Esta memoria [cultural] supone un conocimiento compartido del pasado, sobre el cual un grupo se crea una imagen de sí mismo y toma conciencia de su unidad o especificidad. El paso de la memoria comunicativa a la memoria cultural se produce a través de los medios o soportes del conocimiento sobre el pasado (figuras totémicas, rituales y recitaciones, textos canonizados, museos, archivos, etc.)
( Baer: 2010).
El Panteón
Siguiendo por el ascenso o descenso del cerro de Sangremal en espiral de caracol, –por la calle Ejército Republicano– nos encontramos con el que en otro tiempo se le llamó: Panteón o Camposanto de la Santa Cruz. Entre 1845 y 1847 por disposición del R. P. Guardián fray Mariano Aguilera O. F. M. fue abierta en una sección de la huerta conventual para sepultura de "pobres". Se construyó una capilla estilo neoclásico –eclético– coronada con una espadaña y una cruz como remate. En la fachada se lee: "Ruega por nosotros Madre Dolorosísima". Con las Leyes de Reforma al Camposanto se le llamó: "Panteón Municipal Número Uno". Guillermo Prieto (1853) escribe sobre la disposición del Camposanto: "...además de estar en el punto más elevado de la población, está en la dirección de los cuatro viento reinante que dirigen sobre ella las miasmas pútridas de los cadáveres"... se pregunta si los casos de tifos de los vecinos: "¿No tendrá que ver en esto parte del panteón referido?
Durante el Sitio
El jueves 14 de marzo de 1867, los republicanos penetraron por el Panteón de los Pobres hasta la huerta de la Cruz. En señal de triunfo izaron una bandera roja en la capilla. Después de un cruento combate tuvieron que tocar retirada, la mayor parte de las bajas fueron de los republicanos.
Honras cívicas y religiosas
Después de varias gestiones con los familiares de Doña Josefa Ortiz y con las autoridades correspondientes, las comisiones integradas exprofeso consiguieron la entrega de los restos de la heroína. En el mes de octubre de 1894 son trasladados los restos en el Ferrocarril Central. Fue adaptado un carro como capilla funeraria; al centro el catafalco negro con aplicaciones en bronce cubierto con la bandera nacional. El vagón estaba adornado con "crespones negros y con profusión de coronas y flores naturales". El día 21 de octubre arribaron a la ciudad de Querétaro. Al siguiente día se desarrollaron diversas ceremonias civiles en su honor, además de honras fúnebres en el templo de El Carmen. Las principales calles de la ciudad fueron adornadas con crepones, flores y banderas tricolores. La urna con los restos se alojó en el Palacio de Gobierno –Antiguas Casas y Cárceles Reales–. Los restos se traspasaron de la urna a otra de menores dimensiones para que cupiera en la oquedad del monumento diseñado por el ingeniero Emilio Dondé. Actualmente la urna se encuentra a resguardo del Museo Regional de Querétaro.
Marcha fúnebre
El 23 de octubre a las cuatro de la tarde fueron trasladados los restos de Doña Josefa al Panteón número 1. Las calles desde temprano estaban llenas de personas, muchas portando moños negros en el brazo. El cortejo era seguido de un desfile conformado por autoridades de los tres niveles; asociaciones civiles; estudiantes de escuelas públicas y privadas; la Banda del Estado tocaba marchas fúnebres. Las empresas de El Hércules, La Purísima y San Antonio en homenaje a "La Corregidora", decoraron un carro alegórico que representaba un águila real con las alas desplegadas sobre las armas nacionales. Cerraba el cortejo la Banda de Rurales del Estado luciendo sus uniformes de gala. (cfr. La Sombra de Arteaga: 1894).
Cápsula del tiempo
Los restos fueron depositados al pie del Mausoleo. José Ma. Carrillo, en uso de la palabra, manifestó los rasgos que caracterizan a la heroína y la importancia del acto. La poetisa Atala Iragorri declamó con su registro de voz tiple un poema de su autoría. A un lado de los restos fue colocada una caja de madera de sabino de dos pulgadas de espesor. Comprimidos por dos gruesos cristales actas y documentos. Reglamento del Decreto de 1882; Actas de inhumación, Acta del Consejo de familia; Acta del escribano donde consta la entrega de los restos; Acta de la Sesión Solemne del Ayuntamiento de la ciudad. (Ídem). El 24 de octubre en el Teatro Iturbide se dio por concluido el homenaje con una velada. Teniendo en el centro del foro un catafalco envuelto en la bandera nacional. Como telón de fondo la representación de la Catedral Metropolitana. Los asistentes estaban vestidos de riguroso luto. El programa musical constaba de marchas fúnebres de Beethoven y Chopin. Los alumnos de la Escuela Normal interpretaron el coro fúnebre de Mendelsohn. (Ídem).
El Corregidor en Querétaro
Al paso de los años, el Panteón fue adecuado para que el monumento funerario "luciera"; se quitaron las imágenes religiosas que estaban en el muro de entrada, sustituidos por jarrones; Se colocó un jardín donde estaba una fuente de cantera, –puesta en funcionamiento en 1863–. Entre 1921 y 1922 otra vez se intervino el lugar, llevando a efecto algunas remodelaciones de ese sitio. Los restos de Don Miguel Domínguez Trujillo, por iniciativa del gobierno estatal, fueron trasladados a la ciudad de Querétaro el 26 de septiembre de 1921, y depositados juntos con los de Doña Josefa Ortiz el 27 de septiembre. Gabriel Agraz García de Alba sostiene que los restos inhumados eran en realidad los del hijo, Mariano Domínguez Ortiz. Asimismo que la inscripción que reza: –entre otros datos– que ..."fueron inhumados el 15 el septiembre de 1922". [...] Está totalmente equivocada". [Agraz: 1992: 327].
Recinto de Honor
El antiguo panteón que dejó de funcionar en la década de los años 30 del siglo XX, fue objeto de una remodelación en 1955; el objetivo era inaugurarlo en el 150 aniversario del inicio de la Independencia Nacional. Enmarcado por un programa cívico se realizaron los festejos patrios del sesquicentenario en septiembre de 1960. El martes 13 se inauguró el Panteón de la Cruz conocido entonces como el Mausoleo de la Corregidora, a las 10:30 horas. Rindiéndose además un homenaje nacional a todas las heroínas de la Independencia. El 5 de febrero de 1988 fue inaugurado el Panteón de los Queretanos Ilustres, por acuerdo del Cabildo del Ayuntamiento de Querétaro. El nombre oficial en la actualidad es: Panteón y Recinto de Honor de Personas Ilustres de Querétaro.
Recientemente el lugar fue objeto de una intervención, alumbrado, equipamiento y jardinería. Falta realizar una museografía digna, con cédulas fijas e interactivas. Además de revisar con una visión crítica los restos, cenizas, placas y monumentos que ahí se encuentran e investigar la autenticidad de los restos de algunos personajes... Como dice la Sonora Santanera: ¡Es la boa! "y ya todos lo saben"...
Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Junio de MMXX.