No mires ahora. Creedence Clearwater Revival

Vitral

Alfonso Franco Tiscareño | Colaborador Diario de Querétaro

  · miércoles 7 de junio de 2023

La banda surgió en Estados Unidos en 1960, por su estilo fueron considerado “los reyes de la carretera”. Foto: Cortesía | @CCR


El CC Revival fue un gran grupo que fusionó el rock con otros ritmos y que pegó muy fuerte a finales de los sesentas y principios de los setentas. Todavía quedan dos de los integrantes originales tocando por ahí, aparte de John Fogerty, exlíder del conjunto. El grupo revolucionó e influyó en forma determinante la música de rock y dejó una gran huella. Su música se ha vuelto transgeneracional, ahora la escuchan abuelos, padres, hijos, y hasta los nietos. El famoso sonido bayou sigue sonando. Los Creedence son originarios de El Cerrito, condado de Contra Costa, en California, USA. Pocas veces se reflexiona sobre el fondo político y filosófico de las canciones de este grupo, aunque, en general, se reflexiona poco sobre lo que cantamos, y eso que a veces las letras de muchas canciones son nefastas. No es el caso de Don’t look now, (No mires ahora), una especie de rockabilly fusionado con el sonido bayou.

-¿Quién sacará el carbón de la mina? ¿Quién sacará la sal de la tierra?

Si paseas tu mirada con toda calma a tu alrededor, te darás cuenta de que casi todo lo que tienes ya te llega hecho, terminado, tú no metes las manos. No hiciste los libros ni los discos; no participaste en la elaboración de los cedés, no cosiste tu ropa, no participaste en la armazón de tu teléfono celular, no maquilaste el auto en el que te transportas. Las cosas no salen de la nada. ¿Quién las elaboró? ¿te lo has preguntado alguna vez? ¿Sabes cuánto le debes a las personas que hicieron posible que disfrutes lo que tienes?

Se trata de una docuficción (1970) en la que el director homenajea al circo como terreno de la imaginación, la risa y la adrenalina. Foto: Cortesía: @filminlatino

¿Quién cogerá una hoja y la transformará en árbol?

Todavía más difícil, porque la creación manufacturada de vida ya no entra en el ámbito de producción humana. Se pueden crear muchas cosas, pero, afortunadamente, el humano aún es incapaz de generar vida como objeto, apenas comienza a indagar en la manipulación del código genético, por ejemplo, pero no puede crear ni tan siquiera una hoja de árbol, ya no digas el árbol, y mejor que sea así, porque hasta ahora cuando los humanos meten mano en la producción de vida, sólo han logrado crear frankensteins.

¿Quién labrará el campo con sus manos? ¿Quién se partirá el lomo con el arado?

Esta canción es una invitación a despertar, a abrir los ojos, a agradecer por lo que tenemos, a cuestionar porqué vamos como zombies por el mundo llenos de ingratitud de parte de los hijos, de los políticos, etc., ingratitud por todos lados. Si practicáramos un poco el agradecimiento para con los que hacen tanto por nosotros todo nuestro entorno se transformaría y se convertiría en el lugar de la Tierra pura, ese lugar en donde se puede vivir alegre y en paz. Acaso nos hemos puesto a pensar alguna vez en la cantidad enorme de horas de trabajo humano involucradas en el más simple platillo que comemos. Quién aró la Tierra, quién sembró, quién cosechó, quién cuidó la siembra, quién transportó, quién llevó al mercado, quién llevó a la casa, quién cocinó, quién lo sirvió. Ese enorme trabajo está involucrado en la más modesta cucharada de sopa que comemos. Acaso ¿no sería razón suficiente para pensar en todos los que participaron, agradecerles, bendecirlos, para después paladear con plena conciencia esa exquisita sopa o ese delicioso manjar? Y no sólo los humanos que participaron, sino además las fuerzas cósmicas que se movieron para que tú comas ese sencillo pan. Si lo pensamos bien, en cada bocado está involucrado todo el universo, nuestro Sistema Solar, el fuego, el aire, el agua, la tierra, el éter, las fuerzas eléctricas, magnéticas, la luz del sol y de la Luna, los sistemas rotatorios, de traslación y gravitatorios para que goces de ese plato de fresas con crema tan exquisito.

Retrato de la bailarina mexicana Rocío Sagaón. Ciudad de México. Nacho López, 1955. Foto: Cortesía | @mediateca.inah

No mires ahora; alguien muere de hambre por ti. No mires ahora, alguien ha rezado por ti también.

En dónde quedan todos los olvidados, en dónde los que nadie defiende, en dónde los que no son capaces de luchar, de levantarse. Mientras comes tu plato de frijoles seguramente alguien está muriendo de hambre, tú no lo sabes o no lo quieres saber, y ni cuenta te das. Sin embargo, no todo es egoísmo, existe alguien que desde el anonimato está donando, luchando para que coman los demás, está utilizando todo el poder de la oración para que su camino sea más luminoso, más bueno, y que no te falte nada.

¿Quién fabricará los zapatos que calzas? ¿Quién hará la ropa que llevas?

Qué fácil olvidamos lo que otros hacen para nosotros, incluso podemos chachalaquear a propósito del tema y en el segundo siguiente olvidar y convertirnos en desagradecidos.

¿Quién aceptará la promesa que tú no tienes que cumplir? No mires ahora, no somos ni tú ni yo. Ni siquiera te sientes interpelado, no te hablan a ti, quién sabe a quién se referirán, todos son culpables menos tú. ¿Quién respeta la palabra empeñada?, se prometen cosas que nunca se cumplen, se buscan excusas, se deja todo al olvido para no cumplir con lo que se ha dicho, y si algo caracteriza a un ser humano de verdad es el ser fiel, ser impecable con sus palabras.

Para John Fogerty los temas abordados en esta canción no son sólo cuestión de bondad o maldad, de buena o mala onda, son cuestiones de diferencias entre clases sociales, de explotación del trabajo, de abuso sobre los trabajadores. Se trata de un problema que refleja la dialéctica individuo-sociedad, patrón-empleado, y que no se resuelve sólo con buena onda, sino con justicia social. Campesinos, mineros, maquileros son retratados en esta canción como gente explotada, mientras que los que consumen no tienen ni idea de la explotación del trabajo a la que son sometidos estos trabajadores. Cierto, una canción no soluciona los problemas del mundo, pero cuando menos puede mover un poquito a la toma de conciencia, a la solidaridad, a la promoción de la justicia social para todos.

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Se ha dicho que la letra de esta canción es también una fuerte crítica al movimiento hippie, ya que mientras estos se colocaban flores en el pelo y cantaban al amor libre, los obreros, campesinos y trabajadores tenían que partirse el lomo siendo explotados para alimentar y servir al resto de la población.

Ahora bien, el mensaje de Don’t look now (No mires ahora) sigue siendo válido, sobre todo actualmente, cuando abunda tanta canción superflua que sólo enajena y exalta el ego supremo de tantos incautos.


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