Con una obra que recuerda a las y los 500 niños que llegaron a México en 1937, como consecuencia de la Guerra Civil española, Cómicos de la Legua arribó a España para difundir el repertorio teatral queretano y hermanar elencos infantiles de ambos territorios.
Bajo la dirección de Lupita Pizano y Víctor Sasia, actores y coordinadores del grupo formativo infantil de esta compañía perteneciente a la Universidad Autóma de Querétaro, se presentará en octubre “Los niños de Morelia”, en la ciudad española de Valladolid.
Escrita por del dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, la obra incluye la participación de niñas y niños españoles, mexicanos y de otras nacionalidades de entre 6 y 18 años, además de directores teatrales locales.
La iniciativa surgió como parte de una invitación de la Asociación de Mexicanos en Castilla y León; institución bajo la dirección de Eduardo Reyes, que tiene la vocación de difundir, compartir y mostrar la cultura mexicana, exaltando los valores, tradiciones y costumbres para toda la comunidad de mexicanos radicados allá a través de programas culturales que permiten que la comunidad se integre y conozca de los simbolismos, significados y raíces que distinguen a México.
En entrevista con Diario de Querétaro, Lupita Pizano platica sobre este proyecto, así como del impacto cultural y personal que representa para ambos directores, la oportunidad de ir a hacer teatro al viejo continente.
“Los niños de Morelia es un proyecto que comenzó hace cuatro años con un elenco infantil de 20 niños aquí en Querétaro con quienes tuvimos más de 50 funciones, tres temporadas, ganamos el certamen nacional Víctor Hugo Rascón Banda (2018), un legado para el siglo XXI y entre estas funciones tuvimos la suerte de que Josefina Arellano viera nuestro montaje y le gustara mucho; ella es parte de la Asociación de Mexicanos en Castilla, que está en Valladolid, España y fue quien nos apoyó a hacer un primer contacto”, precisó.
La también actriz señaló que la obra original de Víctor Hugo Rascón, cuyo elenco contempla a más de 20 pequeñines en escena, representó un reto, pero a la vez, una perspectiva escénica muy diferente y más profunda.
“Entre las opciones que teníamos para trabajar con esta obra, se dio la propuesta de que ellos tuvieran su propio elenco y su propia visión teatral para que en un futuro puedan hacer giras y con esta colaboración, la obra quede fija como una extensión del trabajo de Cómicos de la Legua”, señaló Pizano.
La intención de este proyecto es lograr una experiencia intercultural a partir del teatro, además de incentivar el valor de la solidaridad, la integridad y del trabajo en comunidad; si bien, la obra remonta a sucesos bélicos de antaño, también mueve fibras sensibles en estos momentos históricos de pandemia en los que la mayoría de las y los niños se enfrentan a otras situaciones como permanecer encerrados sin saber qué sucede en el exterior; con acceso restringido en algunos espacios públicos e imposibilitados a vivir plenamente su libertad.
“La finalidad que siempre hemos tenido en nuestros proyectos es la sensibilización, la parte humana, la parte social; queremos dejar claro que la violencia en las infancias no debe ser aceptada, los niños pueden expresarlo y dar lecciones potentes desde el escenario (…) El teatro permite que los niños tengan libertades expresivas como una apuesta al desarrollo humano y personal de los más pequeños y en esta pandemia [la obra] es para nosotros una esperanza, una motivación e inspiración”, detalló Lupita.
Desde hace unas semanas, los directores preparan el montaje con un elenco de 15 niñas y niños mexicanos y españoles, con los cuales comenzaron a trabajar a distancia y ahora, en conjunto con Evangelina Valdespino y Anahí van Der Blick, de las compañías invitadas– Líbera Teatro y La Bien Pagá–, Víctor ahora afina los pormenores desde España. El 29 de septiembre lo alcanzará Pizano para la etapa final del proyecto, así como apra la gestión del espacio donde habrá de realizarse el estreno de la obra.
“Los niños estaban viviendo aislados, confinados en sus habitaciones, conectados y ensayando. De pronto reunirse y verse nuevamente a las caras para hacer teatro, es algo que añoran y aprovechan cada vez más y eso está resultando muy significativo, emotivo y con muchas enseñanzas de sensibilidad, empatía, gratitud y de valorar aún más las cosas y los momentos y eso quizá, sea algo que marque de por vida a este elenco infantil, a los colaboradores y a quienes vamos del otro lado del mundo a hacer teatro con ellos”, finalizó la directora.
