Un total de 340 objetos alusivos al Escudo Nacional, entrepiezas arqueológicas, taxidermia, escultura, pintura, textiles,publicaciones periódicas y numismática, se exhiben a partir dehoy en el Museo Nacional de Antropología (MNA) de estacapital.
La exposición “El Escudo Nacional. Flora, fauna ybiodiversidad”, organizada por el Instituto Nacional deAntropología e Historia (INAH) y la Secretaria de Medio Ambiente(Semarnat), ofrece una lectura humanística y científica de loselementos distintivos del símbolo patrio.
Tras hacer un breve recuento histórico sobre el EscudoNacional, la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda,comentó que dicho símbolo nos remite a lo más antiguo denuestras raíces y habla sobre la visión de los antiguosmexicanos, de su relación con el mundo natural, que se traduce ensu cosmogonía.
“La exposición habla de México y reconoce el origen denuestras expresiones culturales y amplia riqueza cultural”,sostuvo García Cepeda, quien dejo claro que el Escudo Nacional, laBandera y el Himno sintetizan lo que somos como país y acercarnosa su iconografía es conocer la historia y fortalece el sentido depertenencia a esta diversa y rica nación.
“Somos el orgullo de una gran nación, somos una potenciacultural, con una gran biodiversidad, todos debemos de sentirnosorgullosos de ser mexicanos porque México es un gran país por sucultura, pero sobre todo por su gran riqueza: los mexicanos”,agregó.
Al respecto, el titular de la Secretaria de Medio AmbienteFederal, Rafael Pacchiano Alamán, comentó que la exhibición nosolo repasa los acontecimientos históricos y mitológicos quedefinieron la conformación de nuestro emblema patria, ademásdetiene su mirada en los elementos naturales que conforman sucomposición gráfica.
Aclaró que entre los emblemas patrios del mundo, el de Méxicoes el que incorpora la mayor diversidad de componentes biológicosy detalló que en el Escudo Nacional existen nueve elementosnaturales: nopal, águila, serpiente, agua, tierra, caracoles,jade, encino y laurel.
Pacchiano Alamán destacó que en México vive el 10 por cientode todas las especies del planeta y un gran número de ellas, esendémica, lo que califico de una gran responsabilidad poderpreservar el patrimonio.
Refirió que hace unos días en el Colegio Militar se inauguróel Centro Nacional para la Protección del Agila Real, donde lasespecies que lleguen en mal estado, serán atendidas para despuésregresarlas a su hábitat, con posibilidad de reproducirse graciasa un programa que en breve se pondrá en marcha.
La exposición “El Escudo Nacional. Flora, fauna ybiodiversidad” busca que el público, nacional y extranjero,conozca a profundidad el emblema patrio cuyo diseño integra máselementos biodiversos que ninguno otro en el mundo.
La muestra se compone de 340 objetos: piezas arqueológicas,banderas militares, esculturas, pinturas alegóricas, publicacionesy numismática, entre otros, provenientes de diversos recintos delINAH, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), museosestatales y colecciones privadas.
La curadora de la exhibición, Cora Falero Ruiz, destacó lascuatro águilas reales (Aquila chrysaetos) que podrán apreciarse;dos en osamentas recuperadas arqueológicamente y bajo resguardodel Museo del Templo Mayor, y un par de taxidermias enviadas desdeSaltillo, Coahuila, por el Museo de las Aves de México.
También se exhiben los restos óseos de una serpiente decascabel (Crotalus molossus nigrescens), hallados en la ZonaArqueológica de Cantona, en Puebla, y semillas prehispánicas detuna, descubiertas por especialistas del INAH en áreas aledañas ala Ciudad de México.
La exposición se divide en ocho núcleos: en el primero seexhibe l Teocalli de la Guerra Sagrada, un monolito mexica delperiodo Posclásico Tardío (1250-1521 d.C.), que alude al mitosegún el cual Huitzilopochtli extrajo en batalla el corazón de susobrino Copil, para luego arrojarlo a un lago y hacer brotar eltunal sobre el cual se posaría un águila; señal que su puebloreconocería para fundar México-Tenochtitlan.
El segundo, da cuenta del arraigo que el águila y la serpientetuvieron en la población indígena durante el virreinato, al gradoque su símbolo, tras un proceso de sincretismo con la religióncatólica, terminó imponiéndose a la heráldica dada por Carlos Va la capital novohispana en 1523.
En este apartado se detalla la suma de rasgos grecolatinos comoel semicírculo de laurel y encino, retomados del escudo de la RealAcademia de San Carlos.
Los cuatro núcleos siguientes repasan los cambios que presentóel escudo durante el convulso siglo XIX, desde las aves coronadasde Agustín de Iturbide y Maximiliano, hasta las estampas liberalesde la época juarista.
Se habla también de las alegorías usadas por pintores,escultores y otros artistas para fortalecer el nacionalismo, y dela parafernalia (billetes, monedas, libros y otros objetos) quedifundió la imagen entre la población.
El núcleo siete se centra en la recuperación que hacia elfinal del siglo XIX se hizo del pasado indígena de México,mientras que el último módulo refiere al papel que VenustianoCarranza tuvo en la definición del Escudo Nacional, al decretar,el 14 de abril de 1916, que sería un único modelo, creado por losartistas Jorge Enciso y Antonio Gómez, el que circularía endocumentos oficiales, monedas y billetes.
De esta forma, la exposición, donde también se contará conuna sala lúdica y material para personas con debilidad visual,cierra con la última modificación hecha al emblema nacional,cuando en 1968 se comisionó al muralista Francisco Eppens para daruna actitud más fiera al águila real y la serpiente.