Para muchos de los creyentes y no creyentes resulta una tradición ya muy arraigada el acudir y sentarse en las banquetas de las calles del Centro Histórico de la ciudad para ser testigos “casi mudos” de una de las celebraciones religiosas más importantes del año que tiene lugar el Viernes Santo. En uno de los folletos que los voluntarios del Templo de la Cruz repartieron a diestra y siniestra, se lee que la Procesión del Silencio tiene sus primeros antecedentes en la época del Virreinato y que en este mismo atrio, donde los Urban Sketchers (dibujantes urbanos) se reunieron, se hicieron las primeras escenificaciones de lo que a la postre se convertiría en una tradición, en un estilo de vida, en un acto de fe.

Los dibujantes decidieron sumarse este año al ritual para documentar el fenómeno religioso como lo hicieran ilustradores de antaño. Con sombreros y libretas en mano, comenzaron a bocetar las primeras líneas, entre ellos el periodista español Gabriel Campanario, fundador de este movimiento a nivel global, y quien estuvo de visita en la ciudad por invitación de artistas locales.

Como si estuvieran a punto de realizar una cirugía, cada uno sacó cuidadosamente su material de trabajo y con trazos firmes sobre las hojas, comenzaron el proceso del llamado dibujo inmediato. Para Monserrat Pérez, una de las dibujantes impulsoras de este movimiento pero en Ciudad de México, viajó hasta Querétaro para acompañar a sus colegas en este ejercicio creativo.

“Tengo 10 años que empecé a dibujar con los Urban Sketchers porque conocí a la agrupación por internet. Encontré la página y de ahí nació mi interés por dibujar en sitios y espacios públicos. Me di cuenta que ya había una agrupación en Ciudad de México y decidí unirme. Tenemos contacto con otras agrupaciones de distintos países e interactuamos con ellos mediante el envío de postales y dibujos; también ellos han venido a visitarnos”, dijo en entrevista.

Mientras todos seguían el movimiento del contingente sin despegar el lápiz del papel, Gabriel Campanario mantenía la mirada fija al atrio del Templo de la Cruz, pues no quería perder ningún detalle para que su dibujo fuera una fiel representación del instante. Al parecer, los dibujantes acapararon las miradas de las personas que tenían junto y atentos observaban cada trazo que aplicaban sobre las libretas. Para Gabriel, esta celebración religiosa es muy cercana a él, pues en su país, también es considerada una tradición muy arraigada.

“Evidentemente que esta experiencia para mí resulta muy especial. El dibujar en multitudes siempre es algo que valoro. Y la verdad que conociendo esta celebración en España, específicamente en ciudades como Sevilla y en el pueblo de donde es originaria mi familia, Extremadura, es muy similar. Es un ritual que se lleva haciendo por muchos años que atrae a los creyentes como no creyentes y se convierte en una experiencia de comunidad única”, comentó.

Cada segundo fue de vital importancia para poder completar el dibujo. Algunos sólo detallaron con el lápiz, y otros aplicaron colorido para una representación más exacta.

En algunos de los dibujos, los penitentes aparecen arrastrando pesadas cadenas atadas a los tobillos y otros más cargando enormes cruces de mezquite sobre el hombro, nazarenos con capirotes rojos, morados y blancos, caminando solemnemente bajo la mirada atónita de los espectadores.

Martín Camacho, arquitecto y dibujante, mencionó que el capítulo Querétaro de los Urban Sketchers cada vez tiene más agremiados entre sus filas, lo que les ha permitido agregar más formas y color al movimiento.

“Junto con otros compañeros, Demian Chávez, Jorge Escobar, Daniela Quintanilla y un servidor, administramos y coordinamos distintas actividades como nuestras redes sociales, publicidad y convocatorias. El grupo se fundó en 2020 durante la pandemia y actualmente tenemos registrados alrededor de 80 personas en el grupo. La filosofía del Urban Sketchers es dibujar en la calle, entonces hacemos la convocatoria por redes sociales e indicamos el punto de partida. Nuestras salidas son cada 15 días, dos veces por mes y con una participación abierta a todo el público”, dijo.

Al final del encuentro, los Urban Sketchers se perdieron entre el gentío para captar nuevos momentos de la Procesión del Silencio cuyo peregrinaje siguió las calles de Felipe Luna, 5 de mayo, Pasteur, Reforma, Juárez, Corregidora e Independencia.

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