Sueños aventurados, sueños locos, en donde no sabes qué es verdad y qué es mentira, en donde lo sólido se hace guango y viceversa; sueño en el que creías que estabas despierto, y despiertas y te das cuenta que era un sueño, y cuando crees que has despertado te das cuenta que estabas en otro sueño en donde estabas soñando que soñabas. Qué clase de enigma es ese en el que de pronto hasta te puedes decir a ti mismo: ah, se me hace que estoy soñando. Luego logras despertar creyendo estar ya en la vigilia, y de pronto otra vez descubres que estabas soñando. Y te confundes a tal grado que cuando ya estás despierto de verdad, te vuelves a preguntar ¿estaré soñando? Para muchas culturas la vida es un sueño, para muchos autores también. Por ejemplo, un texto que interpreta el libro sagrado hindú, el Bhagavad Gita señala: “Según ellos, (los demonios) todo es un vacío, y cualquier manifestación que exista se debe a la ignorancia de nuestra percepción. Ellos dan por sentado que toda manifestación de variedad es una manifestación de la ignorancia, así como en un sueño creamos muchísimas cosas que de hecho no existen. Entonces, cuando despertemos veremos que todo es solo un sueño. Pero, en realidad, aunque los demonios dicen que la vida es un sueño, ellos son muy expertos en disfrutar de ese sueño. Y, así pues, en vez de adquirir conocimiento, se involucran cada vez más en su mundo de ensueños.” Hay que entender en qué sentido se dice esto, y ser muy cuidadosos en la interpretación. Se refiere a que lo que se vive aquí en el planeta es muy concreto, no tiene nada de ilusorio, se dice que es un sueño, ilusión, en el sentido de que es impermanente, pasajero, que no existe para siempre, que todo está cambiando y transformándose. Es en ese sentido que es un sueño. Un sueño regido por la divinidad.
La filosofía hindú, el Bhagavad Gita, en concreto, ha influido en muchas de las concepciones artísticas y filosóficas occidentales, y en particular, ha influido respecto a considerar la vida como un sueño. Ahí está, por ejemplo, el célebre trabajo de Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño, según señalaron recientes investigaciones: “Así lo afirmaron una decena de especialistas españoles e hispanistas indios en un seminario de dos días organizado por el Instituto Cervantes en Nueva Delhi, que concluyó hoy, en el que trazaron la enrevesada genealogía de cómo esas ideas llegaron a la península hasta ser incluidas por Calderón en su obra maestra… Meenakshi Sundriyal, profesora adjunta del centro de español de la Universidad Jawaharlaal Nehru de Nueva Delhi … no se puede decir que Calderón utilizó la idea de `maya´ o el budismo. Según la profesora, experta en Calderón y cuya tesis se centra en La vida es sueño, el tema de la obra `se basa en la idea de que no se puede confiar en los sentidos, lo que nos dicen los sentidos es que a veces la realidad no se corresponde a lo que vemos …. Juan Arnau, profesor de filosofía de la Universidad de Granada y especialista en cultura hindú, tendió puentes durante su intervención entre el texto sagrado Bhagavad Gita …Esa es la enseñanza fundamental del Bhagavad Gita, te dice que no renuncies a tus deseos sino que continúes buscándolos pero riéndote de ti mismo, con distancia,”
También antes, en la llamada Nueva España, hoy México, Sor Juana Inés de la Cruz, en el título de su obra cumbre Primero sueño, se refirió a otro tipo de sueños más anclados en la realidad dado que ningún sueño surge de la nada, todos están hermanados en esta dialéctica realidad-sueño, concreción-fantasía, díganlo sino las fuentes de inspiración de Primero
sueño, todos ellos actores y experimentadores de esa dialéctica: “Las fuentes literarias del Primero sueño son diversas: el Somnium Scipionis, de Cicerón; La locura de Hércules, de Séneca; el poema de Francisco de Trillo y Figueroa, Pintura de la noche desde un crepúsculo a otro; el Itinerario hacia Dios, de San Buenaventura y varias obras herméticas de Atanasio Kircher.
El sueño es un maestro de la vida, maneja diversas dimensiones, nos transporta a otras esferas, y no sólo eso, nos cura y nos sana porque soñar sana el cuerpo, la mente y el espíritu. Soñar es salud para los seres humanos, quien no sueña enferma.
Volviendo a Sor Juana, “ Primero sueño no es el poema del conocimiento como un vano sueño sino el poema del acto de conocer. Ese acto adopta la forma del sueño, no en el sentido vulgar de la palabra sueño ni en el de ilusión irrealizable, sino en el de viaje espiritual [...] El viaje —sueño lúcido— no termina en una revelación como en los sueños de la tradición del hermetismo y el neoplatonismo, en verdad el poema no termina: el alma titubea, se mira en Faetón y, en esto, el cuerpo despierta. Épica del acto de conocer, el poema es también la confesión de las dudas y las luchas del Entendimiento. Es una confesión que termina en un acto de fe: no en el saber sino en el afán de saber.” (Octavio Paz. Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. México: Fondo de Cultura Económica, 1982, págs. 498-499.)
Sueños de terror, fantásticos, proféticos, asombrosos, tristes, cotidianos, dolorosos, absurdos, alegres, reveladores, todo cabe en los sueños, en lo que Jacobo Siruela ha llamado El mundo bajo los párpados. El sueño es de quien lo trabaja, en todas sus esferas y en todas sus manifestaciones.
https://escritosdealfonsofrancotiscareno.blogspot.com