Al norte de la ciudad de Querétaro, en una colonia marcada por la violencia y la inseguridad, nació el colectivo Nelhuayotoca. Su nombre en náhuatl quiere decir “buscando la verdad de raíz”, idea que ha impulsado a sus miembros a generar espacios de encuentro y de creación, para hacer frente a las realidades que aquejan a los habitantes de San Pedrito Peñuelas.
A falta de espacios para la formación artística en esta zona, desde hace 12 años la agrupación se las ha ingeniado para impartir talleres gratuitos y organizar encuentros culturales en patios, casas, calles, baldíos y la misma Alameda Norte; convencidos de que el arte es campo fértil para la transformación.
“El colectivo surge en 2008, más que nada por nuestra necesidad de encontrar formas diferentes de hacer las cosas. Estábamos todos chavos, teníamos 15, 16 años, y no queríamos juntarnos en una esquina para estar fumando, drogándonos. No nos veíamos haciendo eso. Queríamos hacer algo, aunque no sabíamos muy bien qué, pero todos deseábamos hacer un cambio en la colonia”, cuenta Miguel Ángel Barrera, integrante del colectivo.
La música era el arte que los unía en aquella época, recuerda. Fueron los sonidos del ska, el reggae y el punk lo que los motivó a organizar sus primeros toquines, adentrándose así en los límites de la gestión cultural.
Tras esta primera experiencia, en 2008 formaron parte del staff del Festival Internacional Cervantino Callejero en Querétaro. Ese año, más de 10 agrupaciones de Bolivia, Perú, Honduras, Chile, Venezuela, México, Ecuador, Alemania y España arribaron a la ciudad, y los jóvenes fueron los encargados de la organización de los eventos que se desarrollaron en la Alameda Norte.
“Conseguimos permisos, nos dimos vueltas por la delegación, tocamos puertas con los vecinos… en fin, nos hicimos cargo de toda la logística”, asevera Óscar Morales, otro de sus miembros.
La vinculación con otros proyectos culturales, como el de Atelan Teatro de Venezuela, a través del cual impartieron talleres de marionetas y sombras chinescas, motivó a los jóvenes gestores a intercambiar y compartir sus conocimientos en arte y diversos oficios, con las nuevas generaciones.
Para promover las actividades, convirtieron la Alameda en punto estratégico de difusión, al ser el único espacio de confluencia entre los habitantes de San Pedrito Peñuelas y las colonias aledañas. Estas aproximaciones sirvieron de precedente para la organización del primer Festival EncontrArte, ExpresArte en Armonía y Cultura en 2010; un encuentro impulsado por ellos, que desde entonces reúne anualmente en este espacio a creadores y artistas de Querétaro, México y otros países.
Cada edición, las escalinatas que conducen hacia el centro de la Alameda Norte se convierten en un pequeño anfiteatro al aire libre, donde incluso grupos y artistas como La Oca Blues Band y Francisco Barrios “El Mastuerzo” han compartido su arte con los lugareños.
Además de música, la programación ofrece funciones de teatro, presentaciones pictóricas y literarias, charlas y talleres sobre temas como el medio ambiente y los activismos.
Sobre los preparativos, Omar cuenta que los miembros del colectivo se organizan para realizar las respectivas faenas y gestiones, solicitando no solo el préstamo del espacio, sino también el riego de las áreas verdes que se extienden en un terreno de más de dos hectáreas, y el suministro de luz eléctrica, para lo cual muchas veces han tenido que pagar.
Llegado el día, el colectivo limpia el espacio, y las vecinas sacan los guisados y las mesas para compartir un taquito con los participantes; convirtiéndose aquello en un verdadero jolgorio, en el que por un momento las diferencias que pudieran existir entre los habitantes, se difuminan.
#NingúnProyectoSinNostrxs
Luego de que en 1994 se construyera la Alameda Norte, los lugareños hicieron de este espacio un lugar para la confluencia social. Sin embargo, tras su esplendor de los primeros años –que todavía algunos vecinos recuerdan con nostalgia– hoy el espacio parece estar desolado. Entre la tierra donde antes hubo vegetación, yacen las estructuras metálicas de columpios y subibajas oxidados. Algunos aluden este deterioro a la falta de mantenimiento, y otros, a los asaltos y peligros que han alejado a la población de sus jardines.
