“Me declaro en línea de fuga”: Raúl Sangrador

El artista inauguró “La oscuridad como máquina de apropiación” en el área de mingitorios del bar gay Maximiliano, donde permanecerá en exhibición hasta febrero de 2022

Donna Oliveros | Diario de Querétaro

  · viernes 19 de noviembre de 2021

Foto: Cortesía | Artes y Destinos

Con la obra “La oscuridad como máquina de apropiación” del artista visual Raúl Sangrador, se inauguró una nueva galería en Querétaro; se trata de un espacio alternativo ubicado en el bar gay Maximiliano, donde periódicamente se dará lugar a eventos artísticos transgresores y con temática LGBTI.

La primera exposición fue ubicada en el área de mingitorios de la sede, un lugar oscuro que desde su habilitación fue reapropiado por los usuarios como espacio homoerótico. Fue ahí donde el autor decidió montar su colección, en la que genera un diálogo en torno al imaginario erótico- visual de la colectividad homosexual, y habla sobre aquellos lugares que logran escapar de las estructuras de control que dictan cómo debe ser el deseo, la sexualidad y el erotismo.

La idea de esta nueva galería, aseveran los propietarios, es dar cabida a aquellos proyectos que no encuentran espacio en los museos y lugares convencionales de exhibición, donde en otros momentos propuestas como la de Sangrador, han sido objeto de censura.


“La oscuridad como máquina de apropiación” se podrá visitar hasta febrero de 2022 de 19:00 a 21:00 horas en las instalaciones del bar gay Maximiliano, ubicado sobre Morelos 4 Oriente, Centro Histórico Querétaro.

Espacios de fuga para el arte

La obra de Raúl Sangrador se compone de 10 piezas en las que muestra una superposición de fotografía y pintura en torno al homoerotismo.

Cada una es iluminada desde su interior, de tal manera que no rompen con la oscuridad del lugar donde se encuentran exhibidas.

De acuerdo con el autor, su proyecto buscó generar un diálogo con la naturaleza de este espacio, que es parecido al de otros lugares donde cada usuario resignifica su erotismo y construye su propia noción sobre el hombre ideal.

“Estamos acostumbrados a generar y a construir nuestro imaginario y las estructuras de orden a partir de los sistemas de control. Pero, ¿qué pasa con las líneas de fuga que evaden a esos ordenes disciplinarios? ¿podrían llevarse a la imagen?”, cuestiona el autor.

A partir de esta interrogante, es que Raúl Sangrador inició una exploración estética en torno a la oscuridad como espacio de fuga, donde pueden construirse nuevos universos e imaginarios; la reflexión la sintetizó en este proyecto, en el que cada pieza es un indicio de lo que ocurre en su propia mente y en la de otros cuando confluyen en espacios que escapan de las miradas heteronormativas.

Además, el autor refirió que su propuesta es también una invitación a repensar las estructuras del entendimiento artístico, de ahí que haya decidido presentarla en un espacio alternativo.

“¿Qué pasa con todo lo que no está dentro de las estructuras museísticas, que son las que legitiman y autorizan qué artista sube y cuál baja? Yo personalmente ya no creo en ese juego, me deslindo, me declaro en línea de fuga y estoy en búsqueda de nuevos entendimientos, nuevos espacios y nuevas maneras de generar estos diálogos artísticos. Porque, al final, lo que las estructuras establecidas olvidan es que el arte es para todos, que es no es exclusivo, que no es de grupos, no es clasista, sino una expresión humana”, asintió.

Raúl Sangrador es doctor en Artes por la Universidad de Guanajuato. Ha expuesto de manera individual y colectiva dentro y fuera del país en múltiples ocasiones.

Como investigador, ha participado en congresos y simposios nacionales e internacionales, donde ha presentado sus reflexiones alrededor de la pandemia del sida y sus intersecciones con el arte, mismas que ha publicado en capítulos de libros como “El olor del cuerpo en la pintura neofigurativa y otros cuentos de obsesión visual”, “El goce como construcción del cuerpo post sida”, “Los niños del eclipse o la tragedia de Narciso”, “La enfermedad como matiz del cuerpo masculino” y “Vida de Camaleón: historias de jotos, amistad y sida en la Ciudad de México en los años noventa”.

Ha realizado estancias de investigación en el Centro de Estudios y Documentación del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y en el Consejo Nacional de las Artes Plásticas de Cuba, a propósito de la XIII Bienal de La Habana.

Participa en la red internacional de investigación “Memorias de las masculinidades disidentes en España e Hispanoamérica”, con sede en la Universitat de Lleida, España. Actualmente es docente investigador de tiempo completo en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, donde es coordinador del Centro de Estudios Pictóricos.