El racismo es un problema vigente que afecta a cientos de personas alrededor del mundo, y para la compañía teatral Teatrapos parecía importante visibilizar que en México también ocurre.
Canta, Nina es una obra de títeres con música en vivo que busca entablar un diálogo directo con los niños para mostrarles cómo identificar y luchar contra el racismo y la discriminación, explicó en entrevista Andrea Cruz, directora de la obra y de la compañía.
La obra está basada en la vida de Nina Simone, particularmente en momentos de su infancia que menciona en sus memorias, Víctima de mi hechizo, y de la investigación realizada por Omar Esquinca, dramaturgo y cofundador de la compañía.
Eunice Kathleen Waymon, conocida artísticamente como Nina Simone, fue una figura predominante en el jazz, blues, rhythm y blues en Estados Unidos. Conocida popularmente como la “Alta Sacerdotisa del Soul”. Además de su trayectoria e impacto dentro de la música, Simone es recordada por su activismo dentro de la lucha por los derechos civiles de las personas afrodescendientes en Estados Unidos, reflejado inclusive en su discografía.
En los años 70 salió de Estados Unidos por unos conflictos con sus agentes, compañías discográficas y la Agencia de Impuestos Norteamericana, situación que ella atribuía al racismo. Después de vivir ocho años en Barbados, reingresó al país vecino porque era buscada por evasión de impuestos, mismos que se había negado a pagar como protesta durante la Guerra de Vietnam.
La compañía Teatrapos busca aterrizar los problemas de racismo en una figura como Nina Simone por su testimonio de vida y lo relacionan con el contexto mexicano cuando Xareny, actriz que interpreta a Nina Simone, interviene durante la puesta en escena para hablar sobre su propia experiencia con el racismo y la discriminación dentro del país.
“Dentro de la compañía siempre nos ha gustado hacer obras que traten de problemas que nosotros vemos de inmediato o que nosotros tenemos dentro de nuestras vidas personales, porque consideramos que lo privado es público. Las cosas que nos pasan como individuos, también le ocurren a la gente en general.
“Siempre que queremos hacer este ejercicio nos preguntamos cómo vamos a hablar de estos temas, siempre reflexionamos qué es lo que nos gustaría ver, cómo nos gustaría que se abordara, así es como planteamos nuestras obras. Algunos de nosotros vimos de niños obras que hablan de temas difíciles y a la fecha nos siguen conmoviendo y nos siguen llevando a lugares de reflexión y de acción. Creemos que el poder del teatro, en general, es guiar a la gente a ese punto. No importa el tipo de teatro que se haga, la finalidad es sacudirte, moverte”, puntualizó la directora.
Pese a que la obra está dirigida hacia el público infantil, la directora enfatiza la importancia que tiene para ellos que el resto de la familia también se involucre en la historia. “Nosotros al principio establecimos que era una obra para niños de 8 o 9 años para arriba. Ya habíamos tenido un par de obras dirigidas al público de pre-escolar o primaria baja, así que ahora queríamos hablarle al público preadolescente (...) Pero lo que pasa siempre es que cuando haces una obra de teatro infantil, no sólo te va a ver el niño al que tú quieres llegar, sino que va el resto de la familia. Acuden los hermanitos que son más chiquitos, acuden los padres de familia, entonces el teatro infantil implica que un público con un rango de edad muy variado va a estar presente y a todos tiene que llegarle el mensaje.
“En un inicio tuvimos unas primeras funciones en las que hacíamos este corte al final de la función para dialogar con el público, porque nos interesaba saber hasta dónde se estaba entendiendo, hasta dónde los niños reaccionaban o no a los personajes, a la historia. Eso nos sirvió muchísimo como primer filtro para saber que el mensaje estaba llegando y que el público no se estaba escandalizando”, expresó Cruz.
Más sobre la obra y las funciones
Eunice Waymon es una joven prodigio del piano que está a punto de comenzar un recital. Todo el pueblo se ha reunido para escucharla. Justo momentos antes de dar inicio, la niña se percata que quitan a sus padres de la primera fila para que se siente otra familia. Confundida por las emociones que está sintiendo, Eunice desea con todo su corazón detener el momento. En ese instante aparece Nina, una misteriosa mujer que la llevará a un viaje a través del tiempo y de la música.
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Las presentaciones se realizarán en La Gaviota Teatro los días: 4, 5, 11 y 12 de agosto a las 17:00 horas. Los precios de las entradas varían dependiendo de los beneficios que incluye el acceso: el boleto Dragón tiene un costo de 200 pesos e incluye el ingreso general, palomitas, refresco y un títere; el boleto Hechicero tiene un costo de 150 pesos y abarca el acceso al evento, palomitas, refresco y una sorpresa; finalmente, el boleto Guerrero tiene un costo de 100 pesos y sólo considera el ingreso al evento.
Los boletos pueden ser adquiridos a través del sitio web: https://lagaviotateatro.boleteatro.com/ . De igual forma se puede escribir al número de WhatsApp (442 332 9455) para conocer los paquetes disponibles.