Una de las principales actividades económicas del lugar, sustento de varias familias que va más allá de un negocio, sino que se ha convertido en una tradición. La talabartería es el arte de trabajar diversos artículos con cuero y actualmente en el municipio de Cadereyta de Montes, 40 familias viven de este sustento económico. Con una entrevista realizada por Paul Mendoza, joven cadereytense, el señor Gilberto Servando Olvera Vega, maestro talabartero y Carlos Orozco Olvera compartieron la pasión por su trabajo y esta hermosa tradición.
"Era el oficio de mi papá, entonces toda la familia teníamos que ayudar a los padres, y la forma de ayudar era aprendiendo este oficio; somos 12 hijos y a todos nos enseñó, y yo desde 1958 he estado aquí", dijo Gilberto. La familia Olvera trabaja solamente con piel, no tienen materiales sintéticos; piel de res, de cabra, cabrito, borrego, víbora y en algún tiempo se utilizó la de venado.
En la talabartería que se realiza en este municipio, destacan artículos como, cinturones, chaparritas, fundas para armas, bolsas de mano, llaveros, carteras y botas vaqueras. "A nosotros ya no se nos dificulta el proceso, lo que necesiten y nos manden hacer, lo hacemos; lo complicado es que la piel no viene tal y como nosotros la queremos, tenemos que hacerla al grueso que la necesitamos y esa es la parte más difícil", agregó Gilberto.
Hace unos cuantos años, los talabarteros utilizaban técnicas convencionales y tradicionales para trabajar la piel, sin embargo, por diversos factores, estos artesanos, han creado e innovado estos procesos. Carlos Orozco explica que el oficio lo aprendió a la edad de 15 años, ayudando a un talabartero por curiosidad, le gustó, así que trabajó dos años para después iniciar un negocio propio.