Teatro Iturbide - de la República, escenario de la historia

Cartografía del tiempo

Edgardo Moreno Pérez | Colaborador Diario de Querétaro

  · jueves 13 de agosto de 2020

Foto: Cortesía | Edgardo Moreno Pérez

El foro tiene poca extensión; pero la entrada del proscenio es hermosísima y presenta a los actores y a la escena con esa grandeza, con esa pintoresca ilusión que los embellece y de la que habla con tan mágico encanto Víctor Hugo [...]

Guillermo Prieto. Viajes de Orden Suprema. 1853.



Teatro de Iturbide

Finalmente después de varios intentos y búsqueda de un espacio céntrico para emplazar un teatro "digno de la cultura queretana", se optó por el que ocupaba la alhóndiga, ubicada en la esquina de las calles de la Alhóndiga y primera de San Antonio. (Hoy Ángela Peralta y Benito Juárez). El espacio constaba de 994,43 metros. El arquitecto Camilo San Germán realizó el proyecto. Las primeras décadas del México independiente fueron turbulentas. Asonadas, cuartelazos, pronunciamientos, golpes de estado... La guerra con Texas, la invasión Norteamericana, la "Guerra de los Pasteles" con los franceses. Entre otros avatares impidieron la conclusión de la obra.

T. Surplice terminó el teatro con algunos ajustes al proyecto original. Financiado por diversos fondos de inversores, mayoritariamente los legados al Ayuntamiento por Doña Josefa Vergara. Por decreto del gobernador Ramón Ma. Loreto del Canal de Samaniego se le denominó Teatro de Iturbide. El 29 de abril de 1852 a las 10:00 horas se bendijo el espacio teatral; el 2 de mayo del mismo año se levantó por primera vez el telón y el público pudo disfrutar de la obra Por dinero baila el perro y por pan si le dan puesta en escena por la Compañía de José Castelán. En el previo se había interpretado la obertura “Iturbide” escrita por el queretano José I. Amievas y dirigida por Bonifacio Sánchez.

Lugar de encuentro, historia y sociedad

En el Teatro de Iturbide hoy de la República, se han desarrollado eventos trascendentes para la historia local y nacional. El estreno en Querétaro del Himno Nacional en la noche del 15 de septiembre de 1854. Ceremonias cívicas como la del "Grito de la Independencia", la promulgación de la Constitución de 1857. Testigo de veladas en honor a Maximiliano de Habsburgo en octubre de 1863. Cuatro años después –en ese escenario– se efectuaría el juicio del Archiduque Fernando Maximiliano, y sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía en junio de 1867, donde fueron sentenciados a muerte para el 16 de junio, (prorrogándose al 19 del mismo mes y año). Por cierto, en marzo de 1867 “el techo del teatro fue arrancado, fundido y convertido en balas, una parte de las campanas y todo el hierro que se pudo conseguir”. (Hans) En este sitio se escenificaron algunos debates del constituyente, entre diciembre y enero del 1916 y 1917. En ese lugar se realizó el protocolo para jurar la Constitución de 1917.

Durante muchos años se convirtió en un lugar de encuentro de la sociedad queretana; en el último cuarto del siglo XIX y la primera década del siglo XX, se verificaron actos cívicos, “funciones de abono”, jamaicas, kermeses, fiestas navideñas que eran el “Teatro Social Queretano”, o la “Feria de las Vanidades”. El Teatro fue una de las primeras salas donde se proyectaron películas, en un tiempo fue sede del Poder Legislativo local, escenario de conciertos de la Filarmónica. Es un espacio que refiere la historia nacional y regional, es un lugar que congrega a los queretanos en eventos cívicos y artísticos, además es tenido por el imaginario colectivo como un lugar simbólico.

Foto: Cortesía | Edgardo Moreno Pérez

Actores queretanos, atmósferas...

“El Espejo de los Queretanos” fue una obra que escribió un vecino de la ciudad de San Miguel de Allende, Manuel Trejo Fortanell. Misma que fue representada por actores aficionados. Los queretanos estaban muy activos en la escena y tras varios ensayos presentaron la zarzuela “El Juramento”. Entre ensayos, creación de escenografías acartonadas y lustrosas invitaciones, amigos, parientes, familiares conformaban el público. Sin faltar los vendedores ocasionales cada vez que había representaciones en el teatro. Ahí se encontraban, a la entrada y salida de las funciones, las mesitas alumbradas con mecheros de petróleo, cuyas pantallas eran de papel de china. Entre la humareda se podían comprar las queretanas frutas de horno, los polvorones y otras delicias de la repostería tradicional.

Publicidad de las funciones

Varias compañías en distintos géneros teatrales, operísticos y de zarzuela ofrecieron funciones en el Teatro de Iturbide siguiendo la costumbre; los jueves y los domingos, y la obligada función de beneficio”. Para publicitar las funciones, una banda de músicos acompañaba a los que portaban un bastidor con el cartel. Que inicialmente se colocaba en el Portal de las Carmelitas,
(Benito Juárez, entre Francisco I. Madero y 16 de Septiembre). En la última década del siglo XIX en el Kiosco del Jardín Zenea. En ese festivo recorrido eran pegados carteles en las esquinas y aventando al aire los programas de mano. El desfile invariablemente seguido por niños y adultos curiosos. Al término del trayecto se llevaba el cartel hasta las puertas del teatro.

Foto: Fernando Reyes | Diario de Querétaro

Regulación

Los regidores se turnaban para presidir las funciones de teatro y corridas de toros, en representación del Prefecto, “comenzando por el más antiguo”. (AHM. Actas de Cabildo. libro 1864-1866)
En el último cuarto del siglo XIX se preveía que las autoridades deberían estar acompañadas de una guardia de policías del estado y se les denominaba Juez de teatro. Para 1871 ya se tenía un Reglamento de Teatros para la Capital y los Distritos. (AHM. Bandos Históricos). Este texto está basado en el libro: Apuntes para una historia del teatro y las artes escénicas en Santiago de Querétaro del siglo XVI al siglo XIX. Querétaro. Instituto Queretano de la Cultura y las Artes. 2006., pp. 97-110. Autor: Edgardo Moreno Pérez. En la próxima entrega compartiré algunas de las crónicas teatrales.


Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Agosto de MMXX.