Las quejas sobre esta situación se exacerbaron luego de que algunos lugareños notaran la presencia de trabajadores y maquinaria en el espacio. En medio de la pandemia el gobierno municipal dio marcha al proyecto “Construcción de parque temático en la Alameda Norte”, enfocado en transformar el lugar en un parque de inspiración militar con exposición de fuselaje de las fuerzas armadas.
Con un avance de más del 50%, el proyecto fue detenido por organizaciones locales, incluido el colectivo Nelhuayotoca, quienes denunciaran la ausencia de un diagnóstico previo que contemplara las necesidades y deseos de la población.
En las primeras reuniones sostenidas con las autoridades, los vecinos desestimaron la temática elegida para el parque, argumentando que en lugar de fomentar una idea de seguridad sobre el espacio, se anteponía a la cultura de paz que la gestión actual busca promover con sus programas.
“Ellos decían que era para fomentar en los niños y las niñas una idea de seguridad, pero nosotros creemos que no es mediante la guerra como se transforma la realidad, sino que hay otras alternativas”, aseveró Donancy Reséndiz, también integrante de Nelhuayotoca.
Junto con la asociación civil Unión y Progreso, y de una red ciudadana de vecinos, el colectivo conformó un comité de obra a través del que se ha dado seguimiento a las demandas de los habitantes.
“De hecho levantamos una encuesta para conocer qué tanta información tenían los vecinos sobre este proyecto. Del total, 95% de las personas manifestaron no estar acuerdo con la obra, y el 97% aseguró que nunca se les avisó”, aseveró Reséndiz.
Tras varias asambleas y mesas de trabajo, las organizaciones lograron dar marcha atrás a la exposición de fuselaje militar, y la colocación de una valla perimetral que, temían, pudiera dar pie a la privatización futura del espacio.
De acuerdo con una carta emitida el 27 de mayo por la secretaria de Obras Públicas Municipales, Oriana López, para el proyecto fueron destinados 6 millones, 580 mil pesos, y debido a que la obra se detuvo a más de la mitad de su ejecución, solo 1 millón 800 mil pesos podrán ser empleados para las adecuaciones solicitadas por el comité de obra, que incluyen varias acciones enfocadas a estimular las actividades culturales en el espacio.
Entre los acuerdos, se estableció el forjado y la instalación de una lonaria que cubra parcialmente el área central de la Alameda para los espectáculos y eventos artísticos, así como tres reflectores, una bajada de luz, la reparación de diez juegos existentes, la instalación de barras para hacer ejercicio y un juego infantil incluyente.
En pro de la colectividad
Para Josseline Reséndiz, también integrante de Nelhuayotoca, la articulación social es fundamental para la defensa y apropiación colectiva del espacio urbano. Ejemplo de ello es lo acaecido en torno a la Alameda Norte, afirma, que ha permitido fortalecer el tejido social, y generar mayor interés en las propuestas culturales de la agrupación. De hecho, adelanta que para marzo del 2021, el colectivo vislumbra la realización de la novena edición del Festival EncontrArte, ExpresArte. Como cada año, el encuentro contará con talleres, charlas y números artísticos, y en su programa participarán otros colectivos y organizaciones sociales.
En ediciones pasadas, se han impartido talleres de circo, esténcil, dibujo de 360º, germinación de cactáceas, construcción de mojigangas, reciclaje, encuadernación, así como charlas de sexualidad y prevención de la violencia.
Y aunque el festival solo se organiza anualmente, Jessica asegura que a lo largo del año promueven otras actividades culturales, cuyos resultados son presentados en el mismo encuentro.
Entre estas iniciativas se encuentra el taller de títeres para niños, uno de los programas culturales más importantes de Nelhuayotoca, que cumple con la misión principal de la agrupación: promover la conciencia social y el trabajo colectivo a través del arte y la creación.