Crean fundación La Olla y el Cucharón para apadrinamiento cultural de las infancias en Querétaro

Al comprar un boleto anticipado de 50 pesos se apadrina a un niño; la meta es llevar teatro a 96 comunidades de los 18 municipios de Querétaro

Donna Oliveros / Diario de Querétaro

  · viernes 5 de julio de 2024

Fotos: Cortesía / Fundación La Olla y Cucharón


Al igual que en la práctica altruista del “café pendiente”, en la que los consumidores dejan pagado un café para quienes no puedan pagarlo, en Querétaro ha nacido una fundación que busca involucrar al público en el financiamiento del teatro para las infancias.

Se trata de La Olla y el Cucharón, una iniciativa impulsada por el dramaturgo, titiritero y actor queretano Raúl Ángeles Flores, que busca llevar experiencias teatrales a niñas y niños en situaciones vulnerables en el estado, que incluye casas hogares, hospitales y comunidades alejadas de la capital.

El programa contempla actividades para público de todas las edades. Foto: Hugo Arciniega / Diario de Querétaro

El proyecto promueve el apadrinamiento cultural a través de la venta de boletos simbólicos; la idea, explica el también gestor cultural, es que el público cubra el 50% del costo total de una función y el resto sea financiado por la misma fundación.

La obra que acompaña esta iniciativa es la misma que da nombre al proyecto, La Olla y el Cucharón, una dramaturgia escrita, dirigida y protagonizada por Ángeles Flores, donde juguetes y títeres se apoderan del escenario para contar una divertida historia sobre dos reinos en disputa que se encuentran unidos por un mágico hechizo que los aqueja.

  • ¿Cómo funciona el apadrinamiento cultural?

Raúl Ángeles Flores explica que el público puede comprar boletos anticipados para regalárselos a los niños en la taquilla de La Gaviota Teatro o en la plataforma https://harpsichord-maracas-ep8f.squarespace.com/team, donde se les pedirá la contraseña de acceso: olla.

Cada boleto tiene un costo de 50 pesos y se pueden comprar todos los que se quieran. Detalla que el costo de llevar una función, sin importar el lugar, es de 3 mil pesos, por lo que cada que se junte esa cantidad la fundación seleccionará una de las 96 comunidades de su lista a visitar, que se localizan en los 18 municipios de Querétaro y que han determinado con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Afirma que también se puede apadrinar una función completa, “si conoces a algún grupo vulnerable y te gustaría regalarles la función puedes patrocinarla por completo o juntarte con algunos amigos, el chiste es que todos tengan acceso al teatro”, se lee en la página oficial.

Foto: Donna Oliveros / Diario de Querétaro

Las funciones apadrinadas, agrega, se difundirán en la misma plataforma con evidencias en fotografía y video de las presentaciones. Asimismo se publicará la información de todas aquellas personas que se han sumado a esta iniciativa cultural y altruista.

Ángeles Flores afirma que la fundación reconoce en esta iniciativa el papel fundamental que juega el teatro y las artes en el desarrollo emocional, social y educativo de las infancias, así como los derechos culturales de este sector.

Y demuestra que descentralizar la cultura en Querétaro no es tarea difícil mientras la ciudadanía se sume también a este objetivo, “no todo está en manos de las instituciones”, asiente.

Invita al público a formar parte del lanzamiento oficial de la fundación este domingo 7 de julio, a las 17:00 horas, en el Centro Cultural La Gaviota Teatro. Su presentación se realizará como parte del 4º Festival de Títeres y Objetos y con una función gratuita de La Olla y el Cucharón.

Para formar parte del evento se debe reservar al número 442 332 9455, ya que el cupo es limitado.

Fotos: Cortesía / Fundación La Olla y Cucharón

  • Sobre la obra

Desde su estreno en 2018, La Olla y el Cucharón ha ganado gran popularidad entre las infancias, sobre todo porque en el desarrollo de la historia los niños participan activamente en lo que sucede en escena.

Y es que en la propuesta escénica, Ángeles Flores incorpora objetos que todos los niños podrían encontrar en sus propios hogares, como una invitación a reimaginar su cotidianidad para convertir cualquier objeto en otra cosa.

La Olla y el Cucharón también motiva a los pequeñines a narrar, mostrando en su desarrollo cómo es la anatomía de una historia a través de una metáfora sobre la comida: la entrada-sopa que es la presentación de los personajes; el segundo tiempo, que es la historia-nudo, y el plato fuerte, que es el desenlace. En este último momento, el dramaturgo devela una determinante moraleja de cooperación entre las personas y una crítica directa a la falta de cooperación internacional en términos de ayuda social.

Fotos: Cortesía / Fundación La Olla y Cucharón