“Los griegos decían que las Erinias (las furias), son lo que no te deja dormir, lo que no te permite imaginar y soñar con los ojos abiertos...”, dice el actor, director y dramaturgo guanajuatense, Javier Velázquez, quien en torno a este tema, hace 37 años dio vida al unipersonal “Vértigo para hombre y rata (Aullido ultramoderno en caóticas carcajadas)”.
Inspirado en el monólogo de Gilberto Pinto así como en los textos de Shakespeare, Pessoa y Becket, Velázquez encarna a un personaje ultramoderno embriagado de imaginación que se enfrenta consigo mismo y con toda forma de poder.
“Yo tenía una ratita hermosa con el hociquito rosado como un pezón. La correteaba por el cuarto, se detenía. Me miraba con sus ojitos saltones mientras movía el hociquito nerviosamente... yo me encariñaba con ella, la mimaba, le daba de comer en mi mano y la dejaba dormir en mi cama. Algunas veces la muy pícara me hacía cosquillas en los pies. Un día empezó a crecer como un globo que se infla; creció, creció a una velocidad vertiginosa, ya no cabíamos los dos en la habitación; amenazaba con aplastarme con su enorme barriga, y cada vez tenía menos sitio. Además, se volvió alevosa; cuando la regañaba me miraba con unos ojos tan terribles que me obligan a callar, ahogaba mi libertad por completo”, recita con voz grave un extracto de este unipersonal que ha ido modificando conforme al momento histórico en el que se escenifica.
Sobre esta versión, asevera que es la décima, y que su estructura se ha acoplado a la era digital, al argot actual y al contexto sociopolítico de México y el mundo; invitando al público a imaginar otras posibilidades de existencia a través de las reflexiones hilarantes que el personaje hace de su cotidianidad.
“A pesar de que la hipermodernidad te dice no hay salida, que el mundo está perdido; que el mundo huela a cadáver y que el mundo y México han sido convertido en una matraca de sangre que retumba todo el día... el personaje no cierra los ojos ante la realidad y la tragedia, sino que los mantiene abiertos y no deja de soñar”.
Navíos teatro nació en 2004 en Querétaro, y bajo la batuta de Velázquez, han llevado a escena obras originales como “Doña Josefa, conspiradora de libertad o tiempos de sospecha y muerte”, “Josefa íntima”, “Natalia en llamas (festín onírico en nueve cuchilladas)”, “Volcánicas” y “Las puertas de la memoria”.