdo para presentarse en Cancún y llenaron la cajuela de atunes y cereales.
“Para ayudar al grupo también organizábamos vacaciones. Hacíamos paquetes de viaje y los chicos invitaban a sus familias. Y lo que se recaudaba se iba para los gastos de Pueblo y Fiesta”, agregó, “llegó un punto en que las mismas familias eran quienes demandaban esos viajes, más que lo que Ponchin y yo planeábamos”, añadió.
Más de dos generaciones de bailarines
Por sus años de historia, Pueblo y Fiesta ha sido testigo del nacimiento y crecimiento de diversas familias. Entre sus miembros activos hay personas que llegaron desde la infancia y que ahora son papás y traen a sus pequeños al grupo infantil del que algún día ellos pertenecieron.
Tal como lo es el caso de las hermanas, Nelly y Sandra Juárez Moreno, los hermanos Elizabeth y J. Dolores Campos Morales, y Laura Arriola Olvera, quienes a la fecha forman parte de Pueblo y Fiesta junto con sus hijos e hijas.
“El estar en este grupo nos ha ayudado a ser disciplinados. Nos hemos convertido en personas puntuales y muy seguras de nosotras mismas, nos ha dado herramientas increíbles para la vida diaria y creo que a todo niño le beneficia pertenecer a este tipo de proyectos”, señaló Sandra Juárez Moreno durante la entrevista.
En el caso de las mujeres, la mayoría tuvo que realizar una pequeña pausa de su participación en el grupo para poder ejercer su maternidad; sin embargo, procuraron que no existiera demasiado tiempo entre su salida y regreso. “Yo personalmente me sentía muy triste cuando veía que mi hermano seguía en Pueblo y Fiesta. Estuve fuera como diez años, pero creo que muchas de nosotras podemos coincidir que es como si el tiempo jamás se hubiera detenido”, comentó Elizabeth.
Los bailarines señalaron que jamás buscaron “imponer” el ingreso al grupo a sus hijos, pero que fue su mismo amor por la danza la que los inspiró a que ellos quisieran acompañarlos a los ensayos y comenzar su propia historia con Pueblo y Fiesta, marcando así la continuación de un legado familiar.
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Invitan a celebración de aniversario
Este 30 de noviembre, la agrupación ofrecerá un espectáculo en el Teatro de la Ciudad en el que tendrán como invitados al grupo de danza folclórica Inspiración Tica de Costa Rica. La preparación para este evento llevó al menos tres años, señaló Elizabeth Campos Morales, tesorera de la agrupación, ya que su realización implica una inversión de 250 mil pesos, aproximadamente.
Los mismos integrantes de Pueblo y Fiesta aportaron con su participación en la venta de buñuelos, rifas, loterías, venta de snacks, entre otras actividades. En el espectáculo participarán 38 bailarines queretanos y 17 foráneos. La agrupación queretana expondrá danzas de Nayarit, Veracruz, Sinaloa y, evidentemente, Querétaro.
Su presentación será el 30 de noviembre a las 18:00 horas y los boletos tienen un costo de 100 pesos. Los accesos se pueden reservar a través de los números: 442 264 1899 y 442 285 1464.
