Intervención

[...] “Pero los hombres del alba se repiten/en forma clamorosa,/y ríen y mueren como / guitarras pisoteadas,/con la cabeza limpia / y el corazón blindado”. (Fragmento Los hombres del Alba. 1944.) Efraín Huerta.

Escenario

La plaza fue proscenio del acto cívico y lúdico, se convirtió en un lugar de encuentro para vecinos y visitantes; a sus costados discurrían lo desfiles cuando se competía por la mejor banda de guerra y la marcialidad de las escoltas. Pasaron las reinas de los diferentes clubes como los de la universidad, de los charros y desde luego, los bomberos con sus sirenas en todo lo alto y el aplauso general con la admiración de los niños y sueños aspiracionales.

Huellas

En su entorno persistieron algunas cantinas, viejas boticas con sus estanterías y frascos de porcelana, una tlapalería, tiendas de telas y mercería en las cuales todavía se vendían cambayas multicolores y "cabeza de indio". La plaza también fue paso y reposo de los estudiantes de Bellas Artes, de la Casa de la Asegurada y de la Academia Comercial; por ahí también transitaron los habituales asistentes a las funciones del Cinema Premier 70 (1978-1995), este recinto del séptimo arte tenía cortinajes de techo al suelo, una moderna pantalla y capacidad para alojar casi a setecientas personas.

En el Portal Bueno, se congregaban los tríos, para llevar a petición del amartelado una serenata inducida -tal vez por la ingestión etílica- que avivaba el amor o el desencanto. La música romántica fungió como puente para: la seducción y la conquista, la conmemoración del cumpleaños o como un buen gesto para las madres... En el Portal Allende (también conocido de los panaderos), era usual comer los tacos de cabeza con su inigualable salsa, cebolla y cilantro; por su parte los Evangelistas siempre en disposición de redactar un oficio, una carta de amor o de recomendación (que no es lo mismo). El lugar fue igualmente territorio del sexo servicio.

Intervención

En 1994 como una respuesta al eterno problema de estacionamiento, se comenzó a gestionar la posibilidad de intervenir el espacio y crear una estrategia que equilibrara la desconcentración de servicios y del comercio que migraba a las modernas plazas comerciales, asentadas fuera del antiguo casco histórico. Significaba además, una oportunidad para la inversión privada así como para resolver un asunto prioritario. Así entre 1995 y 1996 se inició la obra para reformar la Plaza Constitución, el proyecto incluyó un estacionamiento de varios niveles.

En 1997, la intervención se realizó; lucía revestida de cantera con un concepto "moderno" luminarias, jardineras y una fuente al centro. El modernismo a muchos vecinos no les agradó y acabaron por bautizar a la fuente como el “platillo volador”, por lo que al cabo de los años ha tenido otras modificaciones.

Fuente

En la esquina de la avenida Juárez con Independencia, se instaló una fuente (1997) denominada “del Serafín” para significar -que en ese punto- desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta el último tercio del siglo XIX; se encontraba adosada a la pared una fuente y caja de agua unida a los muros del convento franciscano. En la parte superior estaba tallado en alto relieve un serafín; esta figura le otorgó a la calle llevar el mismo nombre «del Serafín» actual Independencia; la otra esquina era la calle «Cinco Señores» hoy Benito Juárez. En las obras para la construcción de la plaza (1996 y 1997), se encontraron los vestigios de las cañerías de barro originales, que formaban parte de la conducción de aguas limpias introducida entre 1736 y1738. Incluso fueron localizados restos de los cimientos de la fuente barroca.

Polémica

Los recursos financieros fueron de origen mixto y tuvieron un monto original de treinta y cuatro millones, ochocientos sesenta mil pesos. El estacionamiento de tres niveles llegó a su conclusión en mayo de 1998; en un principio no tenía autorizada la licencia de operación por lo que algunas reparaciones sugeridas terminaron hasta diciembre del mismo año; entró en operación días después. Su capacidad era para 370 cajones y atendía - en promedio- a 1,067 usuarios. En su momento causó polémica la concesión para que lo administraran particulares y se polemizó sobre el “daño patrimonial”, implícito. El proyecto consideró un superficie de 12, 000 m2. aprox., misma que sorteó diversos problemas, desde los estudios de mecánica de suelos, reporte de agrietamientos en los edificios circunvecinos e incrementos de los costos por las crisis financieras, además de los menesteres en el carácter jurídico y político.

Semiótica

Este espacio resume los avatares, cambios, huellas de otras generaciones que por casi medio milenio han hecho uso del espacio urbano. Ahí se encuentran los imaginarios, la vida cotidiana de nuestra ciudad, podemos seguir ese hilo conductor desde el asentamiento del Pueblo de Indios de Santiago de Querétaro. El periodo virreinal con su conjunto conventual y la huerta que se encontraba en el lugar que hoy ocupa la plaza. Ahí también se ubicaban los edificios del siglo decimonono y sus usos; el XX trajo nuevas inclusiones en el área y las intervenciones para reinventar y adecuar el viejo casco histórico; que en la década de los sesenta del pasado siglo transfiguró la morfología urbana. En la actualidad transcurre el XXI, con sus frescas apropiaciones y simbolismos, nuevos códigos y lecturas de una sociedad compleja y heterogénea, en donde algunos cuentan historias de transitoriedad o permanencia desde un no-lugar.

En la próxima entrega veremos los hallazgos y secretos que guarda al interior la Plaza Constitución y su entorno.

Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Junio de MMXIX.