El 14 de febrero de 1997, se fundó el Museo de la Ciudad con la misión de divulgar el arte contemporáneo. Ubicado en el ex convento de San José García de las Religiosas Capuchinas, este espacio ha marcado estilos de oferta cultural con una diversidad y tolerancia a las diferentes expresiones artísticas.
Bajo la dirección desde hace 21 años de Gabriel Hörner, este espacio, asegura en un ejercicio de memoria y recuperación, el proyecto se ha desarrollado conforme las líneas que se trazaron desde un principio: la atención de públicos muy diferentes.
“Siempre es también una especie de corte de caja, de tratar y reflexionar cuáles son los retos, que es lo que hemos logrado y que es lo que queremos para el futuro”, dijo su director.
Con 22 salas de exposición, tres foros escénicos, el Museo de la Ciudad se ha consolidado como un punto de reunión de inquietudes; talleres, exposiciones, teatro, performance, fotografía, recitales de música, entre algunos otros se suman a su cartelera anual. Semanalmente son cerca de 15 actividades las que se realizan.
Festivales como Doqumenta, CutOut Fest, Hay Festival, Queretarock, Conque, entre algunos otros, han encontrado en este espacio un hogar para la realización de sus encuentros artísticos y culturales.
Artistas como Manuel Vason, Teresa Margolles, Gerardo Esquivel, Julio Castillo, egresados de la Facultad de Bellas Artes; compañías teatrales e independientes, la danza contemporánea, ente algunos otros han generado en este espacio un diálogo entre el arte, sus procesos, pero sobre todo con el público.
¿Museo o centro cultural?
“Siempre nos hemos defendido porque nos dicen es que no es un museo, es un centro cultural, pero sí es un objeto museístico. Lo que el Museo propone porque muestra estos procesos y el diálogo, crea una plataforma para el diálogo de la práctica artística”, dijo en entrevista su director.
La atención a públicos muy diferentes a través de la infraestructura del Museo, es el objetivo principal de esta institución, buscar ser más allá de un espacio al servicio de una colección, sino adaptarse a las necesidades reales de un grupo que requiere de un foro para su expresión o un lugar para donde atender sus inquietudes culturales.
“Creo que si lo hemos logrado con un gran número de estos grupos y de disciplinas artísticas. Con una oferta muy amplia como siempre se pensó, que tenía que atender intereses muy diversos de la sociedad queretana y también se quiso que el objeto del museo fueran los procesos de la cultura viva, la creación artística en diálogo con la escena nacional e internacional. La vocación ha sido clara, aunque parezca diluirse, museo del ciudadano, un instrumento flexible para profesionalizar sus prácticas”, agregó Hörner.
El Museo de la Ciudad se ha consolidado como un punto de reunión de ideas, manifestaciones artísticas. En su vocación de atender a diversos públicos, ha reunido en un mismo espacio talleres de teología al igual que arte post porno.
“Si aceptamos de todo, pero hay cosas que son difíciles de hacer en otros espacios y dicen que aquí sí se puede, pero nuestro espectro es amplio desde un performance arriesgado hasta un curso de teología”, dijo.
Una celebración en medio de una restauración
El Museo de la Ciudad celebra 22 años de su institución como espacio de carácter público y artístico en medio de la restauración del inmueble. Desde su fundación, este espacio ha sido restaurado en cuatro ocasiones a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE), desde la construcción del Foro Escénico y la Biblioteca Infantil.
En esta ocasión, con un recurso de 8 millones de pesos, el museo será restaurado después de cinco años. La atención estará en la intervención de las cubiertas, impermeabilización, la remodelación del vestíbulo y el arreglo de las goteras del Foro Escénico.
“Es interesante la forma en la que llega este aniversario, un ejercicio que reunirá la inauguración de una exposición y la restauración del inmueble, que es otra de las partes del patrimonio que el Museo promueve, custodia y que tiene a su cuidado”, sumó.
De la mano de este trabajo de infraestructura que durará cerca de cinco meses, la celebración también tendrá como protagonista la inauguración de la exposición antológica de Gerardo Esquivel.
“Cada celebración de aniversario es un ejercicio de memoria y de recuperación, hay una coincidencia que es la exposición de este aniversario, que no es una retrospectiva, pero una exposición antológica de la trayectoria de 44 años de Gerardo Esquivel. Aunque ha estado presente, este ejercicio puede juntar obra de las diferentes etapas de la carrera”, finalizó Hörner.