Piezas de gran valor histórico como la escultura ecuestre deCarlos IV, el Camarín de la Virgen de Loreto, el mobiliario queobsequió Napoleón III a Maximiliano y el saco del generalFrancisco Villa, entre otras, fueron intervenidas durante este añopara su conservación.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) diopaso a la segunda etapa de su proyecto en la escultura ecuestre deCarlos IV, también conocida como El Caballito, y se comenzó porrecuperar su estabilidad, unidad y apariencia.
Durante la primera etapa se efectuó un diagnóstico de daños yuna propuesta de trabajo, y en noviembre pasado comenzaron laslabores para restablecer la integridad de la superficie metálica,dañada en su 45 por ciento debido a intervenciones que ha tenidoanteriormente.
Uno de los hallazgos más reveladores fue el registro de losrestos de acabado orgánico con que Manuel Tolsá (1757-1816)recubrió la estatua de la aleación de cobre, y el reconocimientode esta técnica es una de las claves de la unidad visual de laobra histórica.
Por su parte, en el Museo Nacional del Virreinato, los expertostrabajaron en el Camarín de la Virgen de Loreto, joya virreinaldel Tempo de San Francisco Javier, en el cual se realizóimpermeabilización y se atendieron los estucos afectados por lahumedad y la presencia de sales.
Asimismo, la imagen de la Virgen de Loreto, que data del sigloXVII, recibió trabajos de limpieza, eliminación de repintes,resane y reintegración cromática.
En la Escuela Nacional de Conservación, Restauración yMuseografía (ENCRyM), se intervino el saco que portaba el generalFrancisco Villa el 20 de julio de 1923, fecha en que fue asesinadoen Parral, Chihuahua.
La prenda perteneciente a la Colección de Indumentaria delMuseo Nacional de Historia (MNH), en el Castillo de Chapultepecpresenta 11 orificios, el material del saco de lino color marfil seencontró estable pero fue necesario coser el extremo de la mangaizquierda.
También del Castillo de Chapultepec se atendió un conjunto de14 sillas y sillones de la Sala de Pianos, obsequiados alrededor de1865 por el emperador Napoleón III al archiduque Maximiliano deHabsburgo, ya que mostraban falta de brillo, color y pérdida dehilos.
Los expertos plantearon un proyecto de conservación queincluyó una reproducción digital de las imágenes sobre una telasintética para cubrir la original sin dañarla.
En el Templo de San Bernandino de Siena, Xochimilco,restauradores atendieron ocho pinturas atribuidas a Baltazar EchaveOrio y dos lienzos sobre tela anónimos del siglo XVII, además sedesarrolló un estudio para conocer los materiales, técnica yestado de conservación de las obras.
En ese mismo recinto fue intervenida la pintura moral de 84metros cuadrados y ubicado en el sector oriente del templo,presenta trs capas pictóricas que da cuenta de las distintasdecoraciones que tuvo el ábside entre los siglos XVII y XIX.
El INAH también restauró espacios arquitectónicos, como labóveda del Templo de San Martín de Tours, en Huaquechula, Puebla,donde especialistas hallaron la decoración original del siglo XVI,completa y en buen estado de conservación, que procedieron arescatar.
En Oaxaca se intervino la decoración de los espacios de lacrujía norte del Ex Convento de San Pablo, incluidos los quefuncionaron como aulas del antiguo Instituto de Ciencias y Artes deOaxaca, en donde se instruyeron personajes como Benito Juárez.
En la crujía norte se localizó gran cantidad de aplanadoscorrespondientes a la época del convento, los cuales fueronrecuperados, consolidados y restaurados, asimismo, en territoriooaxaqueño el INAH atendió tres retablos de estilo neoclásico delsiglo XVIII, afectados por un incendio en 2010.
Los tres retablos del Santuario de la Virgen de Ocotlán,Tlaxcala, recobraron su brillo y magnificencia tras dos temporadasde trabajo, cada conjunto alberga 18 esculturas policromadas dediferentes épocas que fueron intervenidas para devolverles susvalores históricos y estéticos.
Como parte del proyecto de restauración de objetos de cultoligados a los sistemas locales de creencias de los coras, seintervino el óleo sobre tela de la Santísima Trinidad que datadel siglo XVIII, también se atendió a una serie de esculturasdatan de los siglos XVIII, XIX y XX. En la ENCRyM también serehabilitaron un par de esculturas de madera de Jesús Crucificadoy San Francisco, procedentes de dos comunidades del estado deMéxico dentro de las cuales se encontraron documentos de más dedos siglos de antigüedad.
La representación de Cristo, de Tenancingo, tenía en elinterior de la cabeza una botella de vidrio con papeles en los queconsta que fue hecha en 1776 y modificada en 1905; a esta pieza sele efectuó un proceso de fijado y limpieza, se estabilizaron lasgrietas y se corrigieron las deformaciones internas.
En tanto, la escultura de san Francisco de Juchitepec, data dela primera mitad del siglo XVII, fecha que se determinó a partirde pedazos de papeles hallados durante su restauración, fuefumigada, se le eliminó suciedad, se retiraron repintes y seestabilizó su policromía.