Luces que abrazan vida es el significado de Tlahuistli, una palabra en náhuatl que ocho mujeres han apropiado para identificarse y abrirse brecha en el mundo fotográfico.
Y es que desde el 2014, el colectivo guanajuatense conformado por Majo Chávez, Lucy Aguirre, María Taboada, Coco Arredondo, Michele Norris, Maru Morones, Mónica Salazar y Prisila Pardo busca generar nuevas narrativas a través de este arte, que han explorado desde lo análogo y lo digital.
Una muestra de esta gesta creativa, fue expuesta recientemente en Casa Fundadores, como parte de las actividades programadas para el segundo Encuentro Nacional de Fotografía Análoga “C-42”.
Desde el municipio de Irapuato, las fotógrafas viajaron a la ciudad de Querétaro para hacer el tradicional corte de película en la inauguración, y para compartir su trabajo con el público asistente; principalmente con otras mujeres, a quienes animaron a tomar la cámara y a hacer de la fotografía un estilo de vida.
Las también cirujanas dentistas, diseñadoras gráficas, docentes, ingenieras y amas de casa, relataron a DIARIO DE QUERÉTARO que por las tardes se reúnen tanto para discurrir sobre las posibilidades estéticas de esta disciplina, como para practicar sus tiros.
Ya sea en estudio o al exterior, todas se apoyan con las luces, la escenografía y la dirección fotográfica, siendo Coco quien guía las sesiones, compartiendo sus conocimientos técnicos y conceptuales sobre la imagen.
“Como mujeres podemos hacer muchas cosas, más allá de lo que la sociedad marca que tenemos que hacer, como casarnos o tener hijos”, señala Arredondo, y agrega que desde hace un tiempo, el colectivo colabora con instituciones y asociaciones civiles locales como “De todo corazón”, una organización que asiste y acompaña a mujeres en un centro de rehabilitación.
“Hemos asistido para mostrarles a todas ellas lo que pueden lograr a través del trabajo fotográfico y que vean que la foto además de ser un recurso, puede ser una forma de vida”, dice Arredondo.
Tres de las integrantes de este colectivo cuentan con reconocimientos por su participación en diversos concursos nacionales, tal como Mónica Salazar, quien obtuvo un premio nacional de fotografía, otorgado por Fundación Banamex. Por su parte, Coco Arredondo ganó un segundo lugar, a nivel estatal, en fotografía de paisaje, y Maru Morones una mención honorífica a nivel estatal por fotografiar tradiciones; además como colectivo tienen dos coautorías en libros nacionales de fotografía.
Las fotógrafas han expuesto en el Museo de Irapuato y en Guanajuato, y pronto impulsarán un proyecto fotográfico de retratos familiares junto al Centro de Rehabilitación Infantil Teletón de su estado, con el objetivo de recabar fondos para los niños de esta institución.
