Los pecados sexuales en Querétaro fueron indultados al más fiel estilo de la iglesia católica en el siglo XV y XVI.
Este performance del artista queretano Valerio Gámez, llamado Indulgencias, emana de su empresa simbólica Católica Industry, en la que representa diversos servicios para religiosos contemporáneos.
Por esto, muy ad hoc con las fechas de semana santa, Valerio se enfundó en su sotana para perdonar la lujuria, sodomía, depravación, orgía, adulterio y otros pecados sexuales arraigados en la sociedad queretana.
La instalación performática se realizó en el patio principal del Museo de la Ciudad, donde se dispuso una mesa finamente cubierta con telas moradas y detalles dorados para alcanzar la solemnidad debida.
Ahí, Ana del Carmen, el calígrafo Óscar Camacho y el propio director del museo, Gabriel Hörner García, todos correctamente vestidos con sotana, se encargaron de llenar las indulgencias, filmarlas a mano y ponerles el sello de autenticidad.
Los pecadores llegaron en silencio hasta la zona del perdón, esperaron su turno en silencio y solicitaron la indulgencia debida, por su puesto a cambio de una cooperación voluntaria; que de acuerdo a la instrucción de los sacerdotes Vario Gámez y Bernardo Lira, “puede ser un peso, 50 pesos o 100 pesos, según lo que les dicte su conciencia”.
Una vez solicitado el documento, los pecadores llenaron un formato con información personal como nombre, edad y el pecado sexual a indultarse, después de eso esperaron pacientes a que el indulto fuera llenado a mano, revisado y debidamente sellado por el padre Gabriel.
Cuando el proceso terminaba, el padre Valerio o el padre Bernardo anunciaban en voz alta: “Juan Martínez, tu pecado de lujuria ha sido indultado” mientras entregaban el perdón resguardado en un fino sobre blanco.
Con cada anuncio en voz alta se desataban leves risas y murmullos entre los pecadores que también esperaban su perdón por escrito.
El procedimiento se realizó repetidamente desde las 18:00 hasta las 20:00 horas, lapso en el que se entregaron 25 indulgencias. Al final del performance, los actores y asistentes compartieron un bien merecido vaso de vino tinto.
Esta es la primera vez que Valerio Gámez monta la instalación Indulgencias en Querétaro, previamente la ha presentado en la galería Art Space México en la capital del país.
“En Querétaro yo tenía mis dudas de cómo iba a reaccionar la gente, pero superó las expectativas, llegó más gente de la que esperaba. Se crea una atmósfera muy real, los compañeros empiezan a hablar en voz baja, todos estaban muy dentro de su papel, tanto los pecadores como los que estaban entregando las indulgencias”.
“Siempre he presentado este tipo de instalaciones por la temporada de semana santa, tengo otras piezas que se llaman ‘Miércoles de ceniza’ en donde me tomo fotos en distintos templos precisamente con mi cruz de ceniza en la frente, hoy decidí que en lugar de hacer el altar por el viernes de dolores, decidí montar esta pieza”, comentó.