De acuerdo con Alfredo Villar, presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares de México, más de 6 mil colegios privados han padecido la disminución de sus ingresos por el pago de colegiaturas. Esto significa una crisis en ambos sentidos: en los docentes de escuelas particulares que han visto minado su salario por la reducción de sus clases y en los padres de familia con el impacto en sus empleos.
Ante este panorama, al iniciar el ciclo escolar, que será en modalidad virtual, una pregunta ha circulado por redes sociales y chats de padres de familia de escuelas particulares provocando dudas, angustia y hasta enojo: ¿sacaré a mi hijo del colegio en el que estudia?
Seguramente conoces el caso de personas que han visto interrumpidos sus trabajos, negocios, proyectos y planes. A pesar de que están interesados en que sus hijos continúen estudiando en colegios privados, el impacto en la economía familiar amenaza con la continuidad educativa de sus hijos, afectando además a docentes y escuelas.
Ante esta situación comparto contigo algunos consejos que te serán útiles para sustentar tu decisión, siempre pensando en el interés supremo que representa la educación de tus hijos.
¿Por qué estudia mi hijo en una escuela privada?
Ya sea por el prestigio, el horario extendido, la tradición familiar, las opciones de desarrollo educativo que no ofrece la educación pública, tu respuesta debería de considerar en primer lugar el grado de felicidad y bienestar que experimenta tu hijo estudiando en su escuela. Ante la situación de confinamiento, ten por seguro que el cambio radical que representa el cambio de colegio acarrearía en tu hijo una situación de vulnerabilidad indeseable. Si tu situación económica te obliga a cambiar a tu hijo, incluso al sector público, es necesario que entre toda la familia inicien un proceso de adaptación y acompañamiento para la nueva etapa.
¿En plena contingencia están dispuestos a enfrentar un nuevo cambio?
Quienes formamos parte de la educación tuvimos que adaptarnos abruptamente a entornos digitales. Tomando en cuenta que el regreso presencial en agosto no será posible, ¿te imaginas lo que representaría para tu hijo entrar a un nuevo colegio en donde las caras en pantallas serán además desconocidas? Tarde o temprano la pandemia pasará, pero la educación de tu hijo será para el resto de su vida. Además, la experiencia de la pandemia requerirá de un desahogo, una sublimación que tu hijo podrá vivir en compañía de sus compañeros.
La pérdida del empleo o disminución del ingreso familiar
Si estás pasando por esta lamentable situación, considera que muchos colegios están implementando medidas temporales para apoyarte. En algunas escuelas han ampliado la convocatoria de un programa de becas, siempre y cuando las familias apliquen un estudio socioeconómico. Otras ofrecen programas de descuento; algunos colegios han ampliado su oferta de modalidad educativa. Acércate y comparte tu situación. Un buen colegio siempre estará dispuesto a escucharte.
¿Realmente es tu decisión o te estás dejando persuadir por la inercia de otros padres de familia?
Algunos padres de familia que fungen como representantes, o que se ostentan como tales, aprovechan el contexto de la pandemia para tener un protagonismo por intereses específicos muchas veces desconocidos. ¿Realmente el cambio de colegio es una decisión familiar o te estás dejando influenciar por el grupo del whatsapp? Te sugiero que tú mismo acudas al colegio, que disminuyas la emoción y te guíes con tu razón, y resuelvas todas tus dudas e inquietudes, esto te permitirá contar con más argumentos para sustentar tu decisión. Asegúrate de ser atendido de forma personalizada, sin la presión ni la carga emocional de un grupo al que seguramente no le interesa la educación de tu hijo.
Las percepciones erróneas de padres de familia
Es recurrente la percepción errónea de que la educación a distancia es de menor calidad que la presencial y, por esa razón, algunos padres se niegan a erogar en modalidad virtual lo que invierten en la presencial. A esta percepción se agrega el mito de la inconformidad respecto a la proporción horas-clase en la modalidad virtual. No obstante, la educación virtual les exige a los profesores mucho más esfuerzo y tiempo para planear y diseñar materiales para sus clases. Algunos inician su jornada muy temprano y la terminan hasta muy noche por revisión y preparación de sus clases. Considera además que la cantidad del tiempo de enseñanza frente a una pantalla no debe ser, bajo ningún principio pedagógico, el mismo que en la escuela física.
El riesgo en niños de preescolar
Aunque preescolar es obligatorio desde el 2008, los padres de familia de este nivel consideran innecesario recibir clases a distancia. Recuerda que la educación del futuro es la del presente y el siglo XXI es ya una realidad. Aunque los factores socioemocionales y lúdicos están por encima de los académicos, el nivel preescolar es una etapa fundamental y determinante en la ruta educativa de cualquier estudiante. ¿En serio piensas privar a tu hijo de esta oportunidad?
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, en más del 95% de estos casos, los padres de familia han alcanzado acuerdos positivos con los colegios, tales como descuentos o la condonación de recargos. Por otra parte, la Secretaría de Educación Pública pidió a los padres seguir pagando las colegiaturas: la emergencia sanitaria no exime ni libera de sus obligaciones a las partes.
Como padre de dos niños, entiendo tu situación. De la respuesta al dilema de sacar o dejar a tu hijo en su colegio dependerá que tenga una etapa formativa, óptima y, sobre todo, feliz. La pandemia por Covid-19 va a pasar, pero las consecuencias por la decisión en torno a la educación de tu hijo serán permanentes.
@doctorsimulacro