Noticias de Querétaro en 1791, el nuevo libro de Valentín García Márquez

Literatura y filosofía

José Martín Hurtado Galves | Colaborador Diario de Querétaro

  · miércoles 2 de agosto de 2023

Valentín García Márquez y José Martín Hurtado en la presentación. Foto: Cortesía | A. Infante Hernández

[Texto leído en la presentación del libro en la Cineteca Rosalío Solano de Querétaro, el día 26 de julio de 2023]

El libro que nos ocupa tiene dos virtudes: primero, que es un texto original de 1791; segundo, que se da a conocer por primera vez de manera completa. En el primer caso, hay que advertir que, como solían ser los informes gubernamentales de aquella época, refiere los pormenores de las colonias de España. En ese sentido, podemos reafirmar cosas que ya sabíamos de nuestra historia queretana; sin embargo, nos enteramos, por primera vez, de datos que antes no conocíamos, o bien, de algunas precisiones históricas que vienen a reconfigurar nuestra cosmovisión de aquella época en la que el virreinato de la Nueva España atravesaba por la nueva administración, la de los Borbones. En el segundo caso (el hecho de que se dé a conocer por primera vez de manera completa) es —sin lugar a dudas— motivo de regocijo para quienes amamos y apreciamos el valor trascendental de la historia, en particular de nuestra historia local; sin embargo, es necesario reconocer que esto no hubiera sido posible (al menos no lo había sido hasta ahora) si no es por el trabajo acuciosos e investigativo de Valentín García Márquez.

Homenaje póstumo a la autora con la presentación de libros El ruido de los tiempos en el que se recopila su trabajo periodístico, y La errática vigilia con su poesía. Foto: Cortesía Secretaría de Cultura Municipal

Aquí hago una pausa para hablar de la importancia histórica de documentos como el que nos ocupa. Es común escuchar que la historia estudia el pasado; sin embargo, esto no es del todo cierto. La <historia>, según Marc Bloch, es el estudio del hombre a través del tiempo, en otras palabras: se trata de saber cómo hemos sido como humanidad desde el pasado hasta ahora. A diferencia de ello, la <arqueología> estudia —como su nombre lo indica— los asentamientos humanos de la antigüedad. En ese sentido, las noticias de Querétaro en 1791, muestran cómo eran los queretanos de finales del siglo XVIII. Esto lo podemos apreciar desde diferentes enfoques historiográficos: político, administrativo, social, cultural, religioso, tradiciones, histórico, geográfico, entre otros, sobre todo porque se trata de un informe oficial, escrito por el alférez real de ese entonces. En todo caso, se trata de información valiosa que nos muestra, en mayor o menor grado, las noticias de Querétaro en 1791. De ello se colige —siguiendo la propuesta de Jacques LeGoff, que “la historia es la ciencia del pasado, con la condición de saber que éste se convierte en objeto de la historia a través de una reconstrucción que se pone en cuestión continuamente” (Pensar la historia, Paidós, p. 29). Así, este libro permite reconstruir un discurso histórico, a través de los nuevos datos que proporciona. Donde se teje un juego entre tres elementos: 1) lo que dice el texto; 2) lo que interpreta el historiador, a partir de las fuentes primarias que revisa; y 3) lo que hace suyo el lector, guiándose por dichas fuentes, así como por el estudio introductorio que hace el historiador, como es el caso del trabajo que hizo de estas fuentes Valentín García Márquez. Y es que, como afirmara José Gaos, “sin una fuerte, sin una previa y grande simpatía por su tema, el historiador no sería capaz de comprender deveras nada de él” (Notas sobra la historiografía mexicana, en Historia Mexicana, 1960, pp. 488); sin embargo —siguiendo al mismo Gaos—, y aludiendo ahora tanto al historiador como al lector, coincidimos en que “solamente podemos hablar de historia cuando la sentimos” (ídem), lo cual no se reduce a una mera sensación, sino a una forma racional de sentimiento en el que convergen tanto lo que se dice como la manera como se hace aprehensión de eso que se dice.

Por otra parte, y ahora pensando en Mario Carretero, me parece conveniente traer a colación su propuesta acerca de revisar la historia a través del cuento del espejo de la bruja de Blancanieves, en el que siempre hay la misma pregunta: espejito, espejito, quién es la más hermosa de este reino; y siempre se contesta con la misma respuesta: tú, mi reina, tú eres la más bella. Eso mismo pasa con la historia: cuántas veces hemos visto que se repiten los mismos lugares comunes, clichés históricos retomados una y otra vez —hasta el cansancio— de textos decimonónicos, donde la leyenda, en su sentido más comercial, suprime la cientificidad (léase rigor) del texto histórico. A diferencia de ello, este texto, noticias de Querétaro en 1791, abre nuevas posibilidades de comprensión y reconstitución del discurso histórico.

Por último, pero ahora desde un enfoque estético (debido al mapa e imágenes que se muestran en el libro), quiero decir que es importante mencionar que no sólo se muestra el texto original, a través de los facsímiles, sino también —y no en menor sentido— la parte paleográfica. Esto le permite al lector tener a la vista tanto el texto original como la traducción (una traducción paleográfica fiel), lo cual, además del aporte histórico que ofrece al lector, muestra el aspecto estético (que no artístico) del documento. En este sentido, como apunta Roger Scruton, es insuficiente una apreciación fenomenológica pura, es decir, no se puede observar al objeto de estudio en este caso los facsímiles), siguiendo una de las directrices básicas de la fenomenología, la reducción eidética: volver a las cosas, como diría Husserl; ya que el significado de cada contenido no se da sólo por el objeto en sí, de manera particular, sino por medio de un atravesamiento social que lo sitúa en un contexto histórico que le da sentido. De ahí la importancia del doble trabajo que ha hecho el investigador, tanto su trabajo paleográfico como el estudio introductorio, ya que ambos le permiten al lector contar con una mejor comprensión del objeto mismo.

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Termino mi intervención reconociendo y agradeciendo a la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, a través de su Fondo Editorial, Letra Capital, por preocuparse y ocuparse de dar a conocer este escrito virreinal a la comunidad queretana. Ojalá y se publiquen otros libros que den cuenta de nuestra historia. Con ello —sin lugar a dudas— se fortalecería de manera significativa una divulgación seria y necesaria en nuestro municipio.

Muchas gracias.