De noche caminan las estrellas
no podría ser de otra manera
sólo en las sombras brilla la verdad.
La muchacha busca un tesoro,
pero no sabe cómo es
¿Quién lo sabe?
La mujer Lobo
acecha fantasmas ebrios,
pesadillas.
En su cabeza relumbra
la Corona de la inteligencia
la sinapsis veloz.
A veces he imaginado
mis dedos surcando
sus terribles piernas.
La noche serena
me vuelve a mi lugar,
no sin sobresaltos pasajeros.
Un aullido en las tinieblas,
no es de dolor,
busca respuesta en el amor.
Boca nocturnal,
salvaje, sedienta, sensual,
sueño de locos.
Un toc, toc, en la puerta,
ojos que vienen del silencio.
Caminar de Reina.
Cuando duerme
el mundo reposa.
En la mañana, el calor vuelve.
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