Para recordar a los ancestros otomíes y su trascendencia en la cultura, este 16 y 17 de marzo, en Tula, Hidalgo, se dará lugar a Dängo; un festival en el que a través de la gastronomía, la artesanía y la música se celebrarán sus raíces y se rememorarán los lazos que lo unen con Querétaro.
En hñähñú Dängo quiere decir gran festival, y así es como los organizadores, Andrés Campos y Ciro Reyes esperan que sea su primera edición, cuya experiencia planean replicar a finales de este año en la entidad, o hasta marzo del 2020.
Además de incentivar la convivencia entre las familias, y acercar la cultura de ambos estados, los organizadores compartieron en rueda de prensa que también buscan dinamizar el turismo, y mostrar al país que además de los Atlantes, Hidalgo tiene otros atractivos naturales e históricos que ofrecer.
“¿Qué porqué con Querétaro?, recordemos que la historia adjudica a Conín la fundación de la ciudad de Santiago de Querétaro, y él era originario de Nopala, Hidalgo”, responde Campos cuando se le inquiere acerca de esta iniciativa turística que desea conectar a ambas entidades dentro de un circuito cultural.
La idea también es reunir el talento local, nacional e internacional en un solo punto, por ello el line up de este festival estará compuesto por los Dj´s MikAnkh, Joy Márquez, P Uriah Persie, Marisol Grajales, Vudu Hunters, Rex, Neff, ProxBeat, Alexander Fiara, Stephan Alvarado, STRK, Jagger Page y The Johnnas Roberts.
También se presentará el grupo de rock alternativo e indie ATMA Music Mx, Erny Aveiro, y el cantante de hip hop, reggaetón y R&B Pekos “El Más Real”.
Además de música, se instalará un pabellón artesanal y gastronómico, habrá una exhibición de globos aerostáticos y cine al aire libre para aquellas personas que deseen pasar la noche en el área de camping.
Por si fuera poco, al segundo día los asistentes podrán sumarse a la carrera trail de 15 km, con una bolsa garantizada de 5 mil pesos para el primer lugar, o a la de 5 km recreativos, en la que podrás correr, trotar o caminar por zonas arqueológicas, ríos de agua limpia, monumentos, antiguos cascos de haciendas y zonas naturales “con árboles de hasta 600 años”, con el objetivo de que el público pueda conocer los diferentes rincones de Tula.