México, (Notimex).- Con una inversión de 348 millones de pesos, de los cuales el gobierno federal destinó 300 millones, el lunes se inaugura el Palacio de la Música de Mérida, recinto que desde hoy se erige como la máxima obra en materia de infraestructura cultural de la presente administración, aseguró Antonio Crestani, Director General de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura federal.
Explicó que es un recinto emblemático, un hito en la historia de la música mexicana en particular y del quehacer cultural en general.
Se trata de un espacio, subrayó, construido para dar cabida a diversas actividades, no solamente como receptáculo de la música tradicional y popular mexicana, sino que albergará acciones en todos los órdenes de las Bellas Artes para goce y disfrute de los mexicanos y los extranjeros que visitan el país.
Con el Palacio de la Música de Mérida, anotó Crestani, se conformará un amplio corredor cultural en el que también forman parte el Centro Cultural Olimpo y los teatros Peón Contreras, Armando Manzanero, Daniel Ayala y Felipe Carrillo Puerto.
“Será un polo cultural muy importante en una ciudad distinguida por la enorme actividad cultural que vive desde siempre, pues Mérida y todo Yucatán ha sido cuna de grandes artistas”, anotó.
Este nuevo espacio, único en el país, tiene un auditorio para albergar cómodamente a 450 personas, donde los artistas van a poder hacer presentaciones y conciertos, además de grabaciones profesionales, porque cuenta con estudio con tecnología de punta, y cobija un museo de ocho salas cuya museografía está a cargo de los expertos de la reconocida Escuela Superior de Artes de Yucatán.
De acuerdo con el promotor cultural, en esas ocho salas se va a reflejar la historia musical de México, desde los ritmos ancestrales del sureste y de todo el país, hasta lo más actual incluyen en toda la geografía nacional, como las manifestaciones de rock, rap incluso en lengua maya y otros géneros actuales. “Se dará un muestra de la música de todo el país, dese la trova yucateca hasta la norteña”, enfatizó.
Desde luego, el mariachi, los sones y toda la música que representa y distingue a México estará en ese museo interactivo donde se impartirá la licenciatura en Música Tradicional y Popular Mexicana (iniciará a manera de diplomado) y que será inaugurado este lunes por el presidente Enrique Peña Nieto y la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, junto con el gobernador de la entidad, Rolando Zapata Bello.
En el patio abierto del palacio, que será sede también de la mayor fonoteca fuera de la Ciudad de México, se instalará una pantalla gigante para la proyección de actividades culturales que podrán disfrutar los transeúntes.
“Es un área hermosa, ideal para ver y escuchar conciertos y otras manifestaciones artísticas y culturales del país y del mundo”, expresó el funcionario cultural.
La belleza del palacio inicia en su fachada principal, de aproximadamente 140 metros lineales, cuyo diseño reproduce el un rollo de pianola con las horadaciones de la canción “Esta tarde vi llover”, del compositor yucateco por antonomasia, Armando manzanero.
Ese detalle dará la bienvenida a los académicos, estudiantes y público en general que a partir del lunes frecuente el Palacio de la Música de Mérida.
“Lo que se ha realizado en materia de cultura en la presente administración culminará con la inauguración de este recinto”, destacó Antonio Crestani.
Recordó que este año, se ha realizado una inversión histórica de casi tres mil millones de pesos destinados a la infraestructura cultural, 50 por ciento más de lo hecho en los últimos 15 años a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, mencionó.
Serán miles de personas beneficiadas con estas instalaciones planeadas desde hace más de tres años con actividades para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, quienes tendrán acceso a exposiciones, conciertos, actividades académicas y la programación de la pantalla gigante, con el beneficio adicional de la gratuidad.
Así, Mérida es una capital cultural más en el país, concluyó.
