Familiares, amigos y ex alumnos del maestro Eduardo Loarca Castillo, se reunieron en el Conservatorio de Música José Guadalupe Velázquez para conmemorar los cien años del nacimiento del músico, compositor y promotor cultural queretano, quien llegó a este mundo un 13 de octubre de 1922, en la Calle de los Infantes, hoy Altamirano.
Dicho homenaje póstumo se realizó en el conservatorio de música que él mismo dirigió durante 26 años, por lo que los recuerdos estuvieron a flor de piel entre los presentes, quienes tomaron la palabra para compartir anécdotas sobre la personalidad chusca que siempre caracterizó a su “querido maestro”.
El coro y orquesta del Conservatorio de Música José Guadalupe Velazquez interpretó la obra principal del compositor: Suave patria, una musicalización del poema de Ramón López de Velarde, que fue presentada en 1954 con motivo de la celebración del centenario del Himno Nacional mexicano.
Las declamaciones estuvieron a cargo de Luis Gerardo Atilano de la Rosa, Katia Elizabeth Chávez Guzmán, Yesenia Ibeth Garnica Alcántar, Roberto Santiago Lozano Bárcenas, Miriam Karina Martínez Maldonado e Isabella Margarita Kontrick Guerrero.
Bajo la dirección de Erick F. Escandón, participaron en el homenaje la soprano Gabriela Martínez Dorantes, el tenor Andrés Tapia Herrera, y Vladimir Curiel al pianista.
Eduardo Loarca Castillo, a quien con cariño sus alumnos llamaban “el profe” nació en 1922 en la ciudad de Querétaro. Se formó como músico en la Escuela de Música Sacra y el Conservatorio de Música José Guadalupe Velázquez, que más tarde encabezaría como director. Algunos de sus principales mentores fueron los músicos Cirilo Conejo Roldán, Fernando Loyola, Mercedes Castillo, Arnulfo Miramontes y Ramón Noble.
Fue director del Museo Regional de Querétaro y durante su gestión el recinto adquirió importantes piezas alusivas a la Segunda Guerra Mundial y otras de origen prehispánico. De 1971 a 1997 fue director de la Escuela Diocesana de Música Sacra y Conservatorio de Música José Guadalupe Velázquez. En 1986 fue nombrado cronista de la ciudad por el gobernador Mariano Palacios Alcocer.
También fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana y de la Sociedad de Geografía y Estadística, y dirigió por muchos años el Orfeón de Querétaro (Coro del Conservatorio) y compuso varias obras musicales de carácter religioso, escolar, recreativas y didácticas (Canción de cuna, Nochebuena mexicana, entre otras).
El maestro Loarca falleció el 10 de abril de 2004, a los 81 años de edad.