“Imagínate aquél momento. Cuando el hombre vio por primera vez su sombra, seguramente fue en una caverna al calor de sus primeras fogatas… debe de haber sido terrorífico, hasta que se percató que la podía manipular”, dice Luz Angélica Colín, quien convencida de que los títeres son más antiguos que el mismo teatro, desde hace treinta años se dedica a investigar este tema, cuyos frutos se pueden apreciar en el Museo Interactivo del Títere (Musitit) “Pepe Díaz Núñez”.
La también dramaturga, docente y poeta queretana asegura que más que preservar un acervo museográfico, desde que el Musitit abrió sus puertas sobre el Andador 5 de Mayo, por allá del 2003, su principal objetivo fue acercar la historia de estos peculiares muñecos a toda la población.
“Muchísimas culturas siempre han representado con muñequitos la enfermedad, la sanación, su alma, o todo aquello que está causando algún daño. (…) se presupone que en México los hubo también, porque todavía no ha habido arqueólogos interesados en la investigación de este tema, pero los titiriteros hemos hecho nuestras propias pesquisas y encontramos que en las zonas arqueológicas de Cacaxtla (Tlaxcala) se han hallado grandes cantidades de muñecos articulados cuya función no era solamente de ornato, sino también artístico ritual… y no es casualidad que siglos más tarde en Huamantla, todo el pueblo se convirtiera en un pueblo titiritero”, detalla.
Hace unos días, el Musitit inauguró sus nuevas instalaciones en la Casa de la Cultura de El Pueblito, donde a través de tres salas diferentes, y bajo la guía de los propios títeres, el público podrán conocer su historia y las diferentes técnicas de manipulación y construcción: digitales, guiñoles, bocones, javaneses, kathputlis, marionetas de hilo, petrushkas y prehispánicos.
A través de la sección permanente de “Títeres del mundo”, los visitantes podrán apreciar muñecos de Francia, Indonesia, Rusia, Tailandia, Perú y una marioneta procedente de Birmania, con más de 150 años de antigüedad; además, en “Títeres de México,” el público podrá encontrar una réplica de un muñeco teotihuacano del 900 AC, donado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Los recorridos guiados se harán todos los sábados a las 12:00 y los domingos a la 13:00 horas. Próximamente el museo ofrecerá también funciones de títeres infantiles, y “para que recuerden que los títeres no nacieron con los niños, sino con los adultos”, señala la directora, “ofreceremos en dos meses diferentes funciones de títeres para adultos, con cuentos de Edgar Allan Poe”, asegura, rememorando la terapia psicoanalítica con títeres realizada por una de las discípulas de Freud, y la cruzada vasconcelista, en la que Pepe Díaz Núñez, “gran maestro titiritero, que empezó su labor como pintor con grandes muralistas como Diego Rivera y Ramón Alva de la Canal, hasta que descubrió el maravilloso mundo de los títeres con Lola Cueto”- cuenta Colín- utilizó a estos muñecos para alfabetizar a la población.
“Además, fue él quien nos brindó el a-b-c de los títeres y nos mostró cómo crear la réplica exacta de un teatrino que había replicado de la Compañía Nacional del Títere, durante la época de oro del guiñol”, recuerda sobre Díaz Núñez, a quien los titiriteros honran con su trabajo en el Musitit.
