Para visibilizar las dificultades a las que se enfrentan las mujeres en el ámbito artístico local, Ana Aboytes, Alejandra Barboza, Tatiana Olalde, Fernanda Ortíz y Paulina Damian realizaron una charla y acción escénica, en las instalaciones de Galería Libertad.
En esta actividad titulada El precio de la escena, la bailarina de danza aérea y contemporánea Alejandra Barboza, señaló la alta presencia de mujeres bailarinas, pero los pocos puestos directivos que ellas ocupan en las compañías de danza queretanas.
“Es muy evidente que la danza es para mujeres, no hay niños, no hay hombres, ni niños, es una minoría muy pequeña, pero la mayoría de los directores de estas compañías son hombres, los bailarines hombres también ganan más, tienen más becas, más opciones a nivel nacional y local, es así. Es una disciplina hecha casi por completo por mujeres, pero en donde los que gobiernan son hombres”.
“Es muy complicado porque si las compañías son dirigidas por hombres entonces ellos eligen todo, el vestuario que siempre son faldas o vestidos cortos, eligen el tipo de danza, las temáticas, todo desde su punto de vista”.
Además de señalar los obstáculos en el gremio de la danza, actuación, fotografía y música, las exponentes compartieron aquellos mecanismos que les han permitido salir a flote con sus proyectos artísticos.
En este punto, coincidieron en que la mejor manera de conseguir la independencia y la libertad artística, era deslindarse de aquellas compañías o agrupaciones dirigidas por hombres y realizar su labor de manera independiente.
En este punto Alejandra Barboza reiteró que en sus clases particulares de danza trata de no repetir estereotipos machistas hacia sus alumnas, así como investigar y leer sobre la lucha de las mujeres en el arte, y por su puesto apoyar y pedir apoyo de otras artistas.
“Por fortuna pude abrir mi escuela donde hago lo que se me da la gana, trato de no repetir esos patrones o estereotipos de que las bailarinas son bonitas, son princesas, con cabello largo y demás, y por su puesto hacer equipo con las demás bailarinas, y artistas del gremio”, comentó.
El precio de la escena reunió a artistas locales, y fue impulsada por la coreógrafa y bailarina, Ana Aboytes, para visibilizar la violencia de género en Querétaro, así como encontrar soluciones de manera conjunta.