ABORDAJE
En esta andanza caminaremos al filo de la superstición y la parafernalia satánica; tiene sus tintes casi oscurantistas propios del Medievo y de la reinterpretación neogótica. Donde lo temporal comparte una frontera con lo espiritual. El dogma, la fe a ultranza imprimió características peculiares a la época novohispana en esta parte oriental del Bajío. Por lo cual el ejercicio de atisbar la vida cotidiana, la mentalidad de los queretanos de antaño nos abre otras posibilidades de conocimiento como son las identidades locales; las construcciones sociales del discurso cultural. En fin, es una propuesta para revisar los hechos extraordinarios y milagrosos en el contexto de una visión evangélica y de una estrategia misional donde las autoridades seculares y religiosas compartían intereses mundanos y celestiales. El capítulo XVII, de la Crónica Seráfica; [Crónica Seráfica y Apostólica del Colegio de Propaganda FIDE de la Santa Cruz de Querétaro en la Nueva España, dedicada al Santísimo Patriarca el Señor San Joseph. Escrita por el P. Fr. Juan Domingo Arricivita, [...] Segunda Parte: en México por Don Felipe de Zúñiga y Ontiveros, año de 1792]. Está dedicada a la época en que fray Margil de Jesús fungió como guardián del Colegio de Propaganda Fide en la ciudad de Querétaro, así como a la muerte del venerable fraile andariego.
Es en este apartado donde se encuentra un relato que tiene todos los tintes para desarrollar un cuento fantástico; se nos presenta el franciscano luchando con el Demonio, conjurándolo y exorcizándolo a través del ritual compuesto de fórmulas, gestos y palabras. Juan Domingo Arricivita refiere hechos sobrenaturales sucedidos en nuestra región, sustentados en el artificio de enmarcar y destacar la vida de los venerables padres. Las diversas cosmovisiones se entrelazan, fenómeno característico de la población multirracial y pluricultural.
REPRESENTACIONES, PACTOS Y TENTACIONES
El Diablo en la época virreinal tuvo varias lecturas; la identificación con los “ídolos sangrientos” de las culturas prehispánicas introducido por los primeros evangelizadores, el diablo como entidad maligna, que adopta diversos roles en virtud del contexto regional. Como lo son: puertos, ciudades mineras, agrícolas-ganaderas o la centralizadora capital virreinal. El imaginario conventual lo percibió como un toro o buey, o una persona de “raza negra”; en el campo como un caballerango o vaquero vestido de negro o un individuo con características de la etnia africana. También como búho-tecolote; cuervo, corcel, gato o perro negro. En algunos pasajes se transforma en un mancebo apuesto o en una fémina hermosa. Se le ve en los archivos inquisitoriales y en las crónicas monacales haciendo pactos, ofreciendo “salud, dinero y amor” …, y presentando tentaciones a la “fragilidad humana·, poniendo a prueba a venerables santos de la vida diaria. Para significar los pactos hace firmar cédulas con sangre, impronta estigmas en alguna parte del cuerpo…
LUCHA CONTRA EL DEMONIO
Hacia finales del siglo XVII, un feligrés se acercó al fraile misionero, para confesar sus culpas y “gravísimos pecados”, así como el de haber realizado un “pacto con el Demonio, firmándole una cédula en la que le entregaba su alma, y prometía ser siempre esclavo suyo”. [Capitulo XII, Cómo se desempeñaba el P. fray Antonio siendo prelado [...] op. cit p. 45. Ídem]. El Padre Margil le confortó y aun habiéndole dado el sacramento de la penitencia el hombre continuaba sin encontrar serenidad, por lo que instó al fraile para que este personalmente recuperara la cédula.
No se trata de una mera figura retórica o discursiva; pues Arricivita nos refiere una lucha tenaz, física, cuerpo a cuerpo entre el Demonio y fray Margil de Jesús. Éste último con el propósito de recuperar la “cédula” y el Demonio por no perder el alma del pecador. Fray Antonio fue al lugar preciso donde el Demonio se había aparecido. Una vez instalado el seráfico convocó al Diablo para que se apareciera; unos momentos después se apareció el Demonio en forma de figura humana. Dejemos que el escritor del Colegio de Crucíferos de Santiago de Querétaro, nos refiera los detalles de la lucha:
TRANSCRIPCIÓN
[…] “exorcizó, conjuró y anatemizó al Demonio mandándole que apareciera en la misma forma que había engañado a aquel miserable hombre y traxera [Sic] la misma cédula en que le entregaba su alma. Obedeció el rebelde espíritu, apareciendo en forma humana visible, pero resistió entregar la cédula; y renovándole el venerable Padre hasta tres veces el mandato, a todas se negó con soberbia; por lo que arrestado de aquella Santa ira con que los zeladores [Sic] de la honra de Dios y de la verdad de su divina palabra defienden la de su promesa, arremetió al Demonio y estrechándole entre sus brazos, luchaba con él, y él oprimía con la misma fortaleza que al Príncipe San Miguel abatió su soberbia, diciéndole ¿Quién como Dios? Y otros eficaces conjuros, hasta que el infeliz espíritu exclamó, diciendo: dexame [Sic] fray Antonio, dexame [Sic] que me atormentas; y tirándole a sus pies la cédula, huyó cobarde y vencido hasta el abismo, no se sabe si después de tanto estupendo suceso, quedó el corazón de aquel hombre en perfecto sosiego, pero es admirable que le fue al venerable Padre más fácil avocar, luchar y vencer al Demonio, que reducir a razón el capricho y aprehensión de un escrupulosos que de ordinario lo son los que han vivido con más desenfreno la carrera de los vicios.” […] Capitulo XII, Cómo se desempeñaba el P. fray Antonio siendo prelado [...] op. cit p. 45. Ídem.
MENTALIDAD MÁGICA
El demonio, el diablo, el chamuco, patas de cabra, forma parte de la jerigonza popular, está inscrito en el imaginario colectivo. En relatos costumbristas, leyendas, canciones, cuentecillos con tufo conventual y de sacristía; en la superchería de clérigos y de frailes, en refranes y dichos, se nos refiere la figura antitética del bien. Es parte de nuestra forma de percibir el mundo desde una perspectiva maniquea. Esta visión paradigmática entre el bien y el mal era un regulador para el control de las conciencias y por ende de la sociedad.
Desde Anbanica - Teocalhueyacan.
Noviembre de MMXXII